El sumario de los CDR detenidos el 23 de septiembre intenta implica el presidente de la Generalitat Quim Torra en toda la operación supuestamente terrorista en la que la Guardia Civil acusa los 9 detenidos, 7 de ellos en prisión preventiva y que investiga la Audiencia Nacional.
La investigación apunta a un supuesto asalto al Parlamento de Catalunya, donde el presidente Quim Torra se tendría que quedar cerrado, encargado por el mismo departamento de presidencia, aunque después también dice que el ideologo sería un supuesto CNI catalán.
El sumario en el cual ha tenido acceso El Nacional reproduce la declaración de uno de los detenidos, Ferran Jolis, que explica ante la Guardia Civil en el cuartel de Tres Cantos que la intención era que el presidente Torra entrara en el Parlamento y "se quedara cerrado dentro para el día D". Jolis justifica su conocimiento de la operación porque le habrían pedido consejo sobre la viabilidad de las comunicaciones dentro del Parlamento durante una semana.
Según esta declaración recogida en el sumario de la operación Judas, se pretendía asaltar y ocupar el Parlamento el día en que se hiciera pública la sentencia del Tribunal Supremo. Y el objetivo era atrincherarse una semana con el presidente de la Generalitat. La finalidad era "subvertir la orden constitucional".
El detenido Ferran Jolis habría recibido el encargo de Xavier Buigas, otro de los arrestados, que según el sumario dice dice que la ocupación se haría "por la puerta principal del Parlamento, ya que se les facilitaría el acceso desde el interior".
Para montar la logística, "un grupo reducido de personas", se encargarían de "alquilar inmuebles y locales que les proporcionen seguridad y el establecimiento de bases de intendencia". Según la investigación el 8 de octubre de 2018 Ferran Jolis ya habría aceptado el encargo de confeccionar "una red de comunicaciones seguras e indetectables para poder mantener comunicaciones" entre el interior y el exterior del Parlamento, que consistiría en "la usurpación" de puntos wifi en establecimientos y restaurantes próximos.
El Equipo de Respuesta Táctica
En septiembre del 2018 se crea, según describen los informes policiales del Sumario de la operación a Judas, el ERT, Equipo de Respuesta Táctica, "una célula que elevara la intensidad y la naturaleza de las acciones llevadas a cabo, a un nivel superior".
Según la investigación es Ferran Jolis quien crea el ERT a partir de su experiencia, conocimientos técnicos y creación de la Comisión Nacional de Seguridad de los CDR. Según la declaración de Jolis, el ERT tenía que ser "un equipo bastante bestia".
Este grupo, según el informe de la Guardia Civil, disponía de infraestructura organizada a nivel técnico y táctico, y "amplios recursos económicos y capacidad de movilizar miles de personas". EL ERT, dice la Guardia Civil, asumió el encargo.
A partir de la creación del ERT Ferran Jolis se desvincula de los CDR. Dice el sumario: "se desvinculó de la actividad más pública de su CDR, ya que a partir de este momento no podía exponer-ya que, si le cogían con el material, su equipo, las telecomunicaciones, los protocolos, los operativos de seguridad y los repetidores, lo meterían en la prisión. En esta misma ocasión, incluso, llegó a manifestar literalmente que "si me pillan me meterán terrorismo v banda organizada", dejando patente que era consciente de la gravedad de los delitos que podría estar cometiendo".
Además de Jolis, "este grupo estaría integrado, en origen, por Xavier BUIGAS LLOBET, perteneciente al CDR de Folgueroles, Clara BORRERO MIRALL, David Budría ALTADILL, Eduardo GARZÓN BRAVO, pertenecientes al CDR de Cerdanyola, y Xavier Guillem DUCH PALAU, perteneciente al CDR de Sabadell Centre y destacado miembro de la Comisión territorial del Vallès Occidental".
Las primeras acciones
La Guardia Civil seguía a los detenidos desde el 15 de noviembre del 2018. La policía instala medios técnicos de seguimiento y localización de los vehículos. Les pinchan los teléfonos y los siguen allí donde van.
De estos seguimientos acaban determinando las primeras acciones del ERT y les acaban atribuyendo la movilización y protestas del 1 de octubre del 2018, en motivo del primer aniversario del referéndum; las movilizaciones del 21-D en motivo del Consejo de Ministros en Barcelona; y las acciones del 1 de febrero del 2019 cuando se trasladan los presos a Madrid para al inicio del juicio. De hecho, es aquel día que la Guardia Civil acaba incluyendo en la investigación los identificados en Lledoners que estaban junto al vertido de aceite en la carretera y que todavía están, también investigados por eso.
Una reunión infructuosa con la hermana de Puigdemont
Siempre según el informe de la Guardia Civil, la primera acción de los encausados fue "una reunión dentro de un vehículo en movimiento con la hermana del expresidente Puigdemont donde se entregó material super confidencial". Tuvo lugar el 15 de septiembre del 2018 "entre unas medidas de seguridad realmente excepcionales propias de organizaciones criminales o terroristas". El relato sostiene que utilizaron "vehículos lanzadera, vehículos posteriores de contra vigilancia, telecomunicaciones seguras y emisoras". Del análisis que hace la Guardia Civil de las llamadas entre Jolis y Buigas, el objetivo es "entregar documentación sensible y establecer comunicaciones seguras" entre los presidentes Puigdemont y Torra.
La reunión con Montserrat Puigdemont sólo fue una y nunca más tendrían noticias de ella. Los medios españoles que después de las detenciones hicieron referencia a la reunión hablaban de Anna Puigdemont, otra hermana del presidente. Ella misma lo desmintió.
En la declaración ante la comandancia de Tres Cantos, Ferran Jolis explicó que la hermana del presidente en el exilio, que había conocido en una cena popular en Santa Perpètua de Mogoda, estaba siendo vigilada. Alguien le habría sugerido que Jolis podría ayudarla, y le pidió la creación de una cuenta de correo seguro para hablar con su hermano. Antes de nada, Jolis fue a hacer un reconocimiento de terreno para decidir la ubicación del encuentro.
Montserrat Puigdemont pidió que el encuentro fuera discreto, según el sumario. Aquel día, Ferran Jolis fue con Xavier Buigas en el coche de Jordi Ros, que no asistió. En otro coche iban David Budria y Eduard Garzón como medida de seguridad. Como nadie seguía a la hermana del presidente, que había llegado en tren, subió al primer coche. Según el relato de Jolis, circularon por la C-17. A los asientos traseros iban él y Puigdemont.
La conversación, siempre según el testigo, habría ido de la siguiente manera. Jolis le preguntó a Puigdemont por qué vía se comunicaba con su hermano. Puigdemont respondió que la mayoría de golpes por Signal o videollamada. Jolis le sugirió que utilizara el sistema de correo electrónico ProtonMail encriptando las comunciacions. Quedaron en que Puigdemont llamaría a Jolis para enseñarle a hacerlo, pero ella no se puso más en contacto con él. En Cerdanyola del Vallès bajó del vehículo.
Los dos CDR que más declararon
Más allá de los indicios de la Guardia Civil contra los nuevo CDR encausados, Ferran Jolis y Jordi Ros son la principal fuente de testigos de la causa, hasta hace nada bajo secreto de sumario. Sus circunstancias durante el procedimiento también son particulares. Los dos optaron por tener un abogado de oficio, a diferencia de los otros cinco encarcelados, representados por el colectivo Alerta Solidaria.
También los dos quisieron declarar a la Comandancia de la Guardia Civil en Tres Cantos, explicando todos estos detalles. El resto no lo hicieron. Una vez en la Audiencia Nacional, los dos respondieron a las preguntas de la Fiscalía. La declaración de Ros duró 55 minutos y la de Jolis 51 minutos. El resto sólo respondieron a las preguntas de su defensa.