El TSJC avala las nuevas medidas propuestas por el Govern de control de la propagación de la covid-19. El alto tribunal da luz verde para que a partir de hoy las reuniones y encuentros no superen el límite de 10 personas. La medida está acompañada de la recomendación que los encuentros en el ámbito familiar tienen que respetar la burbuja.
El TSJC también suscribe la restricción a los espacios públicos entre las 0.30 h y las 6.00. Una medida que el Gobierno pidió a los ayuntamientos. Incluye el cierre de playas y parques públicos.
Entre las medidas que avala el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya está la prohibición de beber y comer en las concentraciones en espacios públicos. La medida tiene varias excepciones, sin embargo. Se podrá comer y beber al aire libre en las salidas escolares, actividades de intervención socioeducativa y en el ocio educativo. Por lo tanto, en los centros de verano y campamentos que tienen lugar estas semanas de verano en Catalunya.
Las medidas "garantizan el equilibrio entre la actividad económica, social y la salud emocional", según expuso el Govern el lunes cuando las anunció. Los consellers Joan Ignasi Elena y Josep Maria Argimon pidieron un esfuerzo más: "Hemos hecho un camino largo durante este año y medio, un camino extraordinario en el cual ha habido un ejercicio de contención y responsabilidad de la ciudadanía y los servicios públicos magnífico, pero es necesario hacer un esfuerzo más".
Pendientes del toque de queda nocturno
Todo eso, pendientes del toque de queda que el Govern podría anunciar esta tarde.
Dos meses después de haberse eliminado, el toque de queda está a punto para volver a ser vigente a partir de este fin de semana. Fuentes gubernamentales confirman a ElNacional.cat que esta tarde se reunirá la Comisión Delegada en materia de covid-19 para discutir y acordar definitivamente la implantación de un confinamiento nocturno selectivo. A la espera del anuncio oficial, la previsión es que sea territorializado, dure dos semanas y empiece pasada la medianoche. Hará falta, en todo caso, que el TSJC lo autorice. La intención del ejecutivo es que pueda ponerse en marcha de cara a la noche del viernes.
A diferencia de lo que había sido activo hasta el mayo pasado, esta vez el toque de queda no podrá ser general. Sin el estado de alarma —que sólo puede decretar el Gobierno— no hay opción de imponer una restricción de esta magnitud que sea homogénea. Hace falta una justificación precisa avalada con los indicadores de la pandemia que argumenten por qué es imprescindible adoptar una medida tan drástica. Así lo indica el gabinete jurídico del Govern. Básicamente, la conclusión es que el cierre tendrá que ser por municipios, como han hecho en el País Valencià y en Cantabria. En los dos casos, la justicia ha avalado la decisión de los gobiernos autonómicos.