El 15 de mayo, ya bien entrada la noche y después de una larga y tensa ejecutiva, ERC emitió un comunicado. En este se anunciaba que Oriol Junqueras dejaría de ser el presidente del partido después de 13 años al día siguiente de las elecciones europeas del 9 de junio y que el partido celebraría un congreso extraordinario para elegir la nueva dirección el 30 de noviembre. Casi cinco meses después de aquella jornada, con una guerra interna como hacía años que no se veían a la calle Calàbria y con una nueva batalla cada semana, este lunes 7 de octubre, el partido convoca de forma oficial el congreso que se celebrará el último sábado de noviembre. Aquel día los militantes votarán quien tiene que ser el presidente del partido y su propuesta de dirección, pero podría ser que no se resolviera la incógnita hasta prácticamente Navidad, ya que si ninguna de las cuatro candidaturas supera el 50% de los votos, las dos más votadas se enfrontarán en una segunda ronda a mediados de diciembre, dos semanas después. Con cuatro candidaturas que han anunciado su intención de presentarse, parece difícil que una pueda tener más de la mitad de los votos.
En una semana, todos los nombres de las candidaturas
De esta manera, este lunes se pone en marcha oficialmente el calendario y empieza la cuenta atrás, aunque eso no quiere decir que las candidaturas no hayan ido haciendo trabajo, algunas desde junio, para conseguir el apoyo de los militantes. Así, se abre el primer plazo de una semana, hasta el día 15 de octubre, porqués se formalicen las propuestas de las candidaturas: Militància Decidim, con Junqueras al frente; Nova Esquerra Nacional, con Xavier Godàs; Foc Nou, con Helena Solà; y Recuperem ERC, del Col·lectiu 1 d'octubre, con Xavier Martínez Gil. Durante las últimas semanas ha habido momentos de tensión entre las candidaturas, como cuando Marta Rovira acusó en la de Junqueras de haber filtrado mensajes privados para perjudicar Nova Esquerra Nacional, o con los ataques frontales del expresidente en su presentación en Olesa de Montserrat. Lejos de rebajarse la tensión, en estos últimos días ha habido una nueva escalada a raíz de nuevas informaciones que apuntan que Junqueras había estado en contacto con el presidente Salvador Illa y el PSC para mirar de mantener en el Govern cargos afines a él, que incluso forman parte de la propuesta de dirección de Militancia Decidimos. Desde Militància Decidim lo han negado rotundamente, mientras las otras candidaturas se han puesto las manos en el campo.
Las propuestas de candidaturas a la nueva Ejecutiva tienen que cumplir una serie de requisitos: tienen que ser paritarios, con un máximo de 28 miembros, y tiene que estar el nombre del candidato a la presidencia, a las secretarías de organización y de finanzas y para los responsables de política municipal, feminismos, ciudadanía y transición ecológica. Con todo, las cuatro candidaturas ya han revelado también quién será el candidato por la secretaría general: Elisenda Alamany, Alba Camps, Alfred Bosch y Àngel Ruiz.
Los avales, el siguiente paso
A partir de aquel momento, empieza la recogida de avales. Para pasar de ser precandidaturas a candidaturas tendrán que conseguir en torno a unas 400, es decir, en un 5% de la militancia, que se sitúa en unas 8.500 personas. Se da por hecho que Junqueras, que reunió más de 1.300 en un acto en el Teatre de la Passió d'Olesa prácticamente lleno los conseguirá, así como la candidatura "rovirista", un adjetivo que ellos rechazan, de Nueva Izquierda Nacional, ya que el manifiesto que se publicó en junio donde se pedía la refundación del partido en una línea muy similar a la que esta candidatura plantea, recogió más de un millar de firmas. Alfred Bosch se mostraba convencido en una entrevista a ElNacional.cat que Foc Nou también conseguiría estos 400 avales y también que conseguirían forzar una segunda votación en diciembre. En la presentación de la candidatura Recuperem ERC, su candidato a la presidencia, Xavier Martínez Gil, reconoció situar como primer reto la recogida de avales y en entrevistas se ha mostrado optimista de conseguirlo.
Las candidaturas que superen los avales necesarios quedarán proclamadas el 15 de noviembre y empezará entonces oficialmente la campaña interna, hasta el 29 de aquel mismo mes, un día antes de la votación. Con todo, hace semanas que las candidaturas recorren Catalunya para presentarse ante una militancia muy decepcionada con el partido, después de cuatro porrazos electorales y, especialmente, el escándalo de los carteles de los hermanos Maragall que salieron desde dentro de Esquerra y que, tres meses después, todavía trae cola. El 30 de noviembre los militantes tendrán que optar por una candidatura o votar en blanco. En caso de que no haya ninguna opción que supere el 50% de los votos, se irá a una segunda vuelta.
La polémica por la fecha
En un contexto de guerra interna como el actual, la fecha del contexto también se ha puesto en disputa. Desde la candidatura de Junqueras, que a finales de junio empezó a hacer encuentros con la militancia, argumentaron que aunque inicialmente se había programado para el 30 de noviembre, como ERC y los comunes invistieron a Salvador Illa presidente y se descartaba una repetición electoral, no habría ningún motivo por el qual este se celebrara cinco meses después de la dimisión del presidente del partido el 10 de junio. Según los estatutos, este se tendría que haber celebrado a mediados de septiembre, pero a pesar de la petición de un centenar de consellers nacionales para estudiar avanzar la fecha, la Ejecutiva optó por mantenerla: "Se ha considerado que no hay motivos de oportunidad política para un adelanto, que solo podría ser de tres semanas, con el fin de cumplir con los plazos de la convocatoria y, por lo tanto, ha optado por ratificar el 30-N como fecha del congreso". A partir de este lunes, el reloj empieza a correr para que la militancia del partido escoja la nueva dirección que tendrá que reconstruir una formación dividida. Con el nuevo presidente escogido, se pasará a la segunda parte del congreso, con la redacción de la nueva ponencia estratégica. Su debate y aprobación será, probablemente, en el mes de febrero.