Mucho ruido, titulares varios, reproches entre los partidos y preocupación máxima de entidades y plataformas del sector educativo. Ahora bien, ¿qué dicen los expertos sobre la reforma de la Ley de Política Lingüística impulsada por PSC, ERC, Junts y Comuns? ¿O de la imposición de los tribunales de un 25% de las clases en castellano? ¿Y de la inmersión? Es lo que ha planificado Òmnium Cultural este lunes: dar voz a los expertos en una mesa redonda que se ha celebrado en el Institut d'Estudis Catalans y donde han participado expertos de varios ámbitos, que todos ellos han coincidido en que hace tiempo que la lengua retrocede, y que hacen falta estrategias claras y un horizonte definido para proteger la lengua, que se podría abarcar y trabajar, por ejemplo, en el Pacte Nacional per la Llengua. En la tertulia han participado el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich; la presidenta del Institut d'Estudis Catalans, Teresa Cabré; el director del Institut de Recursos i Investigació per a la Formació, Antoni Zabala; la profesora universitaria y miembro del Grup d'Estudi de Llengües Amenaçades Mònica Barrieras y el sociolingüista Avel·lí Flors-Mas.
La intervención inicial ha sido a cargo de Antich, que ha explicado que desde Òmnium están convencidos de que el debate público requiere escuchar la voz de la comunidad científica, después del ruido que se ha generado por la opinión de instituciones y partidos: "Tenemos claro donde queremos ir, a la normalización del catalán, y por eso hay que entender bien dónde estamos y qué hay que hacer para llegar ahí", ha expresado. El presidente de la entidad ha reconocido preocupación por el descenso del uso social de la lengua y ha alertado de que los datos no invitan al optimismo, y es por eso que ha pedido abordar la cuestión con rigor y responsabilidad: "Como Òmnium tenemos la responsabilidad de favorecer el debate en torno a la lengua con el rigor que exige y con la capacidad de construir consensos", y ha asegurado que tienen claro que el camino es llegar a una plena normalización del catalán a la escuela. "No se puede frivolizar con este tema y creemos muy necesario escuchar a los expertos y a toda la comunidad científica", ha reiterado Antich, porque "el país se juega mucho con el futuro de la lengua". "Defendemos que el catalán siga siendo la lengua vehicular y vertebradora del sistema educativo, precisamente para que la escuela siga siendo un espacio para la igualdad de oportunidades y la cohesión social", ha añadido.
La directora del Instituto de las Letras Catalanas por su parte, ha expresado sobre la reciente modificación de la ley de Política Lingüística, que no pueden jugar a la dicotomía de si están a favor o no, porque el debate tiene mucha más complejidad. Lo que ha sostenido con toda rotundidad es que hace falta un impulso inamovible de las instituciones para conseguir que la lengua sea normalizada, y no pasar la responsabilidad a los directores de las escuelas. Cabré ha asegurado que el estado preocupante de la lengua no es nuevo, y que todos los expertos eran conocedores del retroceso en el uso social, y es por eso que ha pedido alcanzar consensos a partir del Pacte Nacional per la Llengua, un espacio que sirva para definir un horizonte claro sobre dónde se quiere avanzar, porque sin proyecto conjunto no hay nada que hacer. Además, ha propuesto que las personas que tienen un altavoz y son referentes construyan "un discurso repetitivo" para que el catalán se entienda como un valor añadido. Ahora bien, ha reñido con contundencia a los políticos y a los reproches de estos últimos días: "No pueden permitirse el lujo de desorientar por cuestiones tácticas".
"Beligerancia amable" para el catalán
La profesora Mònica Barrieras ha celebrado el modelo de inmersión lingüística, que educa sin hacer distinción en razón de lengua, haciendo del catalán la lengua vehicular, y generando así cohesión social y una igualdad de oportunidades. Ahora bien, considera que actualmente hay una emergencia lingüística y por eso hay que proteger la lengua. En este sentido, ha reivindicado la importancia de protegerla en las aulas, porque las lenguas hegemónicas "no necesitan la escuela, pero sí" las lenguas minorizadas.
Antoni Zabala, por su parte, ha explicado que hay que ser conscientes de que se tiene que estar en situación de "beligerancia amable" para proteger la lengua, porque siempre habrá ataques para acabar con la vehicularidad del catalán: "Si no hacemos el esfuerzo de la beligerancia en el sentido amable, no saldremos adelante". Ahora bien, esta beligerancia tiene que estar fundamentada en una base imprescindible: un consenso claro de aquello que queremos.
Y ha sido el sociolingüista Avelí Flors-Mas quien ha pedido mantener el debate desde la perspectiva de que la lengua está minorizada, partiendo de varios ataques, como la imposición del 25% del castellano por los tribunales, que ha asegurado que es un disparate y que demuestra el poco conocimiento de los jueces sobre el uso de las lenguas en un día escolar, porque no es solo las asignaturas que se imparten sino todo aquello que implica estar en el centro escolar y el uso de la lengua tanto en el patio y en los pasillos: "Desde que entran están aprendiendo".