La comisión de investigación sobre los atentados del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils ha puesto hoy la lupa en la polémica nota de la CIA (conocida popularmente como "The Nota") que publicó El Periódico de Catalunya quince días después del 17A, que tenía fecha de mayo de 2017, en la que aseguraba que la CIA había avisado a los Mossos d’Esquadra de la posibilidad de un ataque en La Rambla. Quien ha comparecido en el Congreso de los Diputados ha sido el entonces director del periódico, Enric Hernàndez, que ha defendido la publicación, ha señalado a los responsables políticos que la desacreditaron y la ha enmarcado en la “seguridad ciudadana” y no en la “lucha antiterrorista”. Ha relatado que, el 18 de agosto, Manuel Manel Castellví (el entonces comisario de información de los Mossos) “envió un correo” al mayor Josep Lluís Trapero con el asunto “Relaciones Estados Unidos - España, confidencial”. “Este mail acredita que aquellos representantes políticos o no políticos que negaron haber recibido la advertencia de los Estados Unidos faltaron a la verdad”. Hernàndez ha recordado que, una vez que se publicó la nota, hubo una “serie de desmentidos” por parte de las “esferas políticas” de la Generalitat (el president Carles Puigdemont, el conseller Quim Forn y el mayor Josep Lluís Trapero), quienes “consideraron que dañaba su reputación”. “Ha quedado acreditado que los Mossos la recibieron”, ha insistido.

 

¿Quién fue la fuente de la información? Antes de que empezaran las preguntas de los diputados, Enric Hernàndez ha anticipado que estaba sometido al secreto profesional protegido en la Constitución, pero sí ha apuntado algunos detalles sobre el origen de la información. “La fuente original era la Generalitat de Catalunya”, ha señalado. “A finales de mayo, dos altas instancias políticas nos informaron y confirmaron la recepción por parte de los Mossos de una alerta sobre un eventual atentado en La Rambla ese verano”, ha relatado, y ha señalado que la segunda fuente precisó que “procedía de la CIA”. Además, Hernàndez ha expresado el motivo por el cual cree que les llegó: “Afloró porque la Generalitat tuvo interés en hacerla pública. No fue una información obtenida por nuestros medios, sino comunicada por la Generalitat con un espíritu nítido de trasladar que los Mossos habían accedido a la información y que el Estado no se lo había comunicado con un sesgo determinado de responsabilizar al Estado de no haber aportado información”. Ahora bien, ha puntualizado que la segunda fuente “dijo que había contactos y que se estaban evaluando las medidas a tomar con respecto a la seguridad ciudadana”.

Asimismo, como había que “evaluar si era o no necesario tomar medidas de seguridad”, acordaron con las fuentes de la Generalitat que, cuando el Govern decidiera si tomaba medidas en La Rambla, se lo comunicaría para que El Periódico lo contara, y no publicaría antes la alerta para “no generar alarma social” y porque el “riesgo de generar la psicosis colectiva era demasiado grande”. “Desde el primer minuto, dijeron que se comunicaba a los Mossos a efectos de seguridad ciudadana, no de lucha antiterrorista”, ha remachado.

 

Quim Forn y Josep Lluís Trapero le pararon los pies a Vox, que ha agitado la nota repetidamente

En las siete sesiones de la comisión de investigación que se han celebrado hasta ahora, Vox ha puesto la nota publicada por El Periódico encima de la mesa en repetidas ocasiones. La encargada de sacarla a relucir en la mayoría de las ocasiones ha sido la diputada Carina Mejías, que ha topado con el descrédito que le han dado los comparecientes. Uno de lo más contundentes fue el conseller de Interior en agosto de 2017, Quim Forn, que sostuvo que la “supuesta nota” estaba “manipulada” y tenía una “gran cantidad de errores lingüísticos y conceptuales”, y recordó un comunicado que difundió el National Counterterrorism Center de los Estados Unidos ocho días después del 17A: “Nuestro servicio no dispone de ninguna evaluación según la cual esta información esté relacionada con los recientes ataques”. “Hay un medio de comunicación que manipula una nota y la publica. Ya está, esto es lo que sucedió”, concluyó Forn.

Por su parte, el mayor de los Mossos d’Esquadra en 2017, Josep Lluís Trapero, señaló que la información también llegó al CITCO, a la Policía Nacional, a la Guardia Civil y al CNI y esgrimió que la nota reconocía que era una información “inconcreta e indeterminada”. “No era la primera vez que llegaba algún tipo de información sobre las Ramblas como sitio en el que podía darse un atentado. Se miraban absolutamente todas y se valoraban, y ningún cuerpo policial la consideró relevante como para comentarla”, verbalizó. Asimismo, recordó que la investigación no presentó “ningún tipo de elemento” de que Younes Abouyaaqoub, el autor del atentado, “hubiese contemplado las Ramblas como objetivo para ese atentado”.

Finalmente, el exdirector del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán, tuvo que morderse la lengua al ser preguntado por Carina Mejías sobre si el CNI tenía conocimiento de la nota. “No puedo responder absolutamente nada sobre mis relaciones con un servicio secreto extranjero. Y bien que lo siento en este caso, porque sobre lo que cita sí me entran unas tremendas ganas de contestarle”, respondió Sanz Roldán. “Desgraciadamente, tengo que aguantármelas, porque la ley dice que mis relaciones con servicios extranjeros me las tengo que callar. Pero le repito que me quedo con muchas ganas”, añadió. “¿De verdad consideran o piensan que todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y el CNI y otras organizaciones dedicadas a la lucha contra el terrorismo fueron tan indolentes para que, sabiéndolo, no hicieran nada?”, replicó a preguntas del diputado del PP Santi Rodríguez.