Juicio relámpago a Pau Juvillà para no retirar los lazos amarillos de la Peria de Lleida. La Fiscalía mantiene la petición de 8 meses de inhabilitación y 4 meses de multa, que le puede costar el escaño, para el diputado de la CUP y miembro de la Mesa del Parlamento. Hoy se ha hecho el juicio en el Palacio de Justicia de Barcelona. Juvillà se ha reafirmado en los hechos admitiendo que no retiraron los lazos amarillos porque atentaba los derechos fundamentales: "Decidimos colectivamente en asamblea no sacar los lazos amarillos. Lesionaba de manera directa nuestra libertad ideológica. Son símbolos que nos definen como organización política. No podíamos autocensurarnos y no limitar nuestra libertad ideológica".
El acusado ha recordado que la CUP colgó los lazos amarillos en su despacho del Ayuntamiento de Lleida en diciembre del 2017, en protesta por el encarcelamiento de los líderes de la ANC Jordi Sànchez y de Òmnium Jordi Cuixart, para denunciar "el estado de excepción" que cree que se vivía en Catalunya, y que nadie los ordenó que los retiraran en ningún proceso electoral hasta que Ciutadans lo exigió en la campaña de las generales del 28 de abril del 2019, en las cuales, además, no concurrían.
En el último turno de palabra Pau Juvillà ha hecho un alegato a la libertad, los derechos fundamentales y al procés independentista, reivindicando, presos, represaliados y exiliados: "lo que se quería no era retirar símbolo partidista, lo que se quería era invisibilizar una represión que el estado mantiene de manera constante contra presos, represaliados y exiliados".
Durante su declaración, Juvillà ha incidido también que el logo de la CUP es amarillo y tiene una estelada, por lo cual considera que la orden de la Junta Electoral, a instancias de Ciutadans, los obligaba a "censurar" su propia ideología, lo cual "lesionaba" de manera directa su libertad ideológica. "No podíamos ni queríamos que se lesionaran nuestros derechos", ha insistido Juvillà, que ha advertido al tribunal que recurrieron los tres requerimientos que recibieron de la Junta Electoral y que finalmente los Mossos d'Esquadra retiraron estos símbolos el 13 de abril del 2019, cuando todavía no se había resuelto su último recurso, lo cual considera que les provocó una situación de "cierta indefensión".
El actual secretario tercero de la Mesa también ha denunciado ante el tribunal que Ciutadans pidió que se requiriera directamente a la CUP para que retirara estos símbolos y no al alcalde, que entonces era el socialista Àngel Ros, para evitar que asumiera el "coste político" de ejecutar esta resolución, porque el PSC y el partido naranja tenían un "pacto de facto" en el consistorio.
La defensa de Pau Juvillà se ha mantenido en la demanda de la absolución. "La Fiscalia relata unos hechos incompletos y omites unos matices", ha dicho el abogado contraviniendo la versión del Ministerio Público. "La persona requerida no era relevante, porque eran requeridos como CUP. Detrás se está requiriendo la formación política", ha esgrimido la defensa. El abogado también ha recordado que el ministerio público ignora que la CUP no concurría a las elecciones en las cuales afectaba a la campaña y la convocatoria electoral del 28A: El grupo municipal no era un poder público que estuviera obligado a tener una neutralidad política. No afecta a los partidos políticos, afecta a las instituciones. No se podía pretender obligar a un partido político a retirar una simbología que lo identifica". Recordaba así el abogado que tanto el color como la estelada forman parte de la imagen corporativa de la CUP.
El grupo municipal de la CUP a la concejalía de Lleida recibió hasta 3 requerimientos. Alguno de ellos, a nombre de Francesc Gabarrell que actuaba de portavoz de la formación. Pero Juvillà ha dejado claro que todo lo que se recibía se consideraba del grupo municipal y que así se trataba tanto en el grupo como en las asambleas. Y en este sentido, la CUP decidió no retirar los lazos amarillos que había ordenado sacar la Junta Electoral porque "pedía prestado y lesionaba nuestra ideología", ha expuesto Juvillà durante su declaración.
Durante el juicio ha declarado la denunciante, concejala de Ciutadans, Àngeles Ribes, como testigo, que ha insistido en que "es indiferente" si la CUP se presentaba a las elecciones o no y que ERC y Comuns sacaron "muy rápido" los lazos. Según el abogado de Juvillà Ciutadana buscaba una "persecución ideológica" del grupo municipal.
Apoyo a las puertas del tribunal
Dirigentes de ERC, Junts, la CUP y las diversas entidades sociales independentistas se han acercado delante del TSJC a primera hora de la mañana para dar su apoyo al cupaire en un acto que incluso ha contado con la actuación del grupo Ginestà. El actual diputado se enfrenta a ocho meses de inhabilitación y una multa de 1.440 euros. Es decir, en caso de condenado, Juvillà podría perder el escaño.
Antes de entrar en el tribunal, Juvillà ha agradecido el apoyo que ha recibido de todos los partidos y organizaciones independentistas y ha reivindicado la desobediencia de no retirar los lazos. "Cuando dicen neutralidad quieren decir uniformización e invisibilización", ha aclarado.
El diputado cupero ha hecho un llamamiento a estar "organizados socialmente para hacer de la desobediencia palanca de cambio" y a que haya "miles" detrás de cada "encarcelado, inhabilitado y represaliado". Por último, Juvillà ha alertado de que los efectos positivos de la desobediencia se multiplican cuando esta se extiende y es practicada por más gente.