Los socialistas ponen el grito en el cielo por el toma y daca entre el Govern de la Generalitat y la CUP por los presupuestos. La portavoz del grupo parlamentario del PSC, Alícia Romero, ha acusado en el gobierno de Pere Aragonès de mercadear con Catalunya para conseguir que le aprueben los presupuestos. "¿Qué precio está dispuesto a pagar?", ha preguntado.
Romero ha acusado al Ejecutivo de Aragonès de utilizar como "moneda de cambio" los Mossos d'Esquadra y la recuperación económica para seducir a la CUP, a quien ha definido como: "un partido radical de extrema izquierda que, en general, lo que hace es desequilibrar el gobierno".
Ha lamentado que proyectos como el del Hard Rock o los Jocs Olímpics d'Hivern se tambaleen, solamente para convencer a la CUP. "Se está vendiendo el país a la CUP, pero no ahora, desde hace tiempo", ha afirmado.
Para más inri, la portavoz socialista ha lamentado cómo se están negociando estos presupuestos: a través de los medios. Ha asegurado que todo degrada la imagen de las instituciones.
Dispuestos a descolgar el teléfono
El PSC se sigue erigiendo en la alternativa a la CUP, ya que han reiterado que están dispuestos a "descolgar el teléfono". Sin embargo, Romero ha remarcado que quien tiene que dar el primer paso para negociar los presupuestos con los socialistas el Gobierno.
Romero ha reiterado que los presupuestos presentados no les gustan, sin embargo que el PSC está dispuesto a trabajar para mejorarlos y que sean aprobados, ya que son "conscientes de que Catalunya necesita presupuestos para el 2022".
Compromiso de Illa
El líder parlamentario del PSC, Salvador Illa, pidió ayer "seriedad" al debate sobre los presupuestos catalanes y reiteró que si la CUP presenta una enmienda a la totalidad, su partido "hará todo el que tenga que hacer" para que Catalunya no se quede sin unas nuevas cuentas para 2022.
Illa considera que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tiene que decidir si quiere que sus políticas estén marcadas por los planteamientos "radicales" de la CUP o por la "centralidad" y la "sensatez" de PSC-Units.
En este sentido, y aunque desde el Gobierno insistan en que los cupaires son sus "socios prioritarios" y hagan caso omiso de los ofrecimientos de los socialistas. Pero desde el PSC han repetido este viernes que si la CUP presenta una enmienda a la totalidad, considerarán que el acuerdo de gobierno está roto. Aunque Romero ha reconocido que técnicamente la enmienda a la totalidad se puede acabar retirando.