En la mesa del gabinete de crisis catalán para la gestión de la covid-19 se abrió una rendija cuando la justicia autorizó la solicitud del gobierno valenciano de decretar el toque de queda. A pesar de que horas antes había optado por restricciones menos drásticas, el ejecutivo subió al carro del confinamiento nocturno valenciano. Pocas horas después de recibir el aval definitivo del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, el president de la Generalitat ha anunciado que nada más llegar la autorización se activaría la medida. Confirmado el permiso del TSJC, ha comunicado vía Twitter que entrará en vigor esta misma noche. "Estamos preparados para el toque de queda", ha declarado desde Figueres.
Consciente de la tensión que vive la atenció primaria, donde muchos profesionales ven peligrar las vacaciones por culpa de la quinta ola, Pere Aragonès ha visitado esta mañana el CAP Josep Masdevall Terrades de Figueres. Después de reunirse con sus responsables y con el personal sanitario del centro, ha dado por hecho el aval judicial y ha anticipado que este viernes empezará a operar la prohibición de circular por la calle entre la 1 y las 6 de la madrugada de momento en 161 municipios, que aglutinan la inmensa mayoría de la población catalana, casi 6 millones.
Verano confinado, con permiso del TSJC
La petición hecha a instancias judiciales —un requisito indispensable sin el estado de alarma— es para que tenga una duración de siete días. Pero desde el ejecutivo ya se va avisando de que el toque de queda se alargará bastante más. "Tenemos unas semanas por delante en que operarán estas restricciones", ha resaltado Aragonès. Aunque no ha querido concretar más, fuentes gubernamentales indican que es probable que por lo menos se tenga que estirar hasta mediados de agosto.
Cada semana habrá una revisión de la situación de los municipios afectados por el confinamiento nocturno. Si bajan de los 400 casos por cada 100.000 habitantes, podrá levantarse el toque de queda, del mismo modo que si los hay que estaban por debajo del umbral y lo cruzan, tendrán que cerrar. Cada una de estas nuevas revisiones semanales deberá volver a pasar por el TSJC.
Responsabilidad ciudadana
Por ahora, lo que ya es vigente es el cierre de actividades a partir de las 00.30 por toda Catalunya, así como la limitación de reunión a un máximo de 10 personas.
Ante la preocupación evidente de cómo pueda reaccionar la ciudadanía, el president ha pedido "máxima colaboración", para proteger a los que todavía no están vacunados y no torpedear la recuperación económica. "Las medidas tendrán impacto seguro en la reducción de los contagios", ha garantizado. Ahora bien, ha dejado claro que habrá que ser "muy cuidadosos", de manera que a pesar de que los datos mejoren se tendrá que "ir muy poco a poco al retirar las medidas". "Entre todos tumbaremos la curva", ha escrito posteriormente en las redes sociales, ya con la autorización anunciada del TSJC.