Poco después de reunirse con los comuns, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha mantenido un encuentro con el jefe de la oposición y líder del PSC, Salvador Illa, en su despacho del Parlament. La reunión respondía a la carta que el mismo Illa le había enviado a primera hora de la mañana de este mismo miércoles volviendo a ofrecerse al Govern para aprobar unos "presupuestos de país".

El encuentro no ha llegado ni a los 30 minutos de duración, por los 45 que ha durado la que Aragonès y el conseller de Economia i Hisenda, Jaume Giró, han mantenido con la CUP por la mañana y los 70 de la reunión con la delegación de los comuns encabezada por Jéssica Albiach y Joan Carles Gallego.

Desde el PSC han explicado que el encuentro ha sido "cordial" y "provechoso" por el simple hecho de que se haya celebrado. Sin embargo, no se ha llegado a ningún acuerdo ni ha provocado que los socialistas cambien de opinión sobre si presentan enmienda a la totalidad, decisión que todavía no han tomado y que tienen hasta el próximo lunes a las 10:30 h para plantearse.

Llegada del president Aragonès al Parlament / Foto: Sergi Alcàzar

A diferencia de lo que ha pasado con los comuns, que se volverán a reunir con el Govern mañana en el Parlament, no se han agendado más reuniones sobre los presupuestos con los socialistas. Ambas partes sí que se han emplazado a tener una comunicación fluida. Sin embargo, los socialistas siguen mostrando su predisposición para que haya presupuestos el año 2022.

Desde el Govern han querido aguar el encuentro enmarcándolo en un café informal a petición del mismo Illa. Pero eso, han dicho, no cambia los planes de Aragonès y del Govern de aprobar los presupuestos prioritariamente con la CUP y dejando la puerta abierta al grupo de En Comú Podem.

Tensión en el seno del Govern

La apertura de la puerta a los comuns, anunciada por el mismo Aragonès durante la sesión de control, ha provocado un choque de ERC con Junts. El presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, no ha escondido su sorpresa ante lo que ha descrito como "nuevas mayorías no acordadas". Y es que desde Junts se ha hecho un llamamiento constante a situar la aprobación de los presupuestos en "la mayoría del 52%".

Quien parece no tener ningún problema con incorporar a los comuns a las negociaciones es la CUP. Los anticapitalistas no ven con malos ojos que el Govern abra contactos con los de Jéssica Albiach, aunque un acuerdo entre estos dos actores podría restar bastante la presión que los anticapitalistas ejercen sobre el Ejecutivo con peticiones como la supresión del Hard Rock y la candidatura de los JJOO de invierno.

Precisamente, es evidente que hay temas en los que el Govern es más próximo a los socialistas que a los anticapitalistas y los comunes. Se trata de estos mismos proyectos, el Hard Rock y la candidatura para los JJOO de invierno, que entran en los planes del Ejecutivo pero chocan con una oposición frontal tanto de la CUP como de En Comú Podem.

 

Imagen principal: el líder del PSC, Salvador Illa, se dirige a una reunión con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, para hablar sobre los presupuestos / Foto: Sergi Alcàzar