La estrategia de la campaña d'En Comú Podem se va definiendo. La confluencia de izquierdas busca el cuerpo en cuerpo con la formación que las encuestas y la cobertura mediática definen como su rival. Y, de rebote, busca marcar distancias con el PSC a quien recriminan a una candidata, Carme Cachón, que tiene en su expediente haber puesto en marcha los desahucios exprés.
Esta estrategia se ha visto clara esta noche en Castelldefels, donde ha pinchado de público, sólo con unas sesenta personas en el centro cívico Frederic Montpou, a pesar de que en la ciudad gobierna una confluencia de izquierdas que mantiene un pacto con CDC. El candidato Xavier Domènech, que cada día que pasa gana más confianza, ha salido al ataque y además de disparar a discreción contra las políticas de CDC o el PP y las sospechas de corrupción ha sacado la carabina para apuntar bien fino contra Ciutadans.
Según Domènech, la elección entre C's y En Comú Podem es clara: "o salarios o salarios dignos; o centralismo o democracia; o esperanza o Ibex 35 y gran banca". De esta manera, En Comú Podem se quiere erigir como el verdadero martillo que rompe el bipartidismo y no Ciudadanos, partido que los confluentes lo tildan como prolongador de las élites. Como ejemplo, Domènech ha criticado las medidas de C's, como subir el IVA básico o el contrato único, que van contra la parte más débil de la sociedad.