La curva de la quinta ola de la pandemia se resiste a doblarse. "La situación sigue siendo preocupante", ha alertado la portavoz, Patrícia Plaja. Ante esta constatación, y como ya era de prever, el toque de queda decretado por el Govern de la Generalitat entre la 1 y las 6 de la madrugada, se alargará. De momento, una semana más. Este miércoles el ejecutivo solicitará al TSJC autorización para prorrogar el confinamiento nocturno siete días más, hasta el viernes 30 de julio. El listado de municipios varía en relación al de esta semana. Hay unos cuantos que salen, una mayoría que se quedan y unos cuantos más que entran. De esta manera, se pasa de los 161 iniciales a 165.
Lleida, Roses, Salt o el Vendrell son algunos de los territorios que se habían salvado del primer cierre pero que ahora han alcanzado la ratio de riesgo que fijó el gobierno catalán, y que se sitúa en 400 casos acumulados por cada 100.000 habitantes en todos aquellos municipios mayores de 5.000 habitantes. A pesar de la tendencia a la estabilización, la situación sigue siendo preocupante, advierte Salut.
Desde el Govern explican que todavía es demasiado pronto para certificar si el toque de queda está dando los frutos esperados y espera que se pueda empezar a notar a partir de la próxima semana. Fuentes gubernamentales ya adelantan que esta medida concreta podría estar vigente exactamente hasta mediados de agosto.
En ausencia del estado de alarma, la única opción para imponer una restricción tan drástica es pedir permiso a la justicia y hacerlo de manera selectiva, es decir, no en toda Catalunya sino por municipios. Como ya se anunció, cada semana se revisará la lista de afectados por si hace falta levantar el toque de queda o decretarlo.
Combatir los botellones
El objetivo prioritario de la medida, y así lo han admitido los principales responsables del gobierno catalán, es combatir los botellones y fiestas organizadas en el espacio público una vez cierran los locales. De hecho, desde este jueves está en vigor la restricción que obliga a cerrar todas las actividades de ocio, cultura y deporte a las 00.30 de la noche. El decreto explicita que no se permitirá llegar a casa más tarde de la 1 y que, por lo tanto, si alguien sale del cine, el teatro o un concierto y tiene que volver al domicilio, tendrá sólo media hora.
Con la limitación de la movilidad nocturna, dice el decreto publicado, "se pretende reducir las interacciones sociales que se producen en horario nocturno, dado que estas son las más frecuentadas por las franjas de edad con mayor incidencia de la enfermedad". El gobierno parte de la base que "las restricciones sobre los establecimientos del ocio nocturno pueden comportar que los espacios de interacción social se desplacen a espacios públicos donde se agrupan personas sin distancia interpersonal y sin mascarilla porque se consume, que es la actividad conocida como botellón. Estos espacios, aunque estén al aire libre, también se convierten en focos muy diseminadores, especialmente cuando la incidencia de contagios es muy alta, como en Catalunya, y la posibilidad de que interactúen personas contagiadas asintomáticas, elevada".