Tanto el gobierno de Marruecos como el español han mantenido el silencio después de la tragedia en la frontera con Melilla, después de que ayer viernes centenares de personas migradas que intentaban cruzar hacia la ciudad autónoma fueran interceptados por los agentes policiales marroquíes. Algunos habrían conseguido traspasar la valla, esquivando las cargas de la policía marroquí y española, mientras que centenares habrían resultado heridos y decenas habrían perdido la vida. Ciertamente, la opacidad del Estado con respecto a las fronteras no es nada de nuevo, y las declaraciones del presidente Pedro Sánchez, donde ha alabado la actuación de las autoridades marroquíes, tampoco no ha ayudado a aclarar los hechos. Con todo, las principales organizaciones proderechos de la zona ya han empezado a publicar los primeros recuentos de los cadáveres extendidos delante de la frontera y las imágenes chocantes, que llegan con cuentagotas. Según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en Nador y Caminando Fronteras, ya han podido contabilizar al menos a 27 personas muertas en el marco de esta actuación. En un mensaje publicado en Twitter, AMDH ha tildado el ocurrido de "un verdadero desastre que muestra las primeras consecuencias de los últimos acuerdos entre Marruecos y España". Más tarde, la Dirección de Salud de Nador ha elevado esta cifra a 31, a causa de "las complicaciones de las graves heridas que sufrían". Y posteriormente las ONG locales han apuntado que ya hay 37 muertos.
31 muertos
Al menos 37 personas de origen subsahariano que esperaban seguir con su ruta migratoria murieron ayer viernes en circunstancias que el Gobierno todavía no ha aclarado en la frontera cerca del Barrio Chino de Melilla. Por su parte, Sánchez no ha dado ninguna muestra de arrepentimiento sobre la actuación policial este sábado, sino todo el contrario: ha avalado a las fuerzas de seguridad de Rabat y se ha limitado a señalar a las "mafias que trafican con seres humanos" como "responsables" de la matanza de migrantes, aunque no ha concretado ninguna cifra. En una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros a los cuales se ha celebrado este sábado, Sánchez se ha mostrado convencido que los cuerpos policiales de Rabat se han "obstinado en fondo por tratado de evitar el asalto violento" en la ciudad autónoma española. Pero el presidente español no ha dedicado ni una palabra a los migrantes muertos para intentar saltar la valla que separa España de Marruecos ni de las duras imágenes que circulan por las redes sociales
Solidarizado con la policía
"Ayer, primero me solidaricé y reivindiqué el extraordinario trabajo que están haciendo las fuerzas y cuerpos del Estado a nuestro país", ha declarado Sánchez. Además, ha querido definir el intento de traspasar las fronteras por parte de los migrantes como un "asalto violento y organizado por las mafias que trafican con seres humanos", aunque no haya detallado porque lo considera así y las imágenes no muestren los migrados llevando armas, por ejemplo. Según su opinión, este suceso es "un ataque a la integridad territorial del país de forma violenta" y, por lo tanto, la actuación policial ha estado "extraordinaria". En este sentido, ha explicado que la gendarmería marroquí "ha trabajado coordinadamente con las fuerzas y cuerpos del Estado español para repeler el asalto violento". He aquí algunas de las imágenes de la frontera, que muestran decenas de personas totalmente indefensas estiradas en el suelo, muchas de ellas sin que parezca que den señales de vida, sufriendo los abusos de los agentes policiales.