El independentismo catalán, vasco y gallego une fuerzas y va a plantar mañana la votación en el Congreso de los Diputados de los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional y de los nuevos miembros del Tribunal de Cuentas. Así lo confirman fuentes parlamentarias a ElNacional.cat, que denuncian tanto el método de elección como los nombres propuestos por el PP para el alto tribunal: Enrique Arnaldo y Concepción Espejel. La acción será secundada por 29 diputados, los de la Llotja de Mar: ERC, Junts el PDeCAT, la CUP, EH Bildu y el BNG. Los hay que intervendrán en el hemiciclo y otros que se irán sin tomar la palabra. En cualquier caso se abstendrán de participar en la votación, que es telemática.
El gesto será simbólico si no va acompañado de una ruptura de la disciplina de voto dentro de las formaciones del Gobierno. Para que los nombramientos salgan adelante necesitan una mayoría reforzada de 210 diputados. Entre el PSOE, el PP, Unidas Podemos, Navarra Suma y Foro Asturias ya suman 246. Harían falta al menos 37 bajas para que no prosperaran.
La polémica se ha centrado en torno al letrado de las Cortes Enrique Arnaldo, propuesto por el PP, que cada día suma nuevos escándalos. le persigue la sospecha de falta de parcialidad. Entre otras cosas, se ha pronunciado contra el independentismo en artículos en prensa o ha participado durante años en actos de la FAES, la fundación presidida por José María Aznar. También le persiguen los conflictos de intereses. Incumplió el propio Estatuto del Congreso de los Diputados, cuando cobró como asesor del gobierno balear de Jaume Matas, del PP, al mismo tiempo que ejercía de coordinador jurídico en varias comisiones de la cámara baja. También su bufete de abogados facturó trabajos en administraciones gobernadas por el populares.
Oficialmente el PSOE no se mueve de donde estaba. El mismo Pedro Sánchez ha admitido que "no le gustan algunos de los candidatos propuestos por el PP", pero ha defendido que "el deber del Gobierno de España es salvar el acuerdo para renovar las instituciones constitucionales y permitir que se renueven". Por su parte, el portavoz de la ejecutiva, Felipe Sicilia, ha garantizado que sus diputados respetarán mañana el acuerdo con el PP. La ministra de Justicia, Pilar Llop, que ha evitado pronunciarse sobre la idoneidad de Enrique Arnaldo para el cargo. Se ha limitado a celebrar que haya un "gran acuerdo" y que eso es lo más importante.
Pero hay quien no esconde la incomodidad dentro de las filas socialistas. Es el caso de un verso libre en muchos asuntos, el diputado Odón Elorza, que admitió ayer que "muchos votaremos con una pinza en la nariz". Hoy se ha reafirmado en las críticas: "Los principios no cotizan en Bolsa y gritan al ver que el PP se burla de la imprescindible condición de independencia, ejemplaridad profesional y prestigio personal que debe reunir un candidato al Tribunal Constitucional para poder ejercer su función con imparcialidad".
La misma expresión que ha utilizado hoy Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, que ha criticado que Arnaldo no cumple con la ejemplaridad necesaria y que lo votarán "con una pinza en la nariz". En una entrevista en la Cadena SER, el dirigente común ha denunciado una trayectoria "plagada de casos de corrupción y mala praxis", pero aun así ha asegurado que es la opción "menos mala" para proceder a la renovación del Tribunal Constitucional.
La realidad es que la negociación para la renovación de órganos como el Tribunal de Cuentas o un tercio del Tribunal Constitucional fue a dos bandas, entre el PSOE y el PP, pero con la participación de Unidas Podemos. De hecho, el socio pequeño de La Moncloa ha conseguido situar entre los cuatro nuevos magistrados a Ramón Sáez Valcárcel, un magistrado de prestigio más bien próximo a los morados.