El pleno del Parlament, bajo la presidencia de Carme Forcadell (Xerta –Baix Ebre–, 1956) aprobó el pasado mes de julio las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente a pesar de un aviso del TC sobre cualquier iniciativa que diera continuidad a la declaración soberanista del 9-N. Desde entonces, Forcadell ocupa el foco de las deliberaciones del TC por lo que respecta a Catalunya, aunque la presidenta está convencida de que aquella votación no comportará más consecuencias. Todo ello, la misma semana que se cumple el primer aniversario de las elecciones en el Parlament del 27-S.
En este año han pasado cosas que no habían pasado nunca en este Parlament
Ha pasado un año desde aquel 27-S de vocación plebiscitaria. Ha sido un año muy largo...
Fue complicado al principio. En este año han pasado cosas que no habían pasado nunca en este Parlament. Nunca había pasado, por ejemplo, que estuviéramos tres meses sin president de la Generalitat.
¿Cuál ha sido el momento más difícil?
Yo lo pasé muy mal cuando no teníamos president. La función más importante de un Parlament es investir a un president para que haya gobierno. Investimos en domingo, a las 10 de la noche, y a las doce de la noche acababa el plazo. Hasta aquel sábado en que se vio claro, las dos últimas semanas lo pasé muy mal. Veía que se acababa la legislatura. Sentía como una parte de fracaso personal.
Me ha sorprendido mucho, en el Parlament, el respeto por las opiniones de todo el mundo y el buen ambiente
¿Y lo que más le ha sorprendido de estos meses?
Me ha sorprendido mucho que, aunque en este Parlament hay opiniones e ideologías muy diversas y en algunos casos completamente contrapuestas, hay respeto por las opiniones de todo el mundo y hay buen ambiente entre los diputados. Es verdad que en el hemiciclo hay momentos de tensión, pero después, fuera, hay buena relación entre todos los parlamentarios y hay respeto. Eso es muy positivo. Nos podemos sentir orgullosos.
La libertad de expresión se tiene que defender en el Parlament, en la calle y en todas partes
En este tiempo, usted ha quedado situada en el ojo del huracán, a raíz de la votación en el Parlament de las conclusiones de la comisión del proceso. ¿Qué es lo que más le preocupa?
Trabajo para preservar la soberanía del Parlament, hacer que se pueda hablar y debatir de todo. Que aquello que preocupa a los ciudadanos, lo que está en la calle, se pueda hablar también en el Parlament. La libertad de expresión es una conquista social que nos ha costado mucho conseguir y se tiene que defender en el Parlament, en la calle y en todas partes.
¿Las advertencias de que el incidente de ejecución de sentencia puede acabar en la vía penal le preocupan?
No. Nada. Siempre he dicho que el TC haga su proceso, en el Parlament haremos el nuestro. Lo único que me preocupa, y me preocupa muchísimo, es que se está judicializando la política. Y este es el problema de fondo. En todas partes los conflictos políticos se solucionan políticamente y aquí no. Aquí una responsabilidad que tendría que ser del Estado se pasa a los tribunales. A veces los políticos quieren hacer de jueces y algunos jueces quieren hacer de políticos. Tenemos que tener claro cuál es la separación de poderes.
En democracia, quien pone y saca al presidente del Parlamento son los diputados elegidos democráticamente
¿Y si hubiera una pena de inhabilitación a raíz del incidente?
Eso ni lo contemplo. De ninguna de las maneras. En democracia, en cualquier país democrático del mundo, quien pone y saca al presidente del Parlamento son los diputados y diputadas elegidos democráticamente por el pueblo. No lo contemplo. Lo que contemplo es que cuando vuelva a haber elecciones, los diputados y diputadas escojan a otro presidente.
El presidente de la ANC, Jordi Sànchez, emplazó el 11 de septiembre a la presidenta que, si la inhabilitan, al día siguiente ocupe su sitio en la Cámara y continúe con su trabajo.
Pero es que yo no lo contemplo de ninguna manera que se dé esta situación. Estamos hablando de las conclusiones de una comisión, que ya se habían aprobado, que habían sido publicadas en el Boletín Oficial... El TC no suspendió la comisión, ni anuló las conclusiones. Por lo tanto, sería un disparate tan grande que ni lo contemplo. No tiene pies ni cabeza.
¿Pero si se produjera?
De verdad, ni lo contemplo ni me lo he planteado.
¿Hubo algún momento de duda, de vértigo, antes de aceptar sacar adelante la votación en el pleno?
Siempre hemos tenido claro que tenemos que preservar la soberanía del Parlament y la libertad de expresión. Y en este caso, el derecho de iniciativa parlamentaría, de participación de los grupos parlamentarios. El Parlament tiene que ser la sede donde se ejerce la soberanía del pueblo y, por lo tanto, allí se tiene que poder hablar de todo. Este principio se tiene que defender por delante de todo.
Si en el Parlament no podemos hablar de todo, ¿qué sentido tiene?
Y este principio se defenderá donde sea...
Evidentemente. Porque es la esencia del parlamentarismo. Si en el Parlament no podemos hablar de todo, si nosotros mismos nos ponemos trabas, ¿qué sentido tiene? Estamos poniendo en cuestión, si nos preguntamos eso, la esencia del parlamentarismo.
A algunos representantes del cuerpo diplomático se les hace muy difícil entender la actitud del gobierno español
Usted se reúne con muchos representantes del cuerpo diplomático acreditados en Barcelona y en Madrid, ¿qué le dicen del debate planteado en Catalunya?
Son muy discretos. Llegan aquí, preguntan sobre otros temas, pero al final siempre acaban interesándose sobre cómo está el procés, cómo va todo... Entienden que preservamos la libertad de expresión. A algunos se les hace muy difícil entender esta actitud del gobierno español.
¿El hecho de que haya un Ejecutivo en funciones de qué manera está afectando a este proceso?
El gobierno está en funciones pero el Estado no. El TC sigue haciendo su proceso. El Estado sigue trabajando.
Las urnas nunca nos han dado miedo. Tampoco en caso de un RUI
Parece que se está abriendo la hoja de ruta acordada dentro de JxSí. Se habla de hacer un referéndum unilateral de independencia. ¿Qué opina?
JxSí se presentó a las elecciones con la hoja de ruta, que es lo que se está llevando a cabo. Evidentemente, está abierto a mejorar. Si se puede mejorar, fantástico, ningún problema. Las urnas nunca nos han dado miedo. Tampoco en este caso. Pero hace falta tener en cuenta que en este momento lo que está vigente es la hoja de ruta. En la cuestión de confianza, el president Puigdemont expondrá su propuesta para este año que nos queda de legislatura.
Si el Govern propone un referéndum, tenemos que estar abiertos
Hay diferentes opiniones, Puigdemont ha defendido públicamente que tiene que ser vinculante y con todas las garantías...
Si el Govern hace esta propuesta, tenemos que estar abiertos. Eso es una potestad del president Puigdemont, él tiene que hacer las propuestas que crea mejor.
¿Abiertos a un referéndum vinculante, a un RUI...?
En el Parlament lo que hacemos es lo que deciden las mayorías parlamentarías que se vayan creando en cada momento. Tenemos que estar abiertos a cualquier iniciativa de los grupos parlamentarios.
¿Al RUI también?
Evidentemente. A todas.
¿Uno de los debates constante durante estos meses ha sido en qué momento se tiene que producir la desobediencia?
No me gusta hablar en estos términos. Estamos haciendo el juego al Estado y al Gobierno español, hablando de obediencia o desobediencia a los tribunales. Nosotros mismos judicializamos la política. Cualquier iniciativa parlamentaria corresponde a los grupos parlamentarios. Lo que hará la Mesa, como siempre, es que cuando nos llegue lo que nos tenga que llegar, decidiremos lo que se tiene que hacer, de acuerdo con el reglamento del Parlament, y preservando la soberanía y la libertad de expresión.
Las entidades soberanistas tienen que jugar su papel. Yo lo hice cuando dije 'president, ponga las urnas'
Precisamente, el 11 de Septiembre el presidente de la Asamblea, Jordi Sànchez, parecía parafrasear su grito de "president, ponga las urnas"...
Las entidades tienen su papel, y tienen que jugar su rol. Yo entiendo que el president de la Assemblea hacía lo que creía que tenía que hacer en aquel momento, como yo lo hice cuando dije "president, ponga las urnas". En aquel momento yo representaba el sentir de la mayoría de socios de la Assemblea.
¿Está al corriente del funcionamiento de la Assemblea?
No mucho.
Visto en la distancia, ¿cómo valora el trabajo Jordi Sànchez?
No me corresponde a mí valorar cómo lo hace la persona que va detrás de mí. Eso corresponde a los socios.