"España es un estado de derecho donde las comunicaciones sólo se intervienen si es por orden de un juez. Es un estado de derecho donde se respetan los derechos fundamentales". Con estas palabras ha cerrado filas con la Moncloa la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, después de las últimas informaciones sobre el espionaje a líderes independentistas, y ha expresado toda su confianza hacia el Gobierno, después de que este se haya desentendido del CatalanGate.

 

En rueda de prensa la portavoz socialista ha admitido preocupación por el hecho de que haya espionaje contra líderes políticos, porque "no es una buena noticia para la democracia", pero ha querido restar importancia a la cuestión y ha pedido que no afecte al Govern a la hora de gestionar el día a día: "Nos preocupa que eso despiste de gobernar Catalunya. Eso es lo que nos preocupa, que eso despiste o distraiga de resolver los problemas de la gente, que son muchos y graves".

Mantener la mesa de diálogo

En cualquier caso ha insistido que está convencida que el gobierno español dará explicaciones y tomará las medidas necesarias para llegar hasta el final: "Estamos convencidos de que España luchará e investigará para dar todas las explicaciones necesarias", y también ha esperado la "inteligencia necesaria" para que esta cuestión no afecte a las relaciones entre Pedro Sánchez y el gobierno catalán: "El Gobierno de España ha dado bastantes ejemplos del compromiso con el diálogo con Catalunya, del compromiso de rehacer las relaciones con el gobierno de Catalunya con la mesa de diálogo y las comisiones bilaterales", ha dicho, aunque la mesa de diálogo siga sin fecha ni concreciones. En cualquier caso, ha pedido al ejecutivo de Pere Aragonès que mantenga el compromiso firme en el diálogo.

Romero ha cerrado su intervención restando todavía más importancia al espionaje, y es que ha dicho que no les gusta hacer conjeturas sobre "informaciones no contrastadas", y ha asegurado que la información sobre el CatalanGate no es nueva, en referencia a cuándo salieron las primeras polémicas de espionaje, donde entre otros había como afectado el entonces presidente del Parlament, Roger Torrent.

Las declaraciones de Romero se han producido en paralelo a la rueda de prensa que estaban haciendo partidos y entidades independentistas en el Parlamento europeo por esta cuestión. Uno de los temas que se han reiterado es sobre las relaciones del govern catalán con el español, en una mesa de diálogo que apuntala ERC y que Junts rechaza. El presidente de Junts Carles Puigdemont ha sido preguntado sobre si creen que ERC tendría que romper con la Moncloa, y así ha opinado: No pueden hacer ver que eso no ha pasado. Las relaciones con Catalunya no pueden seguir como hasta ahora, porque esto cambia mucho las cosas. El conjunto del independentismo tiene que orientar sus acciones teniendo en cuenta esta realidad. Pido que eso tenga consecuencias políticas, pero no me refiero a nadie en concreto".