El sábado 1 de febrero Clara Ponsatí será oficialmente diputada del Parlamento Europeo y el 10 de febrero ya se sentará en su escaño en el pleno ordinario de la institución en Estrasburgo. "Se le viene encima mucho trabajo" —como ha dicho ella misma al recibir la noticia— después de las trabas de la Junta Electoral Central y meses de burocracia.

Una vez formalizado el Brexit, la Eurocámara no ha tardado en reaccionar y ha publicado los nombres de los nuevos eurodiputados que corresponden al estado español después de la retirada de los europarlamentarios británicos.

El comunicado incluye al resto de eurodiputados que entran en el Parlamento Europeo a partir de mañana. Al estado español le corresponden 59 escaños, cinco más de los que tiene actualmente. Los ocuparán, en este orden, Marcos Ros del PSOE, Margarita de la Pisa de Vox, Gabriel Mato del PP, Adrián Vázquez de Ciutadans y Clara Ponsatí de Lliures per Europa.

Hace justamente una semana, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ya proclamó a Ponsatí como eurodiputada electa. Teniendo en cuenta la sentencia del TJUE, Ponsatí dispone de inmunidad parlamentaria y puede ser eurodiputada después del 31 de enero.

Ponsatí decidió no presentarse a la jura de la Constitución Española en Madrid ni el martes ni el jueves, argumentando su condición de exiliada. Consecuentemente, la JEC —quien la había citado— acordó dejar "temporalmente vacante" el escaño de eurodiputada de Ponsatí, y así lo comunicó al Parlamento Europeo, que no parece haberlo tenido en cuenta.

El juicio, el 11 de mayo

El juez de Edimburgo fijó el juicio a Ponsatí para el 11 de mayo y se prevé que pueda alargarse entre tres y cuatro semanas.

Dos meses antes, el 5 de marzo, se debatirán cuestiones argumentales, aunque no está previsto que Ponsatí se presente ni tampoco se citará a los testigos.

Si el juicio de extradición de Ponsatí se anula definitivamente y consigue la inmunidad, supondría un nuevo batacazo para la justicia española. Anteriormente el juez escocés ya decidió no retirarle el pasaporte como pretendía Llarena.