Victoria agridulce de un solo partido constitucionalista acompañada de un triunfo del independentismo que vuelve a conformar una gran mayoría. Ciutadans se ha impuesto en estas elecciones del 21-D y es la fuerza política que ha ganado los comicios en escaños y votos. Ahora bien. La suma de los tres partidos independentistas, JuntsXCat, ERC y la CUP, ha logrado la mayoría absoluta sin dar opción alguna al bloque del 155 a gobernar Catalunya.
La prensa española no puede evitar mostrar su decepción después de mostrarse ilusionada por una posible victoria de los constitucionalistas, aunque prueban de restar importancia a la mayoría soberanista. Aplaudiendo la histórica participación, algunos diarios de Madrid llegan incluso a exigir, no solo la dimisión del líder del PP catalán, Xavier García Albiol, sino también del presidente español, Mariano Rajoy, a quien le echan en cara que tras aplicar la Constitución con Catalunya y a su manera, no ha llegado a enfrentarse al Govern, por ejemplo, dialogando.
Y no solo eso. También se muestran decepcionados de que, después de que el president Carles Puigdemont declarara unilateralmente la independencia de Catalunya, el "engaño" no haya servido para echar para atrás a los independentistas y hayan cambiado el sentido de su voto.
Esperanza estúpida
El Mundo, tras reconocer que aunque los de Inés Arrimadas han logrado un "triunfo histórico", pero que aún y así "Puigdemont sostiene al separatismo", no puede evitar cargar contra el independentismo metiendo por el medio al president Artur Mas para justificar ese "desprecio a la legalidad vigente" desde que Mas "decidió irresponsablemente prender la mecha del procés".
En su editorial, bautizada como "La soledad de la razón ciudadana", aplauden que aunque haya triunfado por mayoría el independentismo, "los actos de los promotores del golpe ya están siendo juzgados en los tribunales", pero se lamentan de que esto "desmoraliza la constatación de que el procés ha logrado fanatizar a una porción tan considerable de la sociedad catalana, cuyos graníticos electores han renunciado a examinar la gestión de sus líderes a la luz de la razón crítica".
Ahora bien. Justifican la "anomalía" de estas elecciones insistiendo en que "la anomalía empieza por el golpe al Estado de derecho que el propio Govern lideró, y que exigió una respuesta proporcional del Estado en defensa propia".
Y no solo eso. Atribuyen el voto independentista al "voto sentimental más primario sobre el estrictamente ideológico o racional" y tildan las aspiraciones de los soberanistas de "esperanza estúpida: la de que los votos laven los delitos".
¿Su conclusión? Que "no se entiende bien la sonrisa de Puigdemont en Bruselas, más allá de la satisfacción de probar su influjo sobre un número suficiente de catalanes como para alzarse con la hegemonía del bloque separatista a costa de ERC".
Capítulo a parte, aprovechan la ocasión para cargar contra el PP por no haber sabido "capitalizar" la aplicación del 155 y piden la dimisión de Albiol.
Hasta aquí
Bajo el título "Hasta aquí, presidente", Libertad Digital exige la dimisión del presidente español bajo el argumento de que "el resultado es tan malo, la situación tan dramática y la debacle del PP tan formidable que se hace imprescindible que Rajoy asuma su responsabilidad".
Calificando a Catalunya como "un desastre sin paliativos", el diario citado se muestra decepcionado por el resultado de los comicios y consideran que la situación actual es "mucho peor que el 30 de septiembre gracias a una gestión absolutamente lamentable del Gobierno".
Este medio cree que el jefe del ejecutivo español decidió aplicar el 155 quizá demasiado tarde porque, "en lugar de enfrentarse al golpe el Gobierno, ha seguido hasta última hora en una "operación diálogo" en la que sólo creían ellos, y ha dejado pasar un 155 que finalmente sólo ha sido la enésima oportunidad perdida por un Rajoy cuya carrera política será recordada, sin ningún género de duda, por haber dejado pasar prácticamente todas las posibilidades de solucionar de verdad los problemas de España que han pasado por su lado".
Precisamente por eso, definen el resultado de los populares catalanes como "ridículo" y "dramático" y advierten de que ahora "la situación se va a volver insoportable no sólo en Catalunya, sino que todo el tejido institucional español y el sistema constitucional corren serio peligro de saltar por los aires". ¿La solución? La dimisión de Rajoy acompañada de una convocatoria de elecciones generales.
El procés, ¿sin margen?
La Razón, de su lado, se sumerge en un mar de elogios a Rajoy por haber aplicado el 155 y haber frenado, a su juicio, el independentismo. Precisamente por eso, titulan su editorial con la afirmación de que "Ya no pueden arrogarse la representación de Catalunya" y lo justifican poniendo encima de la mesa que la representación exclusiva "no es patrimonio de nadie ni nadie puede hablar en su nombre".
Reconociendo que la votación fue "democrática", así como que la líder de Cs, Inés Arrimadas, no podrá gobernar, los de Francisco Marhuenda critican la ley electoral por permitir que Cs se lleve "solo" dos diputados más con 150.000 votos que JuntsXCat, pero aseguran que este panorama político no dará a los independentistas "margen para sus políticas suicidas, ni podrán actuar saltándose la ley y subvirtiendo impunemente el Estado de Derecho".
Este diario quita importancia al triunfo y los resultados de los partidos independentistas y muestran su decepción con los votantes del PP porque, realmente y siempre según su punto de vista, "ha sido el gran sacrificado" de estos comicios y, además, con la aplicación del 155 "han hecho retroceder al independentismo".
Todo esto, dará lugar al "inicio de una nueva etapa de nuestra historia política reciente cuya lección debería ser atendida por todos, aunque el electorado no lo entiende así" y ponen de relieve el problema que tendrá ahora el independentismo por tener diputados electos en el exilio y en la cárcel.
155 o ruptura
Preguntándose qué futuro le espera a Catalunya, ABC pone encima de la mesa que con los resultados de este 21-D "el futuro de Catalunya vuelve a oscilar entre la ruptura unilateral y el mantenimiento del 155" y recuerda que el gran damnificado de los comicios es el PP.
Eso sí. Piden que no se pretenda "reducir a su persona toda la responsabilidad por la pérdida de ocho de los once escaños" y aseguran que este fracaso "responde a causas más estructurales que la idoneidad mayor o menor de un candidato".
Justamente por eso, exigen a los populares que hagan autocrítica y que no maquillen la realidad, así como que "asuman consecuencias que demuestren que conservan la capacidad de reacción y renovación" porque, ahora mismo, su fracaso se ha convertido en el triunfo de Arrimadas y los suyos.
A partir de aquí, empiezan a cargar contra las fuerzas independentistas y a definirla con adjetivos despectivos: "La épica de la fuga ha sido más rentable que la de la prisión, y no se debe ignorar el efecto de este resultado en la opinión pública internacional".
Incierto futuro
Incertidumbre, desconcierto, desestabilización... El País se lamenta en su editorial de que el resultado electoral "augura un incierto comienzo de la próxima legislatura, tras un escrutinio que arroja elementos muy esperanzadores, otros menos estimulantes y que en conjunto no parece asegurar de entrada una automática estabilización de su vida política".
Ahora bien. Este diario no se esconde a la hora de aplaudir el triunfo de Cs asegurando que este "es el aspecto más positivo", aunque acto seguido se lamentan de que "en las actuales circunstancias su victoria no abre la puerta al cambio de ciclo" en lo que se ha convertido la "peor cosecha" de los de Rajoy, algo que, según el rotativo citado, "traerá consecuencias en la política nacional".
A partir de aquí, empiezan a cargar contra los independentistas bajo el concepto de que "carecen de una mayoría social desde la que legitimar la ruptura, candidatos creíbles, programas de gobierno claros o coherentes entre sí y, sobre todo, de la unidad estratégica necesaria para funcionar articuladamente", aunque tengan la mayoría absoluta.
Eso sí. Después de este repaso, acaban emplazando a JuntsXCat y a ERC a "decidir cuánto quieren complicarse la vida, a ellos y a los catalanes, y cuánto facilitar el retorno del autogobierno, la convivencia y las empresas" porque, aseguran, la independencia unilateral "ha fracasado y fracasará" y les instan a "gobernar, desde las instituciones y dentro de la ley, a favor de la ciudadanía".
Dimisión de Rajoy, gobernar dentro de la legalidad, mayoría absoluta independentista indiscutible que no permitirá a los del 155 gobernar... La prensa española busca la esperanza, pero le cuesta encontrarla con un panorama político que, otra vez, seguirá liderado por el soberanismo y con un objetivo claro: la constitución de la República catalana.