Segunda sesión del juicio por los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto del 2017. Y segundo inicio de traca del juez Félix Alonso Guevara.
Ayer rechazó las cuestiones previas y el intento de los abogados de incluir algunas peticiones y escritos, como incluir el delito de asesinato. Nada salió adelante. Aparte abroncó a todo el mundo, desde el abogado que quería marcharse de la sala porque no quería sentarse detrás del fiscal, hasta las preguntas "impertinentes" que se hicieron, a criterio del juez, durante los interrogatorios.
Fuera ya de la sesión, el abogado de Javier Martínez, el padre del niño de 3 años muerto en la Rambla, Jaume Alonso-Cuevillas, ha entrado un informe forense sobre el ADN del imán para que sea tomado en consideración del tribunal en el momento del tratamiento de los peritos en el juicio oral. Pero el magistrado presidente no lo ha dejado pasar. De hecho, ha rechazado todos los escritos presentados por todas las partes.
Ha reñido a toda la sala y ha alertado que los escritos que no figuren en los escritos de acusación no cuentan: "Estamos ya en juicio, por lo tanto, escritos en Secretaría, ni uno. Se van a tirar a la basura". El presidente del tribunal ha reñido a todo el mundo diciendo que él ha hecho el trabajo leyendo toda la documentación y que no quiere "escrititos de la gente". Y avisa: "Eso la última vez"!.
Félix Alonso Guevara es quien más está interviniendo en el juicio en comparación con el resto de las partes. El juez corta cualquier pregunta o intervención si la considera impertinente o fuera de lugar. Marca de cerca a los abogados y deja desahogarse a los testigos, eso sí, cuando la pregunta es pertinente.
El juez, de hecho, ha acabado amenazando a los abogados con retirarles la palabra y acabar los interrogatorios si le responden después de que él haya tomado ya la decisión.