Primera reunión operativa del gobierno de Pere Aragonès. Después del pistoletazo de salida de ahora hace una semana, que sirvió para mandar los motores al Palau de la Generalitat, el ejecutivo ha empezado a impulsar las primeras iniciativas. Uno de los asuntos encima de la mesa ha sido el debate suscitado sobre la conveniencia o no de ampliar el aeropuerto del Prat. Una propuesta de Aena, que reclama una respuesta a su proyecto este verano. Según ha anunciado el propio president en una comparecencia posterior a la reunión del Govern, en los próximos días convocará "una mesa de trabajo institucional para ordenar el debate".

La voluntad del Govern de la Generalitat es que en este espacio participen los dos ayuntamientos implicados -el de Barcelona y el de El Prat, los dos reticentes al ampliación-, el gobierno del Estado, Aena y las administraciones locales vinculadas a los otros dos aeropuertos catalanes -Reus y Girona. En paralelo, la intención es establecer un "contacto permanente" con las organizaciones económicas y sociales, los movimientos vecinales y ecologistas, las plataformas ciudadanas y las instituciones europeas -de quienes depende la autorización definitiva por el impacto medioambiental que conlleva.

 

Con pies de plomo

De momento, Aragonès ha querido ir con pies de plomo y prioriza que la decisión final genere "consenso" y sea "un acuerdo transversal", teniendo en cuenta que "la decisión no es fácil". Preguntado por si ve más pegas o ventajas, el president ha hecho equilibrios entre "proteger el planeta y la biodiversidad" y fomentar "la aportación extraordinaria a la actividad económica" que representa el aeropuerto. "No es una cuestión fácil. No es una cuestión binaria. Es compleja". Sí que ha advertido que el proyecto de Aena tiene una "afectación sobre espacios naturales de gran valor".

Aunque ha querido ser prudente, lo cierto es que el posicionamiento de Esquerra Republicana en relación a esta cuestión coincide bastante con la de la alcaldesa Ada Colau, que rechaza la propuesta. Así lo ha expresado y defendido el jefe de filas de ERC al Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall. De hecho, una de las cuatro prioridades que ha subrayado desde el primer día el presidente Aragonès es la "revolución verde", que sitúe como una cuestión de estado la lucha contra el cambio climático.

Estos últimos días, el presidente de Aena, Maurici Lucena-que si Illa hubiera sido president se habría convertido en su conseller de Economía-, ha criticado públicamente que "en Madrid no hay una sola traba para ampliar Barajas".

Más de 200 entidades catalanas han compartido un manifiesto a favor de la ampliación del aeropuerto, que representaría una inversión de 1.700 millones.

El president reúne el Govern. / R. Moreno