El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha aceptado este viernes volver a ser el candidato del PSOE a la presidencia de Castilla-La Mancha en las elecciones autonómicas del 28 de mayo. Esta será la tercera candidatura de García-Page después de dos legislaturas gobernando la comunidad autónoma castellanomanchega.

La primera candidatura de García-Page fue en las elecciones de 2015, después de haber sido alcalde de Toledo desde 2007. Entonces, se enfrentó a la candidata popular, María Dolores de Cospedal, después cuatro años de mandato del PP. Precisamente, el manchego ha hecho el anuncio de su candidatura durante la inauguración de la residencia del municipio de Cañete (Cuenca), una obra que fue parada por Cospedal.

Más tarde, en 2019, su rival político del Partido Popular de Castilla-La Mancha fue Paco Núñez, que también repite como candidato en las elecciones del 28 de mayo. Así pues, este 28-M es la tercera vez que García-Page aspira a convertirse en presidente de Castilla-La Mancha. Del 2015 en el 2019, García-Page gobernó gracias a un acuerdo con Podemos. Y, del 2019 en el 2023, ha gobernado con mayoría absoluta.

García-Page no ha tenido ningún contrincante dentro del PSOE para liderar el partido de cara a los comicios del 28 de mayo. En este sentido, cabe mencionar que su nombramiento ha sido posible gracias a la eliminación de la norma que marca un límite de ocho años al frente de la presidencia castellanomanchega para un mismo candidato. Una supresión que fue aprobada en el parlamento autonómico en julio de 2019 con los votos del PSOE y el PP.

García-Page anuncia su candidatura desde el municipio de Cañete

En su intervención desde el pueblo de Cañete (Cuenca), García-Page ha subrayado el "simbolismo" de anunciar que se presenta a la reelección desde una residencia cuya construcción fue detenida "en los momentos duros de los recortes". El socialista ha aprovechado la ocasión para recordar que el PP llegó a paralizar 616 obras en toda la región, "todos los hospitales, centros de salud, residencias, institutos, la mayoría de las escuelas y todas las carreteras." Es por eso que ha señalado que todavía no lo ha recuperado todo. En este sentido, ha indicado que "queda camino" y que todavía quedan muchas cosas por recuperar "que se quedaron paradas y en el cajón hace unos años".

Por otra parte, el flamante candidato ha explicado que otra de las razones que lo han convencido de volver a ser el candidato socialista en Castilla-La Mancha es que su partido "le permite, acepta y asume que por delante del mismo partido y de todos los partidos juntos" para él esté "Castilla-la Mancha y, por descontado, España". "Eso me importa mucho más que todo el resto y si no lo aceptaran, yo nunca sería candidato porque no podría no quedar bien con las cosas que me importan en la vida: mis ideas y mi país", ha remachado.

Finalmente, ha declarado que acepta la candidatura porque hay muchas empresas que quieren instalarse en Castilla-La Mancha que "tienen mucho interés que en la región siga habiendo moderación, estabilidad y confianza". Y para que los beneficios que obtenga la comunidad autónoma sigan destinándose en "residencias, hospitales, universidad y educación".