El pleno del Tribunal Constitucional (TC) ha rehusado "por unanimidad" las recusaciones planteadas contra los magistrados Concepción Espejel y Enrique Arnaldo que presentaron los líderes independentistas condenados por el Supremo y también en el exilio, y que todavía no se había pronunciado sobre su recurso de amparo. En un comunicado, emitido este mediodía, se informa de que el pleno jurisdiccional ha decidido rehusar las 33 recusaciones planteadas y defiende la "legitimidad" de los dos magistrados, al ser escogidos por los tres poderes del estado español. La sentencia se conocerá en los próximos días, según un comunicado del TC.
El expresident Carles Puigdemont y el exvicepresident Oriol Junqueras, junto con otros encausados, denunciaron las estrechas relaciones de Espejel con el PP y las expresiones de Arnaldo contra los independentistas catalanes, hechos por los cuales no podían revisar sus recursos de amparo contra su condena por sedición o su procesamiento.
Ante la avalancha de recusaciones, el TC dedica un fundamento específico a poner de manifiesto la “legitimidad de origen de los magistrados del Tribunal, al ser escogidos por los tres poderes del estado español”, hecho ―según el comunicado― que “se proyecta en la pluralidad de perspectivas jurídicas que confluyen en las deliberaciones y decisiones del órgano colegiado, expresión de la idea de pluralismo político”.
La resolución del TC indica que “la salvaguardia del ejercicio de la jurisdicción constitucional reclama, y justifica al mismo tiempo que, para dictar esta resolución, no se tiene que excluir de la conformación del pleno a ninguno de sus magistrados presentes”, porque “en la defensa de la jurisdicción del tribunal todos sus magistrados están llamados, sin que haya que hacer distinciones entre los magistrados recusados y los que se abstuvieron”.
En la resolución, el TC expresa que no es posible excluir a los dos magistrados recusados porque el tribunal quedaría sin el cuórum de ocho magistrados necesarios para resolver las causas. El pleno, además, rehúsa los motivos de recusación basados "en meras afirmaciones huérfanas de todo apoyo en hechos concretos". Y descarta "que pueda fundarse una duda legítima de imparcialidad con la exteriorización jurisdiccional de un criterio jurídico al resolver un proceso o al discrepar de lo resuelto con un voto particular". Se afirma que "no solamente el Tribunal Constitucional, sino también el resto de tribunales jurisdiccionales tienen que ser integrados por jueces que no tengan la mente vacía sobre los asuntos jurídicos sometidos a su consideración".
Recusaciones
A principios de diciembre, se presentó una lluvia de demandas de recusación de los dos magistrados del Constitucional propuestos por el PP. El primero en hacerse público fue el presentado por el líder de ERC Oriol Junqueras, Raül Romeva y Dolors Bassa. Posteriormente, fueron el president Carles Puigdemont, Toni Comín, Clara Ponsatí y Lluís Puig. El último recurso a conocer ha sido el del president Quim Torra. En todos los recursos se pide la recusación por la manifiesta falta de imparcialidad de Arnaldo y Espejel por su afinidad con el Partido Popular, así como los posicionamientos públicos en contra del procés y de los líderes independentistas.
En el caso del escrito presentado por Gonzalo Boye en nombre de Puigdemont, se destaca el "interés notorio" manifestado por los dos por el encarcelamiento del líder de Junts, así como de Comín, Ponsatí y Puig. El escrito recopila numerosos ejemplos de esta imparcialidad. De esta manera, en el caso de Arnaldo, relata como en el libro que ha publicado recientemente Tiempo de Constitución. Límites, controles y contrapesos del poder, se posiciona en numerosas ocasiones a favor de las tesis de la acusación en la instrucción y el juicio al procés seguido en el Tribunal Supremo y califica de "enfermos de sectarismo" a aquellos que criticaron la acusación de rebelión de la Fiscalía. En la misma línea, Junqueras, Romeva y Bassa argumentan en su escrito de recusación que las declaraciones públicas, así como las relaciones personales y de afinidad ideológica de Arnaldo y Espejel "denotan una clara predisposición o prejuicio favorable a las tesis defendidas por las acusaciones y desfavorable, en cambio, a los planteamientos de su defensa".
El tribunal Constitucional está formado por doce magistrados y, según la ley, para adoptar cualquier tipo de acuerdo es necesario que estén presentes al menos dos tercios de los miembros que en cada momento lo compongan. Se da la circunstancia de que actualmente hay un magistrado, Alfredo Montoya, que se encuentra de baja a consecuencia de un ictus que sufrió en agosto, de manera que ahora hay activos once miembros del Constitucional. Si se aceptaba la recusación de Arnaldo y Espejel , y contando los otros dos magistrados con que se han inhibido, solamente habría siete que podrían decidir sobre las causas de los líderes del independentismo, cuórum que está por debajo de los dos tercios que determina la ley. Por eso al final, el pleno del TC ha rechazado las recusaciones.