El plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el gobierno de Pedro Sánchez prevé presentar este miércoles en el Congreso -y que tiene que enviar a Bruselas antes del 30 de abril- incluye, entre otras cuestiones, una reducción de los contratos de trabajo a tres modalidades.
Concretamente plantea un contrato estable para el conjunto de las actividades, otro temporal para los trabajos de esta naturaleza y una de formación. El texto, de 211 páginas, subraya que entre el año pasado y lo que va de este se han abordado las reformas "más urgentes" en respuesta a la pandemia, como los ERTE o la regulación del teletrabajo, pero al mismo tiempo subraya la necesidad de una reforma de más alcance para, entre otros, asegurar lugares de trabajo a los colectivos más afectados por la desocupación.
Atacar este frente, indica el ejecutivo, implica "centrar los esfuerzos" en el primer semestre en un plan de choque contra el paro juvenil, la modernización de las políticas activas de empleo y del SEPE y el establecimiento de un mecanismo transitorio de ERTE hasta finales del 2021 que impulse la reincorporación de los trabajadores.
En paralelo, añade el texto, se negociarán las reformas de más alcance avanzando en cinco elementos, simplificación de contratos, nuevo mecanismo de estabilidad en la ocupación y el apoyo a la transición, modernización de la negociación colectiva, regulación de subcontratos y revisión de las bonificaciones.
Reforma de las pensiones
Con respecto a las pensiones el texto prevé una reforma del sistema en el marco del Pacto de Toledo. Así, "para reequilibrar el sistema", se incorporarán ajustes e incentivos para "aproximar la edad efectiva de jubilación a la legal" -el ministro Escrivá anunciaba ayer pagos de hasta 11.000 euros por año de jubilación aplazado-, se modificará el sistema de cotización de trabajadores autónomos, se promoverá el desarrollo de "sistemas complementarios de pensiones" y "se culminará la separación de las fuentes de financiación", entre otros.
Además, el texto recuerda que en la línea de reforzar la sostenibilidad del sistema a largo plazo, el ejecutivo ha impulsado las tareas de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo para la reforma de las pensiones, que en noviembre del 2020 ofreció una serie de recomendaciones. Ya se están incorporando una serie de ajustes que han eliminado los regímenes especiales y progresivamente van aumentando la edad de jubilación, "en línea con el aumento de la esperanza de vida", hasta llegar a los 67 años en el 2027.