La amante del rey emérito, Corinna Larsen, contactó con el jefe de la Casa del Rey de España el 5 de marzo de 2019 para explicarle que Juan Carlos I le pidió el año 2014 recuperar los 65 millones. Este es el dinero que el emérito le había transferido dos años antes desde una fundación panameña situada en Suiza, tal como explica este viernes El Mundo.

El citado medio ha tenido acceso a la carta que Corinna envió a la Casa del Rey donde asegura que ella se negó a devolver los millones "para evitar potenciales acusaciones por delitos financieros". La negativa de Larsen hizo enfadar a Juan Carlos I, quien "la acusó falsamente de haber robado sus bienes". En la misiva también indica que el emérito puso en marcha una campaña de difamación" contra ella.

"Buenas intenciones" de Corinna

El escrito se envía con la intención de "proporcionar información de interés para los Reyes" (Felipe VI y Letizia) y para "abrir un canal confidencial de comunicación con la Casa Real y sus representantes legales".

Corinna explicaba al jefe de la Casa del Rey que pretendía "de buena fe" que "acabara la campaña de difamación e intimidación que sufría desde hacía siete años". La amiga del emérito subraya en la carta que esta difamación la sufría por parte de Juan Carlos I y de Félix Sanz Roldán, director del Centro Nacional de Inteligencia hasta 2019.

Según la amiga de Juan Carlos I, esta campaña difamatoria había causado "episodios vergonzosos para la Casa Real" y, por eso, proponía un "diálogo constructivo como primer paso para conciliar los intereses de las dos partes".

"Este regalo no fue solicitado"

Corinna Larsen detalla que en 2012 recibió, por parte del emérito, una cartera de inversión en el Banco Mirabaud de Ginebra con una fundación denominada Lucum. En la misma línea, concreta que los beneficiarios de la fundación eran el rey emérito, el rey Felipe VI y la Infanta Leonor".

La amiga del emérito asegura que ella no solicitó aquel regalo pero que Juan Carlos I le entregó los fondos y le dio a entender que no podía renunciar. Ahora bien, en el 2014 recibió una petición para devolver el dinero.

Aconsejada por su abogado, Corinna rehusó el reintegro "para evitar posibles acusaciones por delitos financieros". La examante del emérito asegura que en este momento Juan Carlos I la acusó de robarle sus bienes.

A partir de aquel momento, explica en la carta, se puso en marcha una campaña de acoso. Las difamaciones, apunta, se hacían ante los clientes y socios de Corinna y ante otros jefes de estado.