El destino ha querido que, tan sólo dos días después de las elecciones del 14-F, haya pleno en el Congreso de los Diputados. Esquerra Republicana irá con todo. Después de interpelar la semana pasada al nuevo ministro Miquel Iceta, le toca presentar una moción. El documento, ya registrado en la cámara baja y que se debatirá el próximo martes, reclama la negociación de un referéndum de autodeterminación para Catalunya. La iniciativa está abocada al fracaso, ante la negativa del PSOE, pero podría servir para ver si Unidas Podemos es consistente con sus discursos en Catalunya.
Concretamente, el texto registrado por los republicanos insta al Gobierno a "negociar un referéndum de autodeterminación con el Govern de la Generalitat de Catalunya como solución pactada y democrática al conflicto político".
En la exposición de motivos, el grupo parlamentario de ERC en el Congreso señala que "ante la realidad compleja" de la sociedad catalana, "se levanta una amplia y transversal mayoría que, según la demoscopia, se sitúa en torno al 80%, y que apuesta por una salida pacífica y democrática al conflicto político por medio de la celebración de un referéndum de autodeterminación". Así, continúan los republicanos, "esta vía de solución constituye una respuesta respetuosa con los derechos humanos y los tratados internacional y de acuerdo con el principio democrático".
La semana que viene contará con la presencia de Laura Borràs en el hemicilo del Congreso, el que probablemente será su último pleno. La candidata de Junts el 14-F preguntará al presidente Pedro Sánchez si "sigue pensando que las relaciones entre Catalunya y España son un conflicto interno".
La mesa de diálogo, cuando se constituya Govern
Ahora hace dos semanas, en plena campaña electoral, ERC consiguió aprobar, con los votos del PSOE y Unidas Podemos, otra moción. En aquel caso, el texto instaba al Gobierno a "reunirse en la mesa de diálogo y negociación bilateral con el Govern de la Generalitat de manera inmediata, una vez constituido el nuevo Gobierno surgido de las elecciones del 14 de febrero, para avanzar de forma decidida en la resolución del conflicto político existente entre Catalunya y el Estado español". Aparte de los partidos del Gobierno, también votaron a favor los cuatro diputados del PDeCAT, los del PNV y los de EH Bildu. En cambio, Junts per Catalunya y la CUP se abstuvieron, advirtiendo que se trataba de un "engaño".