El pleno del Tribunal Constitucional mantiene la inhabilitación del president Quim Torra.
El tribunal ha admitido a trámite, por unanimidad, el recurso que presentó al día siguiente de la sentencia firme el abogado de Torra, pero no le da la razón y rechaza que se le restituya ahora mismo como president de Catalunya mientras resuelve el fondo del recurso de Gonzalo Boye. Rechaza, pues, las medidas cautelares que pedía el letrado, que tendrá que esperar la decisión definitiva antes de llevar el caso a Europa.
El pleno del Tribunal Constitucional considera que "hay una especial trascendencia constitucional porque el asunto suscitado trasciende del caso concreto porque plantea una cuestión jurídica de relevante y general repercusión social o económica y porque pudiera tener unas consecuencias políticas generales".
El Tribunal rechaza restablecer a Torra como president mientras no resuelve el recurso porque "no aprecia la urgencia excepcional a la cual se refiere el art. 56.6 de la Ley Orgánica de Tribunal Constitucional, por lo cual no procede resolver inaudita parte, ya que la pena de inhabilitación especial se ha hecho efectiva y, además, porque el asunto presenta elementos sustantivos específicos que abogan por un estudio meditado y contradictorio de la pretensión cautelarísima instada". Y, en este sentido, acuerda abrir una pieza separada de suspensión y trasladar a la Fiscalía y a Boye el plazo para que hagan las alegaciones que consideren.
¿Y ahora qué?
Ahora hay que esperar la resolución del Tribunal Constitucional. La decisión de hoy de admitir a trámite el recurso, pero no aplicar las medidas cautelares pedidas por Boye que habrían dejado en suspenso la inhabilitación, sólo juega a favor de la justicia española.
Se abre un tiempo incierto para que el TC decida finalmente si rechaza o no la inhabilitación del president de la Generalitat. Y no hay plazo previsto.
Hasta que no resuelva el Tribunal Constitucional, Gonzalo Boye no podrá recurrir al Tribunal de Derechos Humanos.