El ministro de Justicia español, Juan Carlos Campo, ha admitido, en una entrevista dominical en el diario El País, que "no había alternativa" a la concesión de los indultos a los nueve presos políticos.
El mismo día que el diario El Mundo ha abierto su portada con unas declaraciones del Tribunal Supremo que aseguran que "la sentencia del 1-O está muerta en Europa" y que "la batalla está perdida", el ministro de Justicia español ha asegurado que "no había ninguna alternativa" a la concesión de los indultos. Los magistrados del Supremo, según el artículo del rotativo español, dan por hecha la derrota judicial en Estrasburgo por los reveses de las euroórdenes, los votos particulares del Constitucional y el anuncio de reforma del delito de sedición.
El revés de Europa
Campo ha pasado de puntillas sobre el informe del Consejo de Europa, que reclamaba la liberación de los presos y la retirada de las euroórdenes, "No comparto ni el método ni la solución, pero respeto todos los pronunciamientos. Tengo muy claro que somos un estado de derecho de primera, una democracia llena. Y de pleno con respecto a la separación de poderes", ha afirmado el ministro de Justicia, que tilda de un "gran desenfoque" que el informe equipare España con Turquía. "Eso se tiene que preguntar a la Asamblea del Consejo de Europa. Si consideran que han tenido que votar eso, ellos sabrán", ha concluido Salvo.
Desazón en el Tribunal Supremo
El ministro ha querido defender la sentencia contra los líderes independentistas y ha afirmado que "el gobierno respeta la sentencia del Supremo, pero la función del gobierno es remover los obstáculos para garantizar la convivencia". Campo ha salido del paso cuando se le ha preguntado por la amnistía: "Es implanteable". Ha defendido los indultos, "hay momentos que los gobiernos tienen que poner elementos positivos para cambiar las cosas. No tenemos garantía que eso sea exitoso, pero no nos perdonaríamos no intentarlo", ha argumentado.
El Mundo, que cita fuentes del Supremo no identificadas, considera que los últimos acontecimientos, como el informe del Consejo de Europa, hace que la sentencia contra el procés "tenga los días contados" y por lo tanto admiten que el independentismo ha forzado un jaque mate que pondrá en duda los valores democráticos que el ministro de Justicia ha defendido en El País: "tengo muy claro que somos un estado de derecho de primera, una democracia llena. Y de pleno con respecto a la separación de poderes".
También ha insistido en que la medida de gracia se ha tomado en exclusiva pensando en la "utilidad pública". "El gobierno se ha centrado en los criterios de utilidad pública. Eso no es una revisión de la sentencia. No se trata de una cuestión de justicia ni de equidad", ha querido dejar claro el titular de Justicia.