El retroceso del Govern de la Generalitat en el retorno a la normalidad, forzado por la quinta ola del coronavirus, irá a más en las próximas horas. Dos meses después de haberse eliminado, el toque de queda está a punto para volver a ser vigente a partir de este fin de semana. Fuentes gubernamentales confirman a ElNacional.cat que esta tarde se reunirá la comisión delegada en materia de covid-19 para discutir y acordar definitivamente la implantación de un confinamiento nocturno selectivo. A la espera del anuncio oficial, la previsión es que sea territorializado, dure dos semanas y empiece pasada la medianoche. Será necesario, en todo caso, que el TSJC lo autorice. La intención del ejecutivo es que pueda ponerse en marcha de cara a la noche del viernes.
A diferencia del que había estado activo hasta mayo pasado, esta vez el toque de queda no podrá ser general. Sin el estado de alarma —que sólo puede decretar el Gobierno de España— no hay opción de imponer una restricción de esta magnitud que sea homogénea. Hace falta una justificación precisa avalada con los indicadores de la pandemia que argumenten por qué es imprescindible adoptar una medida tan drástica. Así lo indica el gabinete jurídico del Govern. Básicamente, la conclusión es que el cierre deberá ser por municipios, como han hecho en el País Valencià y como han solicitado Cantabria y Canarias.
La reunión extraordinaria del gabinete de crisis de la covid comenzará a las cinco de la tarde y posteriormente, a las siete y media, el president Aragonès comparecerá desde el Pati dels Tarongers para informar de las nuevas medidas.
A partir de medianoche
Encima de la mesa donde se reunirán el president Pere Aragonès, el vicepresident Jordi Puigneró y los consellers de Salut e Interior, Josep Maria Argimon y Joan Ignasi Elena, estará el informe de los servicios jurídicos y los datos de la evolución epidemiológica, de tal modo que las ciudades y pueblos en rojo sean los que se vean afectados por el posible toque de queda. "No hay nada cerrado", explican desde el Govern a este diario.
La decisión definitiva saldrá del encuentro de esta tarde, pero varias fuentes coinciden en señalar que tiene todo el sentido que se acabe concluyendo que lo mejor es volver al confinamiento nocturno. En este caso, en vez de empezar a las 22h, como pasó hasta la primavera pasada, arrancaría de madrugada, a partir de la 1 y hasta las 6 de la mañana. El Govern ya anunció el lunes que todas las actividades de ocio, deporte y ocio tendrán que cerrar en las 00:30. Estas medidas han sido ratificadas este miércoles al mediodía por el TSJC.
EL TSJPV allana el camino
"No nos temblará el pulso, pero las medidas deben ser sólidas", declaró el president de la Generalitat este mismo martes, tras haber analizado el informe jurídico, que toma como referencia la jurisprudencia existente por parte del Tribunal Supremo —que ya se ha pronunciado con anterioridad sobre esta materia— y la resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Valencià, que bebe, precisamente, de esta jurisprudencia. Según estos textos, no hay opción de dictar un toque de queda general, porque para hacerlo sería necesario que estuviera activo el estado de alarma.
La presión del mundo local
El mundo local, los ayuntamientos de las principales ciudades catalanas —con Barcelona al frente— han presionado el ejecutivo para que dé el paso de decretar el toque de queda. Cuando el lunes se comunicó la solución intermedia de hacer acabar las actividades a medianoche y pedir a los ayuntamientos que cerraran los espacios públicos, los alcaldes y alcaldesas se rebotaron. Argumentan que no tienen bastante efectivos para hacerlo y se quejan de que se les centrifugue la responsabilidad de evitar aglomeraciones, botellones y fiestas ilegales.