En varias ocasiones, los centenares de militantes y simpatizantes que se han reunido en la sede del PSOE este domingo han enviado un mensaje claro a su líder. "¡Con Rivera no!", han coreado en varias ocasiones. "Creo que ha quedado bastante claro, ¿no?", ha replicado Pedro Sánchez después de la victoria en las urnas. "Os he escuchado", ha añadido el presidente español ante la insistencia de los socialistas de no pactar con el candidato de Ciudadanos. Desde el 2008 que no había fiesta en el cuartel general de los socialistas.
Alrededor de la medianoche, una vez asegurada la holgada victoria, el flamante ganador de las elecciones ha salido en un escenario montado en la calle Ferraz de Madrid, delante de su sede, donde se reunían centenares de militantes. El grito más repetido ha sido contra el pacto con Rivera, pero también se han escuchado proclamas cómo "no es no, "no pasarán" o "sí se puede".
Justamente al respecto, Sánchez ha asegurado que tomaba nota, aunque no ha descartado explícitamente la alianza. "Yo no haré como hacen ellos, que ponen cordones sanitarios", ha dicho, y ha salido en defensa del diálogo con todas las formaciones. Ha aclarado que sólo pedirá "respeto" a la Constitución española y la justicia social.
El presidente español se ha felicitado porque, con las elecciones generales, "ha ganado el futuro y ha perdido el pasado". Ha dicho que los resultados electorales envían un "mensaje claro" al resto de Europa y el mundo: "Se puede vencer al autoritarismo y la involución".
Concretamente, en las elecciones generales de este domingo, los socialistas han ampliado su mayoría, de los 84 a los 123 escaños. Sánchez ha salido reforzado y puede escoger a su socio de gobierno: Ciudadanos o los compañeros de viaje de la moción de censura. Pero con menos dependencia de los independentistas catalanes.