El Partido Popular de Pablo Casado ha perdido más de la mitad del grupo parlamentario que consiguió a Mariano Rajoy en el 2016. Sin embargo, a pesar de las circunstancias tan adversas, en Génova no hacen ningún tipo de autocrítica. Este lunes, los populares se han limitado a culpar a Ciudadanos y Vox de la fragmentación del voto de la derecha españolista, que sólo ha beneficiado Sánchez.

La comparecencia de Teodoro García Egea ha empezado admitiendo que "los resultados son muy malos" y que trabajarán por "recuperar la confianza de los españoles que decidieron quedarse en casa u optar las otras opciones". Pero aquí ha acabado la autocrítica del dirigente del PP, que no ha querido entrar en cuestiones como el viraje del discurso hacia la extrema derecha de Vox ni en los posibles inconvenientes de la fotografía de la plaza de Colón.

"Es evidente que esta fragmentación de la que advertíamos ha servido para darle cuatro años más a Sánchez", ha criticado dirigiéndose a los otros dos integrantes del espacio de la derecha. En este sentido, ha querido recordar que ofrecieron un "pacto preelectoral" para que pudieran tener cabida pero que lo rechazaron.

El secretario general del PP ha dicho que, a partir de mañana, cuando se reúna la ejecutiva, analizarán las causas de la catástrofe y elaborarán una estrategia de cara a las municipales, autonómicas y europeas para volver a "ilusionar" a los votantes que se han ido. Ha vuelto a insistir en la necesidad de "unir el voto", pero las candidaturas para mayo ya están cerradas. Ha querido dejar clara una cosa: que la alternativa a Sánchez pasa por el PP y que "el líder de la oposición se llama Pablo Casado".

Con respecto a los posibles pactos de gobierno de Pedro Sánchez con otros partidos, García Egea se ha limitado a decir que quieren "el bien de España", y que se pronunciarán una vez el presidente español en funciones dé pasos y mantenga conversas para la investidura.

Cabreados con la marca"

En los pasillos de Génova, sí que hacen un poco más de autocrítica que delante de las cámaras, pero tampoco mucho más. Fuentes de la dirección señalan que sus antiguos votantes que se han ido a Vox "han votado cabreados con nuestra marca, pero no con nosotros", en referencia a la nueva presidencia de Pablo Casado. Remarcan que su líder "no lleva ni un año" y que se trata de un "proyecto a largo plazo". Señalan que "lo hemos tenido más difícil que nadie". En resumen, pero sin explicitarlo: la culpa también es de Rajoy.