La fotografía de las elecciones generales del 28-A es la de claros ganadores y claros perdedores. El ganador es Pedro Sánchez, que no sólo obtiene una mayoría más sólida, sino que pueda escoger a sus socios. O el Ciudadanos del cordón sanitario, o el Unidas Podemos y los nacionalistas e independentistas de la moción de censura. Por contra, el perdedor es la derecha, que ha quedado muy lejos de los 176 escaños necesarios para la investidura por culpa de la gran fuga de Pablo Casado.
En la disyuntiva que llevó a las urnas, entre diálogo con Catalunya o aumento del conflicto, la primera de las opciones ha salido claramente ganadora. Las tres derechas de la plaza de Colón sólo han conseguido el 42,7% de los votos. La participación ha sido del 75,7%, nueve puntos más que en 2016.
El presidente español ha ampliado de forma sólida su grupo parlamentario, con un PSOE que pasa de 84 a los 123 escaños, con el 98% escrutado. Por detrás se sitúa el PP, que baja de 137 escaños a 66 diputados. La tercera fuerza es Ciudadanos, que gana 25 hasta los 57. Unidas Podemos y los comunes caen hasta los 42. La extrema derecha de Vox queda por debajo de las expectativas creadas, con sólo 24 parlamentarios. ERC saca 15, JxCat 7, el PNV 6, Bildu 4, Navarra Suma 2, Coalición Canaria 2, Compromís 1 y el Partido Regionalista de Cantabria 1.
De esta manera, el único que puede formar gobierno es Pedro Sánchez. La primera opción, y más cómoda, es la del pacto con Ciudadanos, que suman 180 escaños. Pero Rivera le ha puesto un cordón sanitario durante toda la campaña y Sánchez aseguró esta semana que "no entraba en sus planes" pactar con él. Sus militantes le han pedido que no lo haga.
Por otro lado, está la posible reedición de la mayoría de la moción de censura, donde los socialistas necesitarían también sumar algunos votos de los partidos independentistas. La suma con Pablo Iglesias y confluencias es insuficiente: 165 escaños. Pero con el PNV y ERC le bastaría, a diferencia de la anterior investidura.
Por contra, la amenaza de la vía andaluza ha quedado claramente anulada, la fotografía de Colón no se podrá repetir en la Moncloa. Las derechas del PP y Ciudadanos y la extrema derecha de Vox tan sólo suma 148 escaños. Se queda treinta diputados por debajo de la mayoría absoluta. La fuga viene sobre todo de Génova, que con Casado pierde más de la mitad de su grupo parlamentario.
Los socialistas se han impuesto en casi todas las comunidades autónomas. Las únicas excepciones han sido Catalunya, donde ha ganado ERC, el País Vasco con el PNV, Navarra con Navarra Suma y Melilla con el PP.
En la tercera planta de Ferraz, sede del PSOE donde Sánchez ha celebrado los resultados con su equipo, las caras han sido durante toda la noche de una alegría contenida. La jugada les ha salido bien y han parado a la derecha de Colón. El diálogo se ha impuesto sobre la crispación y el conflicto territorial. Ha salido ganando escaños y nuevos socios de gobierno. Al mismo tiempo, dependen menos de los partidos independentistas.