Una de las cuatro mesas de trabajo más intensas entre la CUP y JxSí es la que intenta construir el plan de choque social, un pilar básico de la negociación de la investidura. "Celebramos reuniones maratonianas de hasta cuatro horas seguidas", aseguran a El Nacional negociadores de ambas formaciones. La CUP y Junts pel Sí (JxSí) tienen asumido que este plan choque es absolutamente indispensable para coser el acuerdo de investidura y marcar el tempo de este pacto.

La CUP considera que presentar este acuerdo en el Parlament es el "mascarón de proa" del pacto para formalizar Gobierno y dibujar su hoja de ruta. "Es imprescindible para cerrar un acuerdo marco", añaden fuentes cuperas. Su planteamiento inicial se configura en las 39 medidas concretas de urgencia que ya han puesto sobre la mesa.

Raíz social del proceso

"Hay una prisa relativa, esto es ritmo de maratón: cuesta mucho pero no se puede parar, tenemos que ir con ritmo pero sin perder fondo", explica uno de los negociadores. "Este plan será la medida con que mucha gente podrá captar el fundamento de raíz social del procés y, por lo tanto, tiene que hacerse bien, muy bien, a pesar de la contingencia de no tener ni un euro", explican con rostro serio los sastres de lo que tiene que ser el "vestido social" tangible del proceso. En esta mesa se sientan Toni Comín, Neus Munté y Lluís Llach, por parte de JxSí, con apoyo externo de Pere Aragonès, y dos pesos pesados de la CUP, Eulàlia Reguant y Josep Manel Busqueta, con la logística del comité de estrategia cupero, que filtra y organiza la información que reciben los negociadores para orientar las conversaciones.

Caja vacía

"La principal contingencia que tenemos es que ¡no hay un euro!", explican fuentes de ambos lados. "Vamos lentos, cuesta mucho elaborar un proyecto social sin recursos y con la caja vacía", añaden. "Poco a poco, todos nos vamos concienciando de la situación y constatamos que hay cosas que no se pueden hacer. Cuando no se puede, no se puede y no es por falta de ganas", apuntan a este diario tanto negociadores de JxSí como de la CUP.

La intensidad y el detalle de las reuniones ha hecho bajar a la arena de la negociación al secretario general del Departament d'Economia, Albert Carreras, número dos y hombre de máxima confianza del conseller Andreu Mas-Colell. En una densa reunión, Carreras aportó la documentación del departamento con los magros números de la caja de la Generalitat, para que los negociadores cuperos se hicieran una idea de la magnitud de la tragedia, según ha podido saber El Nacional.

También Aragonès ha participado en algunos encuentros. "Es muy difícil encontrar recursos para este plan sin hacer malabarismos contables", admiten desde la CUP que, por encima de todo, quieren un plan realista y tangible de aplicación inmediata. Un objetivo que comparten los negociadores de JxSí, ubicados en el ala izquierdista de la coalición.