El Parlament no abandona el Sáhara. Después de que el Gobierno de Pedro Sánchez anunciara el mes pasado que cedía a las presiones de Marruecos y reconocía la autoridad de la monarquía sobre el pueblo saharaui, la cámara catalana ha hecho todo el contrario. Y es que la semana pasada la Junta de Portavoces ya acordó una declaración en defensa del Sáhara Occidental, con el apoyo de Esquerra Republicana, Junts, la CUP y los Comuns. Hoy, este texto ha sido leído por la presidenta del Parlament, Laura Borràs, al inicio de la sesión plenaria, cosa que ha ido acompañada de un aplauso de varios diputados. La decisión ha contrastado con el camino que ha tomado el ejecutivo español: mientras que este ha apostado por reconocer la ocupación marroquí, la cámara catalana ha posicionado claramente en la defensa de la autodeterminación.
La declaración ha sido clara. "El Parlament de Catalunya considera que la decisión del presidente del Gobierno de dar apoyo al plan autonomista de Marruecos sobre el Sáhara Occidental supone un giro diplomático y una ruptura unilateral con el consenso de las resoluciones de las Naciones Unidas", ha leído Borràs, en lo que es un claro aviso a las intenciones españolas. Además, ha advertido de que esta decisión puede comportar una escalada en el conflicto armado entre las dos partes enfrentadas. En esta línea, también ha considerado que "resulta imprescindible una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, de conformidad con las resoluciones de las Naciones Unidas, en el marco de los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas". Y es que este organismo internacional defiende la libertad del pueblo saharaui para decidir su futuro, como ha hecho también hoy la cámara catalana.
Es por eso que el Parlament de Catalunya ha reiterado la defensa de la celebración de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, como piden las Naciones Unidas en varias resoluciones, "como mejor vía democrática para la resolución pacífica del conflicto sobre el estatus del Sáhara Occidental". En este sentido, se ha reclamado que la solución al enfrentamiento, herencia de la colonización española en el África, pasar por "un enfoque multilateral y constructivo que respete un principio básico como es el derecho a la libre autodeterminación del pueblo saharaui".
Sánchez da la espalda
El pasado 18 de marzo, el presidente español Pedro Sánchez ya enterró la independencia del Sáhara cuando defendió que el plan de autonomía para el pueblo saharaui presentado por las autoridades marroquíes en el 2007 era "la base más seria, creíble y realista" para llegar a una solución. En una carta al rey Mohamed VI, el español confirmó el giro radical sin precedentes en la posición neutral que habían mantenido hasta entonces los gobiernos del Estado, en línea con el clamor de las Naciones Unidas. La decisión levantó el rechazo del Frente Polisario y de la comunidad saharaui, pero también de todos los partidos del Congreso de los Diputados y despertó una nueva crispación entre los socios del gobierno de coalición.