Ignacio Matellanes, el hasta hace pocas semanas embajador español en Bélgica y cesado por absentismo y abuso de autoridad, se ha reincorporado ahora a los servicios centrales del Ministerio de Asuntos Extranjeros, en Madrid.
El diplomático fue destituido de sus funciones el pasado 9 de abril, después de que una inspección interna detectara "anomalías muy graves" en el funcionamiento de la misión, como "el absentismo" y su abuso de autoridad "a través del miedo, la amenaza y el enfrentamiento".
Matallanes tuvo un mes, desde la publicación de la destitución en el BOE, para organizar su adiós en Bruselas. Por eso, no ha sido hasta hoy que ha vuelto a Madrid, donde se ha reincorporado a los servicios centrales del departamento que dirige José Manuel García-Margallo.
A pesar de las malas praxis del embajador, no se ha llegado a concretar ninguna medida para expedientar al diplomático. El ministro delegó esta decisión en el subsecretario pero, de momento, no se ha concretado en nada.
Escándalos diplomáticos
Ayer una nueva polémica salpicó la diplomacia. Fue el consulado de Nueva York, donde los trabajadores han denunciado sufrir moobing. En los últimos años han denunciado "tratos vejatorios y acoso laboral", llegando algunos a pedir la baja por depresión a causa de la situación.
Según explicaba El Confidencial, estos trabajadores también se han quejado a Asuntos Exteriores, a través de un sindicato de la profesión, de que eran utilizados para "trabajos personales del cónsul, quien se ausentaba de forma reiterada" y había utilizado "amiguismos" en la tarea de la administración.
No son casos aislados. De hecho, en los últimos años varios escándalos ya han sacudido a los representantes del Estado español en el exterior. Ejemplos claros son los casos de Brasil, Boston, República Democrática del Congo o la India.