Aunque durante los primeros compases de una legislatura los flashes y titulares se concentran en los perfiles públicos del gobierno, president y consellers, el control de la nave se pilota desde la trastienda del Palau de la Generalitat, detrás de las cámaras. Saber escoger bien el núcleo de confianza que ocupará la comandancia es una de las primeras decisiones trascendentales de un president. Pere Aragonès ya ha designado lo que en argot político catalán se ha bautizado como pinyol, un concepto que se popularizó con Artur Mas y que hace referencia a los colaboradores más estrechos.
La mayoría de los escogidos son de la quinta del president. Salvo alguna excepción, pertenecen a la generación que todavía no ha entrado en el turno para vacunarse pero que están a punto. Es decir, que rondan los cuarenta.
Vilagrà, la consellera guardiolista
La mano derecha del president en el consejo ejecutivo será Laura Vilagrà, consellera de Presidencia y que ya fue de número dos a la lista de ERC, una apuesta personal de Oriol Junqueras. A la exalcaldesa de Santpedor, le gusta aplicarse la filosofía de uno de los más distinguidos vecinos de su municipio, Pep Guardiola. Será la única del pinyol que tendrá una clara proyección pública.
Sabrià se aparta de los focos
En la sombra del president estará el hombre fuerte de Esquerra Republicana los últimos años, Sergi Sabrià. Como Vilagrà, ha formado parte del equipo negociador con Junts per Catalunya y es el responsable de la comunicación del partido, además de haber diseñado las últimas campañas electorales y presidido el grupo parlamentario la pasada legislatura. Ahora, Sabirà salta del Parlament a Palau, se aparta de la luz de los focos y asume un cargo preeminente en el nuevo gobierno, el de director de la Oficina del President, que gestiona desde los jefes de gabinete a la comunicación, pasando por el protocolo y las relaciones con el resto de instituciones. De él colgará otra pieza clave, la coordinadora de la Oficina de President, Helena Ricomà, la exjefe de gabinete de Ester Capella en el departamento de Justicia. Capella que, por cierto, pasa a ser delegada del Govern en Madrid.
Bernadí, la veteranía
El miembro más veterano del equipo más estrecho de Aragonès es Xavier Bernadí, el elegido para asumir la tarea de secretario del Govenr. Es la única figura que no siendo cconseller puede participar de las reuniones del consejo ejecutivo. Bernadí cuenta con una dilatada experiencia en el ámbito de la función pública y ha debutado este miércoles leyendo el decreto de nombramiento de los nuevos consellers.
Albert, compañero de luchas
Después de muchos años haciendo mili juntos, Aragonès ha situado a un íntimo compañero de luchas en la cabina de control de Palau. Se trata de Arnau Albert, con quien empezó a militar a las juventudes de ERC y quien le hizo conocer Oriol Junqueras. Desde hoy es su asesor de políticas estratégicas. Entre las tareas que tendrá asignadas está el apoyo en la elaboración de discursos, una asistencia que desarrolla ya hace tiempo.
El encargado de dirigir la comunicación de Aragonès es, a partir de ahora, Marçal Sarrats. Periodista con experiencia en la Cadena Ser, hace ya una años que saltó al otro lado de la trinchera para acompañar Ernest Maragall, primero en la conselleria de Exteriores y después como candidato a la alcaldía de Barcelona. De un tiempo a esta parte se había incorporado ya al entorno más próximo a Aragonès, como responsable de comunicación a vicepresidencia. Como adjunta suya está la también periodista Marta Alcolea.
Hay todavía otra figura en torno al president con un papel más administrativo, que es la secretaria de presidencia. Estas funciones las asume de ahora en adelante Sílvia Sàbat, que fue precisamente jefe de secretaría de Oriol Junqueras cuando éste era vicepresident y conseller de Economía.
El sottogoverno
Más allá de la órbita del president, empieza a tomar forma lo que se conoce como sottogoverno, los altos cargos que apuntalan los diversos departamentos del Govern. Hoy, por ejemplo, se han nombrado ya los secretarios generales de las conselleries. Las segundas espadas. Dos de los más destacados son viejos conocidos con experiencia en el gobierno. El uno, Ricard Font, el nuevo número dos de Jordi Puigneró, tanto en Vicepresidencia como en la conselleria de Políticas Digitales. Hasta ahora presidía los Ferrocarriles de la Generalitat y había sido estrecho colaborador en el Departamento de Territorio a cargo de Josep Rull, con quien mantiene todavía relación.
También da un salto adelante Jordi Cabrafiga, que pasa de ser el secretario general de la Conselleria d'Empresa i Coneixement con Ramon tremosa a ocupar el mismo cargo en el Departament d'Economia i Finances con el nuevo titular, Jaume Giró. Cabrafiga ha ocupado diversos cargos de responsabilidad en la administración catalana en los últimos años con consellers como Elsa Artadi o Quico Homs.
En las próximas semanas se irá acabando de tejer la red de centenares de altos cargos -cerca de 500-, necesarios para hacer funcionar el Govern.
En la imagen principal, Aragonès en Palau. / S. Alcàzar