El Departamento de Interior, que lidera el conseller Joan Ignasi Elena, ha incrementado en un 32% los agentes de los Mossos d'Esquadra en La Seu d'Urgell (Alt Urgell), pasando de de 40 a 53 efectivos de seguridad ciudadana. El mismo conseller Elena ha dado personalmente la bienvenida a los nuevos agentes del cuerpo que esta semana han empezado a patrullar en su visita este sábado a la 27ª Fira de Sant Armengol.
Acompañado del alcalde Francesc Viaplana Manresa y la concejala Mireia Font, Elena ha firmado el libro de honor del ayuntamiento y ha alabado el papel de la Fira. "La Fira de Sant Armengol es un referente en el territorio, un escaparate de buenos productos y un elemento dinamizador para la economía de la Seu, de la comarca del Alt Urgell y del país", ha asegurado.
Por otra parte, el conseller ha afirmado que el fenómeno de los botellones está tendiendo hacia la "normalización" y que la tónica de los últimos días es la de un "apaciguamiento" de estas actividades. De esta manera, ha añadido que se ha constatado que el levantamiento de las restricciones y la reapertura del ocio nocturno ha hecho que este tipo de encuentros se mantengan "de una forma mucho más ordenada", como pasaba hasta la llegada de la pandemia.
Con respecto a la detención de cuatro agentes de los Mossos d'Esquadra, a cargo de Asuntos Internos y por robo con fuerza, soborno y revelación de secretos, el conseller ha asegurado que seguirán suspendidos de empleo y sueldo mientras "esté la sospecha preventiva sobre este tipo de actuaciones".
Los incidentes del verano en La Seu
Precisamente en La Seu se vivieron graves incidentes a finales de agosto durante la fiesta mayor del pueblo cuando unos centenares de jóvenes que estaban haciendo un botellón se enfrentaron a la policía. Todo empezó cuando cuatro agentes de la Guardia Urbana intentaron disolver el botellón, pero no lo consiguieron. Por este mismo motivo, avisaron a la Policía Local y a los Mossos d'Esquadra, que inmediatamente se desplazaron hasta el lugar de los hechos.
Al ver la presencia policial, los jóvenes se empezaron a comportar de manera muy hostil hacia los agentes y, por eso mismo, acabaron llegando los policías del ARRO. La actitud de los jóvenes continuó y muchos de ellos insultaron a los agentes hasta que, finalmente, acabaron a porrazos.
Después de dos horas, los Mossos consiguieron disolver el botellón y denunciaron a 10 personas y detuvieron a una por atentar contra los agentes. Durante todo el verano y hasta hace pocos días, coincidiendo con la reapertura del ocio nocturno, se produjeron botellones por todo Catalunya, algunos masivos, que acabaron con disturbios, saqueos y enfrentamientos con la policía.