El caso de los migrantes multirreincidentes del Maresme, que alcaldes de Junts de la comarca han pedido expulsar, ha llegado al Parlament. Ha sido la diputada de este mismo partido, Glòria Freixa, quien ha preguntado al conseller Joan Ignasi Elena por la cuestión, remarcando que ante los últimos casos no se puede mirar hacia otro lado" y que hay que abordar la cuestión, ya que es una problemática generalizada, no solo en la población de Calella sino en otros municipios del Maresme. "Hay que dar una solución a todos los que lo están sufriendo, Usted que ha sido alcalde seguro que entiende la situación," ha insistido Freixa a Elena, asegurando que el objetivo de los alcaldes de Junts es "garantizar la seguridad de sus ciudadanos". Por eso mismo, ha preguntado al conseller qué acciones piensa liderar para luchar contra el fenómeno de la multirreincidencia y si tiene la intención de coordinarse con otros departamentos, como el de Justicia.
Elena ha asegurado que la consejería|conselleria está al lado de los ayuntamientos y ciudadanos con todo lo que rodea la seguridad y ha señalado al incremento presupuestario en la materia y también un aumento de las plantillas. Sobre el Maresme, Elena ha recordado que la comarca tiene una media de delitos similares a la de todo el país pero en algunos municipios, como el de Calella, este aumenta exponencialmente. Por eso, ante estas cifras ha pedido hacer "cirugía fina" y trabajar más para luchar contra un fenómeno preocupante como es el de la multirreincidencia, alejándose de la propuesta de los alcaldes de Junts que pedían la expulsión de los migrantes multirreincidentes. En la misma línea, ha señalado que en buena parte, la lucha contra multirreincidencia depende de sus penas al Código Penal, un hecho que se escapa de las competencias del Departamento y del Govern de la Generalitat.
La posición de ERC
Esta semana, tanto desde de ERC como por parte de la CUP, han criticado la estrategia de Junts para luchar contra la multirreincidencia. Los republicanos lamentaban este lunes que apostar por la expulsión de los migrantes suponía simplificar peligrosamente el discurso y señalar directamente en los migrantes, hecho que tildaban de "irresponsable". Raquel Sans, portavoz de los republicanos, iba más allá y aseguraba que declaraciones como las de los alcaldes de Junts en la comarca, a quien el partido dio apoyo, es una forma de deshumanizar a las personas extranjeras y un discurso que fomentaba el odio hacia este colectivo. Por eso, pedía "rigor y responsabilidad" para luchar contra estos delincuentes.