Si hay una palabra para definir las sensaciones que desprende Dolors Sabater ésta es serenidad. La exalcaldesa de Badalona cuida el tono y las formas. Y a pesar de que mide cada expresión antes de pronunciarla, no responde con evasivas. En 2015 se convirtió en alcaldesa de la cuarta ciudad de Catalunya gracias al cordón sanitario que construyeron todas las fuerzas políticas de izquierdas del ayuntamiento para evitar que Xavier Garcia Albiol repitiera como alcalde. Hace nueve meses que una triple alianza del bloque del 155 -PSC, PP y Cs- la desbancó de la alcaldía desde entonces en manos de los socialistas y Unió, con 4 de 27 concejales. Ahora aspira a recuperarla y para ello vuelve a encabezar la lista de Guanyem Badalona en Comú. Es la única que puede hacerle ombra a Albiol. Tanto es así que ERC, con quien compartió el gobierno municipal, ha optado por fundirse en una lista unitaria con ella. Sabater interrumpe su frenética actividad de precampaña para conversar un rato con El Nacional en una de las terrazas de la arteria comercial del barrio de la Salut. La acompaña su escudero, José Téllez. Hablamos el sentido de la desobediencia a raíz de la polémica de los lazos amarillos, de la convulsión que viven los comunes y también del papel de Ada Colau con el procés.
La actualidad obliga... ¿qué le parece toda esta batalla por los símbolos?
A veces nos quedamos muy atascados en el gesto concreto. Si abrimos un poco la mirada, veremos que ni es nuevo que las instituciones se posicionen en temas ideológicos -aquí en Badalona cuando gobernaba el PSUC, teníamos colgado el posicionamiento anti-OTAN cuando se hizo el referéndum-, ni tampoco es nuevo que la Junta Electoral considere injerencia política símbolos tan etéreos como estuviese ocupada la plaza Catalunya en periodo electoral por las movilizaciones del 15-M. Dicho esto, yo creo que es legítimo defender los símbolos pero en este caso creo que el error es que las desobediencias tienen éxito y sentido si son colectivas y forman parte de una estrategia. Este caso ha ido quedando como un gesto muy personal del presidente y eso es un error estratégico, más allá de que sea lícito es reduccionista.
Es legítimo defender los símbolos pero las desobediencias tienen éxito si son colectivaas y forman parte de una estrategia
¿Entiendo que quiere decir que se ha desvirtuado el concepto de desobediencia civil?
Sí. Queda desvirtuado. Quizás se podría haber previsto que eso podía pasar y se podían haber previsto soluciones estratégicamente más potentes. Cuestionar la decisión de JEC de una manera mucho más global, con más musculatura, anticipándose. Si las decisiones se toman con sentido estratégico, todas son justificables, tanto llevar esta lucha al extremo como no presentar batalla, porque lo haces con un sentido.
Usted y Artur Mas comparten un mérito que es que son las dos únicas personas que han conseguido convencer a ERC para ir juntos en una lista electoral...
(Ríe) No soy yo que lo he conseguido, no es un tema personal. Responde al sentido que tiene que fuerzas que habíamos gobernado juntas durante el mandato anterior, defendiendo un proyecto de ciudad exitoso, rupturista queramos repetir. Fuimos boicoteados con una moción de censura porque impulsamos un cambio en relación a las prácticas corruptas y de recortes de derechos del PP pero también del clientelismo del PSC. Nos echaron antes de tiempo, tenía todo el sentido impulsar un frente amplio. Y en ERC también han puesto eso en valor, que ya que nos han decapitado antes de tiempo, revalidar y seguir impulsando este proyecto.
¿Y eso no sirve también para el proyecto independentista con ERC y Junts per Catalunya? El 155 también les decapitó antes de tiempo... ¿Qué cree que ha hecho Usted diferente en pro de esta unidad?
Lo que ha aportado Guanyem y después se ha trasladado al gobierno de la ciudad es que ha sido capaz de mantener la defensa democrática del derecho a la autodeterminación y el soberanismo de forma conjunta con personas y formaciones no independentistas poniendo en valor que el proyecto de transformación de la ciudad ganaba si íbamos juntos.
Usted ha hablado con Junqueras en Lledoners. ¿Es exportable más allá de Badalona, esta alianza con ERC?
Yo me centro en Badalona, en todo caso, este pacto responde a poner en valor lo que nos une más que lo que nos separa.
No somos una sopa de siglas
Entender cómo se organiza su espacio político cuesta, y todavía es más difícil intentarlo explicar... ¿Me ayuda?
Claro, te ayudo. Nuestro espacio político es asambleario y las personas que forman parte son muy diversas y vienen con sus mochilas políticas propias pero cuando actúan, opinan y votan no lo hacen en nombre de otra organización política. En el 2015 juntamos personas como yo que venimos del mundo asociativo y no militamos en ningún partido, personas de Procés Constituyente, la CUP, Podemos, Revuelta Global, los Verdes, Comunistas, Podemos.... Pero no somos una sopa de siglas.
¿Y los comunes qué papel juegan?
Nuestro espacio es comunes, somos Guanyem Badalona en Comú. Nos ganamos la consideración de comunes aprobado por Ada Colau. Y eso sigue siendo así, lo que pasa es que paralelamente el espacio de ICV y EUiA que forma parte de Catalunya en Comú aquí va por libre, y eso no pasa sólo en Badalona. El conflicto que hay en Catalunya en Comú es cómo respetar los movimientos comunes de cada municipio.
En Badalona ICV y EUiA se presentan aparte de Ustedes...
Parece que sí pero no está decidido, porque aunque la dirección no quiere, las bases presionan para ir con nosotros.
Entramos de lleno en el momento convulso que vive el mundo comunes, ¿a qué cree que responde la crisis de que vive el espacio de Ada Colau?
En Guanyem lo que nos ha permitido consolidarnos y no rompernos ha sido considerar el procés independentista como un derecho democrático, al margen de si independencia sí o independencia no, y eso nos ha permitido ubicarnos en cada momento con valentía y sin complejos. Por ejemplo con la defensa del referéndum aunque no fuera pactado cómo queríamos, de la denuncia contra la represión. Y pienso que es evidente que el tensionamiento en torno al procés independentista, a la desobediencia, o se enfoca desde nuestro punto de vista de la radicalidad democrática o es difícil mantener la unidad.
Es arriesgado y peligroso relacionar que defender la independencia es ir contra los pueblos del Estado y que para ser solidario no tienes que querer la independencia
No puede decirse que Ada haya sido poco valiente pero sí que no se ha expresado en una dirección suficientemente nítida y mantenida
¿Quiere decir, pues, que a Colau le ha faltado valentía en determinados momentos?
Yo soy muy reticente a criticar qué ha hecho otra persona. En muchos momentos Ada Colau ha tenido valentía, denunciando por ejemplo la represión policial. A veces hay un intento de criminalizar mucho a los comunes cuando después los que les critican acaban haciendo prácticamente lo mismo como ha pasado con el tema de los lazos. Pero sí que si lo comparo con lo que hemos hecho en Badalona creo que la defensa a ultranza de esta autoorganización popular de desobediencia civil de Catalunya el 1-O, que sobrepasaba partidos e instituciones, es también una manera de cuestionar el régimen del 78. Es arriesgado y peligroso relacionar que defender la independencia es ir en contra de los pueblos del Estado y que para ser solidario no tienes que querer la independencia. No, eso no es así. Hay miradas que simplifican una complejidad muy grande, de manera muy reduccionista con el problema y eso puede hacer confundir. Por lo tanto, no se puede decir a que Ada haya sido poco valiente pero sí que no se ha expresado con una dirección suficientemente nítida y mantenida. Ha parecido errática y esta ambivalencia ha hecho que parte del espacio de los comunes no independentista pero soberanista, que defiende el derecho de autodeterminación, no se haya sentido representado. El problema ha sido sobre todo la sensación de que se culpabilizaba sólo un lado, como cuándo el independentismo no aprobó los presupuestos de Sánchez, o cuando se culpaba del 155 por haber hecho la DUI. A quien hay que culpar es al Estado por no haber querido un referéndum pactado. Se echa de menos en los comunes esta valentía en el sentido de ir a la raíz, que es defender la democracia, el referéndum, y presionar y criticar a quienes lo están impidiendo. Y eso evidentemente no quiere decir que las instituciones catalanas lo hayan hecho todo bien.
La izquierda, y es grave que eso pase, a veces renuncia a su ideología cuando ve que sus electores pueden ser atraídos por la derecha
PSC, CiU, Unió, PDeCAT, los comunes: el procés es una trituradora de partidos...
Es la prueba del algodón. Pone a prueba la consistencia de una defensa democrática de un derecho fundamental. En el año 2011 el PSC de Badalona estaba en el Pacto Local por el Derecho a Decidir y ahora Pedro Sánchez dice que Catalunya no podrá tener nunca un referéndum. ¿Cuándo mentían, antes o ahora? La izquierda, y es grave que eso pase, a veces renuncia a su ideología cuando ve que sus electores pueden ser atraídos por la derecha y el error que cometen es que en vez de reivindicar sus planteamientos básicos e intentar convencer a los suyos, lo que hacen es descafeinar sus argumentos, como dando permiso a sus votantes para que piensen como la derecha. Esta prueba del algodón también está afectando a la derecha porque la gente percibe que la independencia es para hacer un país mejor, y este país mejor pasa por un republicanismo de izquierdas.
Usted está investigada por el 1-O...
Sí, lo estaba, precisamente a raíz de una denuncia del PP de Badalona. Durante todo nuestro mandato, todas las causas que se nos han abierto a mí o a los concejales de Guanyem por varios motivos, todas han sido impulsadas por el PP. Desde temas que no tienen nada a ver con el procés, como una trabajadora del centro de atención a las víctimas de violencia machista o un tema urbanístico en que nos han acusado de prevaricación, hasta el 12-O, los carteles de Òmnium con Jordi Cuixart o mi caso con el 1-O. Justamente acabo de recibir hace unos días una carta que me comunicaba que fiscalía ha archivado la causa.
Cuando Albiol ha visto que fracasaba su futuro político ha vuelto a Badalona
Albiol es el bombero pirómano, que viene a apagar fuegos que no habrían existido nunca si él no los hubiese provocado. El PP se dedica a hacer una oposición criminalizadora
El PP ataca por el flanco judicial y con la campaña, Albiol plantea las elecciones como un plebiscito entre él o Usted...
Albiol no tiene proyecto por la ciudad. La única manera que tiene conseguir votos es seduciendo a la gente a partir de la confrontación y de la criminalización del adversario. La prueba es que el propio Albiol durante nuestro mandato no venía ni a los plenos. Cuando ha visto que fracasaba su futuro político ha vuelto a Badalona. Él obtuvo 10 concejales, pero el resto nos unimos para echare, hubo una mayoría en el pleno en contra de que él fuera alcalde. Él utiliza la estrategia de hacer que la gente tenga miedo y presentarse él como el salvador, cuando él hace el incendio y después dice que lo viene a apagar; es el bombero pirómano, que viene a apagar fuegos que no habrían existido nunca si él no los hubiera provocado. El PP se dedica a hacer una oposición criminalizadora. Nosotros somos una amenaza para el estatus quo corrupto del PP, para su neoliberalismo feroz. Y como no sale adelante busca la justicia y el amiguismo que tienen con el poder judicial. Como les ganamos por mayoría en pleno y les echamos, utilizan la vía de judicializar la política, igual que han hecho con el procés.
¿Qué sintió cuando el PSC cambió de bando para aliarse con el PP y la echó con una moción de censura?
Tristeza. Es la peor cara de la política. Los socialistas que habían sumado con nosotros para echar a Albiol, que representa la corrupción y el racismo que no queremos en Badalona, ellos mismos le vuelven a apoyar con excusas falsas como la pancarta de los presos o la gestión. Desde que nos echaron estamos en colapso, el ayuntamiento ha caído en picado con retrasos en pagos, cierre de servicios, es un absoluto despropósito. Sentí la peor cara de la política, la que no está al servicio de la ciudad sino de los partidos.
Es muy peligroso que la izquierda dude de donde se tiene que poner. Me preocupa que con el independentismo la izquierda pierde el norte
Para cerrar el círculo, cuáles son las lecciones del 1-O?
Se hace una valoración injusta del 1-O, porque la represión es tan fuerte que sólo vemos aquello negativo. La primera gran lección es la inmensa potencia que tenemos como pueblo organizado. El poder popular es enorme. Ligándolo al movimiento de insumisión contra el servicio militar, allí había una estrategia muy trabajada, igual que pasó hasta el 1-O. Faltó estrategia, segunda lección. Y la tercera es que en el momento en que la derecha más reaccionaria empieza a cuestionar el derecho a la autodeterminación hay un sector demócrata de izquierdas que se arruga, que traquetea, que no se mantiene firme. Por lo tanto, quizás tenemos que conseguir explicarnos mejor para que nos puedan entender. En un momento en que en varios lugares del mundo están triunfando líderes enfermos, de ultraderecha como en Brasil o en Italia, es muy peligroso que la izquierda dude de donde se tiene que poner. Estamos a un momento de falsos dogmas, como lo que dijo Sánchez, que no hay democracia fuera de la ley. Eso es del todo reaccionario. No hay ningún cambio de ley que no haya pasado por la desobediencia. Con el aborto, o los desahucios, por ejemplo. Y la izquierda lo defendía, como la insumisión y el antimilitarismo. Me preocupa que con el independentismo la izquierda pierde el norte. Porque hay democracia fuera de la ley. Y tanto.