Hoy tenía que publicar su último dibujo, pero lo han censurado. Este 28 de febrero tenía que salir a la luz la última viñeta del caricaturista Miquel Ferreres en El Periódico, pero no lo ha hecho a través del diario citado, sino del digital Vilaweb, a quien le ha cedido la imagen.
Después de 20 años publicando un chiste diario, y después de que el diario citado fuera directamente y decidiera despedirlo, Ferreres había dibujado un chiste en que se puede ver como cae un 155 gigante encima de su escritorio —en referencia al artículo de la Constitución española aplicado por el gobierno de Mariano Rajoy a Catalunya— y él se marcha deprisa. "Uy, por poco," se puede leer.
En lugar de este, el diario de Enric Hernàndez ha decidido publicar una viñeta muy diferente y que no tiene nada que ver con la situación política, sino con el temporal de nieve que ha ocupado gran parte de la actualidad estos dos días. Un dibujo que poco tiene que ver con los míticos chistes de Ferreres en El Periódico, que mañana empezará una nueva etapa en el diario Ara.
A principios de febrero se hizo pública la noticia que el rotativo mencionado despedía a Ferreres, después de que sus dibujos se centraran, generalmente, al hacer crítica de la represión del gobierno español contra Catalunya.
De hecho, el dibujo de ayer ya no trataba sobre la actitud del ejecutivo de Mariano Rajoy, sino sobre la situación política en Israel, en el que se podía ver el primer ministro, Benjamin Netanyahu, amenazando con bombardear Gaza; mientras que en el del lunes se puede ver Luis Bárcenas a juicio. Desde el domingo no publicaba ninguna viñeta haciendo referencia a la situación de represión que vive el Estado español en general. La última viñeta publicada que ironizaba sobre la aplicación del 155.
Esta es la primera vez que despiden a Ferreres de alguno de los medios en que ha trabajado en 42 años de carrera. El caricaturista ha pasado por El Correo Catalán, Diari de Barcelona, El País, Avui, La Vanguardia, El Papus, Be Negre, y El Temps, aparte de ElPeriódico.
Ferreres ya explicó a El Nacional que las razones que le había dado el director del diario "son que tienen que hacer una planificación nueva" y quiso poner de relieve que, aunque no le dio ningún motivo ideológico ni político, "es evidentísimo que no ligo, como todo el mundo ve desde hace tiempo".
Aparte de eso, el Grupo Zeta —grupo en lo que pertenece El Periódico- anunció una semana antes de revelarse el despido de su caricaturista que tenía que recortar un 45% su masa salarial de los casi 400 trabajadores que trabajan en el diario.
Efecto Streisand
Pero, ¿qué ha conseguido con todo esto el diario citado? En lugar de hacer como si no hubiera pasado nada, y como si este dibujo no hubiera existido, la viñeta ha empezado a correr por la red como la pólvora. El economista Xavier Sala i Martín ha querido hacer saber a Hernàndez que lo que ha conseguido es que "todos los que no leemos su panfleto y que nunca hubiéramos visto el dibujo, lo vemos y el twitegem con entusiasmo".
L’@Enric_Hernandez és un altre que no ha entès L’efecte Streisand!: li censura el darrer dibuix a Farreres i, què aconsegueix? Doncs que tots els que no llegim el seu pamflet i que mai haguéssim vist el dibuix, el veiem i el twitegem amb entusiasme!!! Enhorabona Enric! pic.twitter.com/NrctPn4lPb
— Xavier Sala-i-Martin (@XSalaimartin) 28 de febrer de 2018
También la ha compartido la periodista Pilar Rahola, que se ha limitado a hacerlo visible en la red sin necesidad de decir nada más.
El dibuix de Ferreres censurat pel @elperiodico
— Pilar Rahola (@RaholaOficial) 28 de febrer de 2018
No calen més paraules. pic.twitter.com/ggY4gxMGp1
Precisamente por ello, en Twitter la viñeta ha corrido como la pólvora y, de hecho, los usuarios han pedido que se comparta para que llegue a todo el mundo.
Avui és l'últim dia que el dibuixant Miquel Ferreres publica a El Periódico. I un cop més li han censurat el dibuix. Fem que aquesta darrera vinyeta arribi a tothom. #stopcensura. pic.twitter.com/dRnjxDizeR
— [pau llonch méndez] (@paullonch) 28 de febrer de 2018
El Periódico, pues, ha conseguido, como ha subrayado Sala-i-Martin, el efecto Streisand, que consiste en que, cuando se intenta censurar algo en Internet, se consigue el efecto contrario, que es justamente que se esparza por todas partes.