ERC ganó las elecciones generales a Catalunya con 870.000 votos y la promesa de transitar por la vía pragmática de la negociación. Y los de Junqueras mantienen la apuesta a pesar de las críticas del resto de partidos independentistas. 2020 empezaba con un acuerdo entre los republicanos y el PSOE para investir a Pedro Sánchez y acaba con los mismos actores tejiendo una nueva alianza para aprobar los presupuestos del Estado. La dirección de ERC, con el vicepresidente Pere Aragonès al frente, ha validado el acuerdo en una reunión de la ejecutiva del partido, este miércoles por la mañana. El texto prevé que Catalunya reciba 2.339 millones de euros de los presupuestos de 2021. La inversión mayor de los últimos años. Por primera vez, recibirá más de lo que contribuye en el PIB. Los republicanos han incorporado una "cláusula de cumplimiento" para garantizar que el Gobierno cumple con los pagos comprometidos.

Lo que hace sólo 24 horas era un preacuerdo, que anunciaba Gabriel Rufián en Madrid, se siguió trabajando a lo largo del día para transformarse en un documento definitivo. Además de los 4 compromisos que explicó ayer la jefe de filas de ERC en Madrid -acabar con la intervención de las cuentas de la Generalitat vigente desde 2015, eliminar el dumping fiscal de Madrid, la moratoria del pago de las cuotas de autónomos hasta marzo de 2021 y la liquidación de la deuda pendiente en becas-, ERC ha arrancado el compromiso del PSOE para que Catalunya pueda gestionar el ingreso mínimo vital -una concesión exclusiva hasta ahora en Euskadi y Navarra- y más inversión en infraestructuras. Además, la Generalitat podrá administrar directamente los recursos que lleguen de Europa.

La cifra de 2.339,4 millones de euros es la suma de lo que recibirá Catalunya por transferencia directa de los presupuestos, 2.099 millones, y las transferencias de capital previstas. De esta manera, el porcentaje de inversión del Estado con Catalunya llegará al 19,1% del PIB español. Según ha adelantado Pere Aragonès, eso quiere decir que "por primera vez" Catalunya recibirá más dinero de su peso en el PIB estatal. Por eso, Aragonès ha destacado que se trata de un "acuerdo exigente". Asimismo ha dejado claro que "no es ningún cheque en blanco". Prueba de eso, ha explicado, es que el pacto alcanzado con el PSOE incluye una "cláusula" para controlar que el Estado español no decida saltarse los compromisos, como ha ido haciendo a lo largo de la historia.

"Ser útiles en el día a día"

Los encargados de hacer público el acuerdo con el PSOE han sido Gabriel Rufián y Pere Aragonès. Lo han hecho en una comparecencia virtual, a caballo entre Madrid y Catalunya.

El primer mensaje, de Rufián, para justificar la alianza. "Hay que gestionar el día a día y el mientras tanto", porque en la situación actual, ha dicho, "no hay margen para la magia". Los republicanos defienden su actitud responsable. "Ser útiles no nos hace menos independentistas".

Rufián ha puesto en valor que esta nueva alianza confirma un "cambio de paradigma" en España en relación a los últimos 40 años, cuando el Estado sólo pactaba con "los nacionalismos de derechas catalán y vasco". Ahora, ha reivindicado, "están obligados a pactar con la izquierda independentista".

El acuerdo acabó de desencallarse el lunes por la tarde, según confirman fuentes conocedoras de las negociaciones a ElNacional.cat. Después de esquivar el alud|avalancha de preguntas sobre el tema, durante la rueda de prensa de cada lunes, la portavoz y secretaria general adjunto, Marta Vilalta, salía a toda velocidad de la sede de ERC hacia Madrid para reunirse con Rufián y el resto de miembros de la comisión negociadora con el PSOE.

Madrid, en pie de guerra

Uno de los puntos más destacados del acuerdo de presupuestos entre ERC y PSOE fija el objetivo de revisar el impuesto de grandes fortunas para acabar con el dumping fiscal de Madrid, o lo que es lo mismo, que las rentas más altas opten por tributar en la capital de espanya porque allí pagan menos impuestos.

El anuncio ha revuelto a la presidenta de la comunidad, la popular Isabel Díaz Ayuso, que ha desplegado toda su ira contra socialistas y republicanos con una amenaza explícita: que será "la peor pesadilla de quien toque el bolsillo de los madrileños".

La pinza con Podemos i Bildu contra Cs

El apoyo de los 13 diputados de ERC en el Congreso, sumados a los 5 de Bildu y los 6 del PNV deja en fuera de juego Ciudadanos, que a lo largo de las últimas semanas había mostrado a Pedro Sánchez su predisposicón a ceder sus 10 escaños en Madrid. Unos votos que ahora son innecesarios, porque el gobierno PSOE-Podemos vuelve a contar con la mayoría que hizo posible la investidura.

El ala más conservadora de los socialistas había presionado Sánchez para que priorizara un acuerdo con Arrimadas. Finalmente, sin embargo, se ha acabado imponiendo la estrategia del vicepresidente Pablo Iglesias, que ha estirado al presidente español hacia la repetición del pacto con la izquierda independentista catalana y vasca.

JxCat reniega del pacto

Como ya pasó cuando en enero ERC firmó el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez, Junts per Catalunya ha puesto el grito en el cielo por esta nueva alianza.

Primero fue la jefa de filas de los de Puigdemont en Madrid, Laura Borràs, que compareció para criticar que "no se consigue nada para Catalunya negociante lo que ya era nuestro".

Un dardo que ha rematado Quim Torra. El presidente ha escrito en su cuenta de Twitter que "uno de los honores mayores" de su carrera política es no haber aprobado "ningún presupuesto español" mientras él fue presidente.