El juzgado de instrucción 3 de Girona ha archivado el caso contra 48 investigados por el corte de la AP-7 del Tsunami Democràtic en Salt de noviembre del 2019. Se mantiene, sin embargo, la acusación para 4 de los identificados.
El auto concluye que "no existen indicios sólidos que permitan pensar, con un mínimo de seriedad, que prosperará una acusación" contra estos encausados porque no ha quedado acreditado que "cometieran lanzamiento de objetos contundentes o quemaran contenedores".
La causa por desórdenes públicos investigaba inicialmente a 52 personas y, por lo tanto, podrían acabar yendo a juicio cuatro encausados para quienes no se ha archivado la investigación. La resolución no es firme y se puede recurrir.
El asedio al Tsunami
Dos juzgados investigan las movilizaciones convocadas por el Tsunami Democràtic que bloquearon la frontera los días 11, 12 y 13 de noviembre del 2019, a raíz de la sentencia del procés, cortando la AP-7 en la Jonquera y en Salt. El juzgado de instrucción 3 de Girona, que lleva la investigación del corte de Salt y que ahora ha archivado la mayor parte, abrió diligencias contra 52 personas. La otra investigación está en manos del juzgado de instrucción 4 de Figueres, que investiga a 196 personas más por participar presuntamente en el corte de la Jonquera.
Desde las defensas de los acusados se ha denunciado que estas dos investigaciones son un "ejemplo perfecto" de la cooperación policial y judicial para perseguir el independentismo porque entre las dos investigaciones hay atestados amplios y exhaustivos de los Mossos d'Esquadra, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para identificar a las personas que participaban en las protestas. "Hay mucho que discutir sobre la participación de estas personas citadas, sin embargo, más allá de eso, lo que planteamos es defender la legitimidad de la acción de protesta no violenta cortando carreteras" han defendido durante el proceso.
Cuando la policía francesa, junto con los Mossos d'Esquadra, desalojó el corte de la frontera en el Pertús, la protesta se movilizó hacia Girona donde se intentó bloquear las líneas del AVE. Después la convocatoria se trasladó a Salt. En otro efecto sorpresa, unas 1.000 personas acabaron cortando la AP-7 en plena noche.
Decenas de vehículos quedaron atrapados. Los concentrados instalaron un pequeño escenario donde se hicieron actuaciones y encendieron hogueras. Hasta que la policía los desalojó.
Los antidisturbios de la Guardia Civil, preparados con escudos y cascos, controlaron los extremos de la concentración, mientras los Mossos se encargaban de los accesos.