El Govern ha pedido al ejecutivo español medidas para afrontar las consecuencias de la crisis humanitaria, económica y energética generada por la guerra de Ucrania. El conseller de Economía y Hacienda, Jaume Giró, y la consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Teresa Jordà, han asistido a la Conferencia Sectorial para el Plan de Respuesta a la invasión de Rusia, donde han reclamado que se incremente el margen de déficit de las autonomías del 0,6% al 1%, y además, que se garantice con el aumento adicional con recursos de financiación del Fondo de Liquidez Autonómica.
El gobierno de Pedro Sánchez ha trasladado que está trabajando para articular un paquete de medidas con ocho objetivos generales, pero sin demasiadas concreciones, que se divide en los siguientes puntos: rebajar el precio de la energía, dar apoyo en los sectores más afectados, reparto justo de los costes y estabilidad de precios, garantizar el suministro de energía, proteger la estabilidad financiera, acelerar el Plan de Recuperación, impulsar la eficiencia energética y reforzar la ciberseguridad.
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, no ha desarrollado los puntos de este paquete, que quiere aprobar en el Consejo de Ministros del 29 de marzo. Los consellers, Giró y Jordán, han trasladado que comparten estos objetivos, pero han pedido más concreción. Es por eso que han propuesto medidas, que van en la línea de las planteadas por el presidente, Pere Aragonès, en la conferencia de La Palma. La Generalitat ha pedido, además del incremento del margen de déficit, un fondo extraordinario para afrontar la crisis resultada de la guerra a Ucrania. También medidas "urgentes" de apoyo al sector agroalimentario, que ayer se manifestó en Madrid, para frenar la escalada del precio de los combustibles, del coste de la energía, los fertilizantes y las materias primas. Y finalmente, usar una parte de los fondos Next Generation, que son 70.000 millones de euros, para atender "la urgente ayuda" a la transición energética.
Además, el Govern ha pedido que confirme si se mantiene la seguridad y la garantía de suministro de gas desde el Magreb, después de la crisis abierta con Argelia por el reconocimiento del Sáhara como autonomía de Marruecos. El apoyo de Pedro Sánchez a la soberanía de Marruecos en el Sáhara Occidental no ha gustado a Argelia. El país, que es el principal proveedor de gas de España, no ha tardado en reaccionar y este sábado ha llamado a consultas a su embajador en Madrid. Fuentes diplomáticas de Argelia han criticado la decisión del Gobierno de dar apoyo en el plan de autonomía marroquí como solución para el conflicto del Sáhara Occidental. Para las autoridades argelinas, se trata de un cambio de postura que consideran la "segunda traición histórica" de Madrid el pueblo saharaui. "Es la segunda traición histórica en el pueblo saharaui por parte de Madrid después del funesto acuerdo de 1975", ha apuntado la fuente, citada por el portal de noticias argelino TSA, haciendo referencia al acuerdo firmado el 14 de noviembre de 1975 por el cual cedía la antigua colonia del Sàhara Espanyol en Marruecos y Mauritania, sin tener en cuenta la voluntad de la población saharaui. "Finalmente, Marruecos ha obtenido lo que quería de España", ha apuntado al diplomático argelino.
La economía se estanca
Los pronósticos no son buenos. La Comisión Europea asume que sus previsiones económicas de invierno han caducado por los efectos económicos de la invasión rusa de Ucrania. "Es demasiado pronto para medir claramente el impacto, pero está claro que nuestra previsión de invierno en la cual calculábamos un crecimiento del 4% para este año ahora parece demasiado optimista", ha dicho el eurocomisario de Economía, Paolo Gentiloni. A pesar de admitir los efectos del conflicto en el crecimiento del PIB de la eurozona, el eurocomisario ha instado a la Unión Europea a "actuar juntos" para evitar que la recuperación "descarrile".