Durante años, la Universitat Catalana d'Estiu ha sido vista como un espacio de acceso exclusivo para el independentismo. No es sorprendente cuando se observan las temáticas y los protagonistas que ha tenido últimamente. El año pasado, por ejemplo, y con el lema 'Hacer de los Països Catalans una nación normal', el acto acogía al expresidente de la Generalitat Quim Torra, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, el vicepresidente, Jordi Puigneró, y el exconseller Joaquim Forn. También la edición de este año, con un lema bastante similar que es 'Països Catalans, Europa, España: Conflictos, aspiraciones, posibilidad,' ha mostrado su tendencia ideológica, invitando de nuevo a Laura Borràs, el ex-primer ministro escocés Alex Salmond y la ANC y Òmnium.
Ahora bien, entre todas estas caras también ha habido una que ha causado sorpresa: la de un miembro del PSC. Ferran Pedret, diputado en el Parlament y secretario primero de la Mesa, ha asistido este año para defender su visión de un modelo de "república federal democrática y social" para Catalunya y Europa. Como es de esperar, también se ha pronunciado en contra de un referéndum de independencia, expresándose partidario de "no votar sobre lo que claramente es un desacuerdo, sino intentar buscar un acuerdo y someterlo a votación", e incluso compartió que no cree que "cada nación tenga que ser un Estado". Unas declaraciones que hizo el pasado sábado y que, a pesar del malestar que podrían causar entre los asistentes, no generaron críticas ni protestas como sí que lo hizo la defensa de la mesa de diálogo que hizo el lunes la consejera Laura Vilagrà.
Este martes, y durante el acto de clausura, el presidente de la UCE, Jordi Casassas, ha celebrado la actitud del público. "Pedret presentó, después de otros políticos que decían la suya, su programa federal, antinacionalista, y catalanista. La gente lo escuchó, se le hicieron comentarios y preguntas y se le aplaudió protocolariamente", ha explicado. "Me llenó de satisfacción".
Pasqual Maragall, el último en 2012
Y es que, como también ha indicado Casassas, este es el primer año "después de muchos" en que un representante del PSC ha acudido a la UCE. Mirando la hemeroteca, se puede comprobar que precisamente hace diez años desde que el último socialista ha asistido. Fue el expresidente de la Generalitat Pasqual Maragall, quien recibió el premio Canigó que otorga la universidad por su trayectoria en 2012. Un año antes, el líder de las juventudes socialistas Javier López también asistía a un acto. El espacio de los comunes este año no ha podido estar, alegando que fueron invitados con "muy poco margen y no encajó por agenda". El último en ir fue el cabeza de lista de Catalunya sí que es pot Lluís Rabell en 2015.
El presidente de la UCE también se ha mostrado satisfecho que, con la presencia de Pedret este año, se haya ampliado la esfera e ido más allá de la asistencia independentista. "La universidad no es una burbuja", ha defendido. "En algunas ocasiones se nos ha criticado que quizás somos demasiado políticos, que hay demasiado política. No somos una burbuja, somos el reflejo de una realidad altamente politizada y reivindicativa". Con eso en mente, Jordi Casassas ha afirmado que, para demostrar que la UCE no es "la universidad de ningún partido", es necesario evidenciar una realidad "plural, crítica y respetuosa". Ferran Pedret ha hecho eso posible.