Se agrava la fractura en el PSOE por la reforma del Código Penal y el pacto con ERC. El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, ha vuelto a cargar contra el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, para pactar con "delincuentes" independentistas, y le ha pedido que "se mantenga en la posición de no tocar" los delitos relacionados con la corrupción. En declaraciones en la prensa desde Toledo y con un ademán muy serio, Page ha asegurado que los independentistas quieren "un Código Penal con nombre y apellidos" que los inculpe mediante sus propios votos. "Es un momento grave para España", ha aseverado. Este mismo martes, el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra también ha criticado duramente Sánchez por lo que considera que es un "error".
"Que no nos tomen por tontos"
"Este es un momento difícil y grave [...] Lo primero que me molestaría es que nos tomen por tontos", ha lanzado al inicio de la intervención. Emiliano García-Page ha puesto todavía más presión sobre Pedro Sánchez para no reformar el Código Penal en una rueda de prensa. "Soy muy contrario a la decisión del Gobierno. Insisto: muy contrario. Y lo soy porque soy muy coherente" con aquello que su partido había dicho hasta ahora sobre la persecución al independentismo, ha asegurado con tono serio el socialista castellano-manchego. "No es tolerable pactar con los delincuentes su propia condena", ha añadido.
"No me parece progresista"
El presidente García-Page ha denunciado que los independentistas quieren "un Código Penal con nombre y apellidos", pero ha señalado que, de la misma manera que un juez es recusado cuando lleva una causa en la cual está afectado o un concejal se tiene que ausentar de un pleno cuando se vota una decisión que lo afecta, lo que buscan los independentistas catalanes es que "sus votos cambien el Código Penal que los afecta a ellos". "Eso no está bien. Ni me parece de izquierdas, ni me parece progresista, ni me parece útil", ha reprochado. No obstante, se ha mostrado confiado que el gobierno central retroceda. "Si somos lógicos y coherentes, tiene que haber un planteamiento que deje de lado los delitos que tienen que ver con la corrupción política, directa o indirecta. Es lo que piden los españoles y la renovación que se le exige a toda institución política", ha reflexionado.