"Diputados y diputadas, cobramos un pastón". Esta ha sido la afirmación que ha utilizado el secretario tercero de la Mesa y diputado de la CUP Pau Juvillà para cargar contra el proyecto de Presupuestos del Parlament de Catalunya —65,6 millones de euros, un 4,09% más que en el anterior ejercicio— que se ha aprobado este jueves con los votos en contra de los anticapitalistas, comunes y Vox. De momento las cuentas incluyen una previsión de máximos por un desacuerdo que se tendrá que resolver: cómo se tratará la regularización de las dietas de los diputados, que ahora pasan a integrarse en el sueldo de los diputados y por lo tanto, a tributar.
A estas alturas no hay acuerdo entre los grupos sobre cómo materializar el cambio. Una propuesta es que el Parlament cubra la retención del IRPF correspondiente a estas indemnizaciones con la justificación de que la tributación de las dietas no provoque una pérdida de la retribución neta de los diputados. De momento, la aprobación de las cuentas de la Cámara modifica el capítulo presupuestario en el cual se incluyen las indemnizaciones —pasan al apartado de gastos de personal— e incluyen una previsión de recursos por si finalmente el acuerdo es que sea el Parlament el que cubra la retención del IRPF de las dietas.
La CUP ha cargado contra esta opción, ya que considera que en lugar de subir el presupuesto, tendría que ser cada diputado el que lo asuma y no todos los ciudadanos: "Tiene que ir a cargo del diputado y diputada, porque cobramos lo suficiente", ha dicho Juvillà, y ha alertado de que esta medida puede servir para "subir el sueldo por la puerta de atrás". La diputada de los comunes Susanna Segovia, a su vez, ha manifestado sus dudas sobre esta cuestión y ha sostenido que en ninguno de los casos tiene que comportar un aumento del gasto de la Cámara. Por último, el diputado de Vox Joan Garriga ha considerado que el aumento del presupuesto es "una falta de respeto" para los ciudadanos, y ha invitado a los diputados a salir a la calle para explicárselo a todos los que están pasando una mala situación económica.
65,6 millones: niveles del 2010
El presupuesto aprobado a estas alturas es de 65,6 millones, una cifra que recupera los niveles del 2010, momento a partir del cual empezó a bajar por la crisis financiera y los recortes en el presupuesto parlamentario. El principal aumento está en el capítulo primero, donde se incorpora precisamente la regularización de las dietas que según ha asegurado la vicepresidenta de la Mesa, Alba Vergés, se hace para ampliar la transparencia.
Con respecto al último presupuesto de 2021 —el año 2021 no se hizo, sino que se prorrogó— hay un incremento del 4,09% y se incorporan también medidas para trabajar por la perspectiva de género, la lucha contra el cambio climático y la transformación digital. Asimismo, también se contemplan aumentos en los gastos de personal, ya que se ha incrementado el número de grupos parlamentarios esta legislatura y porque el personal de los grupos ahora es considerado personal eventual del Parlamento.
Una vez aprobadas las cuentas de la cámara, el Govern las podrá incluir en el proyecto de presupuesto de la Generalitat del año que viene. Precisamente, el conseller de Economia, Jaume Giró, anunció ayer que tiene previsto aprobar las cuentas de la Generalitat a principios de noviembre.