"¡Victoria!". Es lo que han tuiteado por la mañana temprano las defensas cuando la justicia belga ha denegado la entrega a España del rapero mallorquín Josep Miquel Arenas, Valtònyc, a quien la justicia española reclama después de ser condenado por amenazas, enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, a tres años y medio de prisión. La persecución ha durado tres años.
El Tribunal de Apelación de Gante ha resuelto que mantiene la negativa de extraditarlo a España, después de un año de proceso, en segunda instancia. Valtònyc y su abogado Simon Bekaert han expresado su satisfacción. Ahora la fiscalía podría presentar recurso al Tribunal de Casación, a pesar de que ante dos resoluciones negativas es muy difícil.
Valtònyc reacciona
"El tribunal ha expresado que mi caso, como el juez de primera instancia, se ajusta a la libertad de expresión. Me siento impotente y con rabia, pero seguiré luchando por este derecho", ha declarado Valtònyc al salir de la vista del tribunal, pasados pocos minutos de las 9 de la mañana. El cantante ha criticado que "el gobierno español, que se declara el más progresista de la historia, continúa teniendo un Estado fascista". Después, el rapero, en un tuit ha agradecido el apoyo de su equipo jurídico y ha afirmado: "Primero te ignoran, después se ríen, después te atacan y finalmente ganas." y ha pedido la libertad de Pablo Hasél.
Durante este tiempo, el juez de Gante elevó al Tribunal Constitucional belga el caso de los ataques al Rey, alegando la ley belga de 1847 que protege la figura del monarca y que el alto tribunal declaró inconstitucional al considerar que "choca con la libertad de expresión, no satisface una necesidad social urgente y es desproporcionada con el objetivo de proteger la reputación de la persona del Rey".
Esta resolución fue celebrada como un triunfo por los abogados de Valtònyc, que la consideraron un apoyo a su caso y señalaron que su situación puede acabar impulsando cambios legales en el ordenamiento jurídico de Bélgica.
El rey belga
La entrega del cantante, que se exilió en Bélgica en junio de 2018, ya fue rechazada en primera instancia. Si la fiscalía presenta recurso al Tribunal de Casación, en este caso solo estudiaría cuestiones formales durante el proceso judicial sin entrar en el fondo.
Durante todo el proceso, la defensa de Valtònyc, liderada por el penalista Gonzalo Boye, se ha mostrado segura de que siguiendo los estándares europeos no hay margen para que su cliente sea entregado a España, si bien en la última vista, cuando se fijó la fecha del 28 de diciembre, expresaron el deseo del cantante que, en caso de ser extraditado por el delito de amenazas, se le dejara cumplir condena en Bélgica.
Proceso de tres años
Hace más de tres años que España pide a Bélgica que entregue a Valtònyc, condenado a tres años y medio de prisión por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la corona y amenazas por las letras de varias canciones. La justicia belga se mostró reticente a la extradición y se miró el caso con lupa.
De entrada, un tribunal de primera instancia rechazó la euroorden contra el joven mallorquín en septiembre del 2018 y desde entonces el Tribunal de Apelación de Gante examinó la petición de entrega. Primero preguntó al Tribunal de Justicia de la UE si podía aceptar la extradición rápida por el delito de enaltecimiento del terrorismo, tal y como pedían las autoridades españolas. Luxemburgo dijo que no y, por lo tanto, la justicia belga activó la vía ordinaria de la doble incriminación.
Finalmente, hoy la justicia belga ha ratificado su negativa de entregarlo por el delito de amenazas, el único de los tres por los que fue condenado y que quedaba pendiente de revisión.