Si bien prácticamente todos los titulares de la semana los ha acaparado la predisposición de la CUP a asumir la presidencia del Parlament, lo cierto es que el debate de fondo en el marco de las negociaciones con ERC y Junts transcurre, de momento, por otro camino y se centra, eminentemente, en encontrar un denominador común para compartir un proyecto estratégico de legislatura. Independientemente de si es desde dentro o desde fuera de las instituciones. Los cupaires han identificado dos agujeros negros en este sentido: la gestión de la represión contra el independentismo y los movimientos sociales por parte de la conselleria de Interior y la emergencia habitacional, especialmente con respecto a los desahucios.
Desde el miércoles y hasta este viernes, la dirección del partido recopila la voz de las bases en las Asambleas Abiertas Parlamentarias, que acabarán contando con la participación de cerca de un millar de militantes de todo el territorio. El objetivo de los encuentros —telemáticos— es trasladar a los cuadros el estado de las conversaciones con ERC, Junts y los comunes y captar la opinión de la militancia sobre el rol que debe ejercer la formación en la próxima legislatura.
La conclusión que extrae la CUP después de las asambleas, que de momento son únicamente consultivas, es que durante la pasada legislatura quedaron al descubierto "dos grandes hemorragias" que hay que subsanar. Una, la "represión contra las movilizaciones, el independentismo y los movimientos sociales". Aquí se enmarca tanto el papel de los Mossos d'Esquadra a la hora de sofocar determinadas movilizaciones como el hecho de que la Generalitat esté personada contra algunos detenidos en marchas independentistas.
La conselleria de Interior, en manos de Junts per Catalunya desde 2017, es el gran caballo de batalla para la CUP, no solo ahora, sino desde siempre. Los anticapitalistas exigen cambios profundos en el modelo de orden público y han visto reforzadas sus reivindicaciones con los incidentes ocurridos durante los disturbios de las últimas noches en Catalunya. En lo referente a la cuestión de los desahucios, va en la línea del giro a la izquierda que demandan los anticapitalistas de cara a la próxima legislatura.
Consejo político sin veredicto final
Este sábado la CUP reúne el consejo político del partido. Es el órgano máximo de toma de decisiones entre asambleas nacionales y se reúne de forma ordinaria cada mes para abordar tanto cuestiones organizativas como estratégicas.
Los documentos que el secretariado nacional lleva a estos encuentros pueden ser de debate y votación, sólo de debate o meramente informativos. En el caso de este sábado, el documento en lo referente a las negociaciones, que incluye la pregunta sobre si se tiene que aspirar o no a la presidencia del Parlament, será únicamente de discusión. Es decir, que no habrá ninguna decisión definitiva.