Nueva ofensiva de Ciutadans. Los naranjas han presentado una moción en el Parlament, que forzará a la cámara catalana a votar la reprobación del conseller de Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, en el pleno de la semana que viene. No es la primera vez que el partido españolista apuesta por esta estrategia: de hecho, la semana pasada el Parlament ya votó la reprobación de la presidenta de la cámara, Laura Borràs, también a instancias de Ciutadans. Ahora, el blanco es Cambray, precisamente por su medida de avanzar el calendario escolar. Así, los naranjas han reprochado "la imposición y absoluta falta de diálogo con los diferentes sectores de la comunidad educativa" en la toma de esta decisión.
La moción, avanzada por la ACN, también pone al conseller y su departamento en el punto de mira por otras cuestiones. Así, se exige al Govern de la Generalitat restablecer la comunicación fluida entre los centros, docentes y las unidades administrativas de la Conselleria. Y también se reclama reconsiderar la decisión de eliminar las calificaciones trimestrales para los alumnos de primaria y secundaria, ya que creen que la medida "puede tener efectos perjudiciales para que los niños alcancen el necesario sentido del deber y la cultura del esfuerzo".
El cambio de calendario, muy criticado
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, anunciaron hace casi un mes que a partir del próximo curso (el 2022-2023) las clases empezarán el 5 de septiembre con respecto a la primaria y a la educación infantil, mientras que los alumnos de ESO, bachillerato y formación profesional empezarán el día 7 de septiembre. Ahora bien, la finalización del curso se mantiene como: acabará a finales del mes de junio. La medida ha sido duramente criticada por los sindicatos.
El USTEC pidió inmediatamente la dimisión del conseller Josep Gonzàlez-Cambray: su portavoz, Iolanda Segura, en declaraciones en ElNacional.cat, se mostró sorpresa. "Es impresionante, esto ya es el colmo y una auténtica irresponsabilidad", manifestó. Según el sindicato mayoritario de los trabajadores del mundo de la enseñanza, Educación acababa de lanzar "una bomba de humo" con el anuncio de este cambio. Y opinaba que se había hecho para "tapar todo lo que tiene relación con el borrador del nuevo currículum y el 25% de castellano en las aulas catalanas".
Fracaso en la reprobación de Borràs
La semana pasada, los de Carlos Carrizosa ya llevaron al Parlament una moción que instaba la cámara catalana a reprobar a su presidenta, Laura Borràs. El intento quedó rechazado gracias al voto negativo de las tres formaciones independentistas, Esquerra Republicana, Junts y la CUP. En el documento, los de Carlos Carrizosa situaban su gestión del caso Juvillà y su presencia en el corte de la avenida Meridiana como motivo de peso para declarar su reprobación, e incluso pidieron el voto secreto con el fin de animar a los cupaires a manifestar su descontento por Juvillà, pero los anticapitalistas no cayeron en la tentación.