Desde el 1 de enero, la Unión Europea (UE) reconoce la lengua irlandesa como oficial. El irlandés ya obtuvo el estatus de lengua oficial de trabajo el año 2007, pero no ha sido hasta el 2022 que ha alcanzado la plena oficialidad. Y es que, según la UE, había una falta de personal de traducción que reducía la cantidad de documentación que se traducía al irlandés. Cabe decir que, desde que Irlanda entró a formar parte de la Comunidad Económica Europea el año 1973, todos los tratados europeos se tenían que traducir al irlandés.

Sin embargo, no fue hasta el 2005 que Irlanda pidió que la lengua se convirtiera en oficial. En este sentido, el secretario de estado irlandés, Jack Chambers ha defendido que "el irlandés tiene ahora el mismo estatus que las otras lenguas oficiales y de trabajo de la UE, cosa que fortalecerá las relaciones entre los ciudadanos y los sistemas administrativos europeos". Según las últimas estadísticas del gobierno irlandés, la lengua tiene aproximadamente 85.000 hablantes. Con el irlandés ya son 24 las lenguas oficiales dentro de la Unión Europea, pero el catalán todavía no lo es.

El catalán, sin oficialidad dentro de la UE

Catalunya sigue intentando convertir en oficial al catalán dentro de la UE. El último intento lo hizo la consellera de Acción Exterior, Victòria Alsina, que el pasado mes de septiembre se reunió con el ministro de Asuntos exteriores, José Manuel Albares, para pedirle ayuda para hacer posible la oficialidad del catalán a las instituciones europeas, pero el ministro le cerró la puerta. En este sentido, hay que recordar que el estado español ha bloqueado hasta 16 veces la petición de oficialidad del catalán en la Unión Europea (UE). Alsina explicó que a la reunión de trabajo del septiembre pasado con Albares le pidió el apoyo del Gobierno para hacer posible la oficialidad del catalán a las instituciones europeas.

La respuesta del ministro de Asuntos exteriores español, sin embargo, fue negativa. "Le pedí su apoyo en un tema en el cual necesitamos la voluntad política del Estado para hacer posible la oficialidad del catalán a las instituciones europeas. Le expresé mi voluntad de hacer de este tema un tema importante, necesitamos la complicidad del gobierno central como Estado miembro de la Unión Europea", declaró.

Con todo, España se niega, una vez más, a hacer oficial el catalán dentro de la UE. Así, el pasado septiembre la consellera chocó con un ministro y un Gobierno que no tiene ninguna voluntad de colaborar a hacer oficial el catalán en la Unión Europea. "No está la complicidad del Estado. Puerta cerrada", lamentó Alsina. Y aunque el catalán es el 13.º idioma más hablado en la Unión Europea, no disfruta de oficialidad. Sin embargo, existen otras lenguas como el lituano o el esloveno que tienen menos hablantes y que sí que son oficiales.

Las consecuencias de la no oficialidad del catalán

¿No obstante, cuáles son las consecuencias de la no oficialidad del catalán en la Unión Europea? En primer lugar, la imposibilidad de utilizar el catalán ante las instituciones y los organismos europeos.

En segundo lugar, la limitación de ciertos derechos lingüísticos que previamente garantizaba la legislación catalana, como las leyes de consumo y etiquetado para los productos alimenticios. Eso es debido al hecho de que el Reglamento 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo sólo garantiza el etiquetado en lenguas que sean oficiales de la Unión Europea.

En tercer lugar, ninguno de los documentos oficiales de las instituciones europeas puede estar escrito en catalán.

En cuarto lugar, el catalán no puede formar parte del ámbito de programas y acciones comunitarias de protección, fomento y difusión de lenguas de la Unión Europea.

En quinto lugar, el catalán actualmente no dispone del prestigio simbólico que merece ni de un estatus que permita mejorar la internacionalización.

 

Imagen principal: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen/ Europa Press