Acaba la semana en que, por fin, se han desencallado las negociaciones para los presupuestos de la Generalitat. Ha sido posible después del pacto del Govern con el PSC. Otras formaciones, como la CUP, directamente optaron por no sentarse a negociar. Y los anticapitalistas, visto el resultado, se ratifican en su decisión: no había margen de maniobra. En una entrevista con ElNacional.cat, la diputada cupera y portavoz de Economía, Eulàlia Reguant (Barcelona, 1979) denuncia los que considera los presupuestos "más tóxicos" de la historia y avanza que presentarán enmienda a la totalidad. Lo que ha pasado esta semana también le ha servido para confirmar que la legislatura "está agotada" y que su duración solo depende de que el president Pere Aragonès "pulse el botón" de las elecciones.

Eulàlia Reguant, antes de la entrevista con ElNacional.cat / Foto: Montse Giralt

Una vez ha pasado todo, ¿se ratifican en la decisión de no sentarse ni siquiera a hablar de presupuestos con el Govern cuando los convocaron?
Sí. En el fondo lo que ha pasado ahora no es una cuestión circunstancial o anecdótica. Viene de hace mucho tiempo. Nosotros ya lo empezamos a decir hace un año, cuando hablábamos de la sociovergencia republicana. Por lo tanto, sí.

¿No habrían podido cambiar algo si hubieran participado de las negociaciones?
No es una cuestión de que la CUP participara para cambiar algunas cosas. Tiene que ver con hacia donde va esta legislatura desde hace muchos meses. Es una cuestión más profunda y no tan superficial o de pequeñas correcciones.

¿Hacia dónde está yendo la legislatura?
La legislatura está agotada en lo que tenía que ver con grandes transformaciones y grandes cambios y avanzar hacia el ejercicio de la autodeterminación del país. Lo que ha pasado en esta legislatura es que se ha estancado el conflicto, se ha intentado dormir, y que se responde al dictado de la patronal. Se están impulsando macroproyectos que definen un modelo de país muy concreto, que es el ladrillo, el turismo y la precariedad laboral.

Los comunes, con menos peso que la CUP, sí que han logrado introducir mejoras.
Mientras el Govern acuerda el Quart Cinturó, mientras mantiene el Hard Rock, mientras pone sobre la mesa el aeropuerto otra vez, mientras se impulsa una nueva terminal de cruceros en Barcelona... El rumbo y lo que hay de fondo en estos presupuestos, en esta legislatura y en este Govern no son grandes transformaciones.

ERC dice que solo se han acordado "grupos de trabajo" y "comisiones técnicas", pero no hay un solo euro a todos estos macroproyectos.
Que yo sepa en los presupuestos del Estado había una partida de 32 millones de euros para el Quart Cinturó. Que yo sepa se va a aprobar en las próximas semanas el plan de desarrollo urbanístico del Hard Rock. Sí que hay dinero y prioridad política por parte del Govern de la Generalitat y del Estado.

Foto: Montse Giralt

Lo que ha pasado en esta legislatura es que se ha intentado dormir el conflicto y que se responde al dictado de la patronal

¿Pero no es una posición muy maximalista, la de la CUP?
Es una posición que responde a las necesidades que entendemos que tiene este país y la gente trabajadora de este país. Maximalista es quien utiliza su fuerza para imponer políticas y propuestas que van en contra del sentido común y del sentido general.

¿No veían margen para introducir ninguna de sus propuestas?
Nosotros haremos enmiendas a los presupuestos como hemos hecho siempre y como hacemos en todos los procesos legislativos, poniendo encima de la mesa nuestras propuestas. Unas propuestas que ya hicimos en el debate de política general y que ERC, Junts y el PSC votaron en contra. Las volveremos a poner encima de la mesa, porque entendemos que son de sentido común.

¿Por qué no las pusieron encima de la mesa en la negociación de presupuestos? Al final son más fáciles de introducir antes de aprobar el proyecto de ley que a través de enmiendas al articulado, que te limita mucho.
Nosotros a finales de septiembre hicimos estas propuestas. Como he dicho, ERC, Junts y el PSC las votaron en contra. Hemos dicho por activa y por pasiva cuáles son nuestras propuestas. El Govern ha decidido, con sus políticas y con sus alianzas, que estas propuestas no las quiere. Es una decisión del Govern, no de la CUP.

El Govern sí que dice que son los presupuestos más expansivos de la historia...
Es cierto, son los presupuestos donde hay más dinero: 41.000 millones de euros. Ya hace algunos años que vamos teniendo los "presupuestos más expansivos de la historia" sobre la mesa. Pero la cifra de personas en el umbral de la pobreza no se ha movido en los últimos diez años: una de cada cuatro personas. Quiere decir que ya no es solo la cantidad que destinas, sino cómo los destinas y dónde. Y lo que vemos es que son unos presupuestos continuistas, que no hay un cambio de cómo se hacen las políticas, que es lo que marca la diferencia. Estamos en una situación de cronificación de la desigualdad.

Si no me equivoco, el 44% va destinado a Educación y Salud.
Sí, son los presupuestos de la concertada. No hay un fortalecimiento del sector público. Sigue siendo una apuesta por esta colaboración público-privada que trincha los servicios públicos. En un momento que venimos de unas huelgas del sector sanitario y educativo, lo que vemos es que los cambios profundos y de modelo que requieren no están en estos presupuestos.

La CUP, en cambio, dice que son "los más tóxicos".
Son los presupuestos que consolidan el proyecto del Hard Rock, porque lo blindan. Se pone sobre la mesa la inversión por la B-40. Reabren la puerta en la ampliación del aeropuerto. Son los presupuestos del ladrillo, del cemento, de los aviones y de los coches. Son los más tóxicos.

 

¿Con qué mayoría eran posibles unos presupuestos diferentes?
Escuchando la calle y poniendo en el centro a la gente que se está organizando y se organizará más estas próximas semanas para plantarse de este disparate que son estas políticas del Govern.

Pero necesariamente tenían que pasar por el PSC o por Junts...
Entonces lo que se está planteando es que no hay alternativa. Y lo que nosotros decimos es que sí que hay una alternativa, y la alternativa es escuchar a la gente de la calle, dar respuesta a una situación de emergencia climática que realmente apueste por grandes transformaciones y que apueste por un decrecimiento o un cambio real en las prioridades políticas.

¿Entiende el acuerdo de los comunes?
No, no entiendo el acuerdo de los comunes. Esperamos que escuchen a la gente que se ha estado organizando estos días y que se organizará las próximas semanas. El día 7 tenemos una manifestación contra el Hard Rock, el día 26 la plataforma contra el Quart Cinturó también se moviliza. Esperamos que los comunes escuchen a esta gente.

¿Han estado más en los despachos que en las calles?
No sé dónde han estado.

Después de todo, no sé si hay que preguntarlo, ¿pero la CUP presentará una enmienda a la totalidad?
Estamos acabando de analizar todos los números. Pero más que una enmienda a la totalidad, que es evidente que acabaremos presentando, lo que nosotros planteamos es una enmienda a las políticas del Govern.

¿Cómo se concreta eso?
Haciendo propuestas, organizándonos con la gente que ya se está movilizando, escuchando todas estas plataformas y todo el sector público organizado y movilizado.

Foto: Montse Giralt

No entiendo el acuerdo de los comunes. Esperamos que escuchen a la gente que se ha estado organizando estos días

También han vinculado el despido de Manel Vidal a la negociación de presupuestos con el PSC.
No es casual que pase cuando pasa, cuando venimos de un tripartito --ahora que a Junts le gusta tanto hablar de tripartito-- de Junts, PSC y ERC que se repartieron todos los cargos de la CCMA, la Sindicatura de Greuges y la Sindicatura de Cuentas. No es casual que aparezca ahora el despido de Manel Vidal.

Es un problema que seguramente viene de más lejos.
Viene de esta supuesta "despolitización" que hacían de los medios de comunicación públicos. Hablar de política es positivo. Además que hablan de "despolitización" cuando lo que quieren decir es que no se hable de la independencia.

Es sorprendente cuando es el primer director de TV3 escogido por concurso público...
Hay unas directrices de un Consejo de Administración conformado por este tripartito, por esta sociovergencia republicana.

¿Cómo se reforma la Corpo para hacerla más independiente?
Escuchando lo que los profesionales llevan años pidiendo, que no haya un reparto de los cargos en una lógica de cuotas políticas, que es lo que pasa.

¿Quién manda en este país? Porque, escuchándole, parece que Aragonès no lo hace.
Hay tres gobiernos en este país: el Govern de la Generalitat liderado por Pere Aragonès, el Govern Alternativo de Salvador Illa y el Govern en la sombra, que es Sánchez-Llibre y Foment del Treball. Es quien está más contento con todo lo que ha pasado en esta legislatura. Y tendría que hacer pensar a muchos.

 

¿Es posible rehacer el entendimiento con este Govern?
Es muy complicado. Ellos han escogido el camino contrario de lo que habían dicho y se habían marcado al inicio de la legislatura.

Han prometido oposición en la calle. Hablan de "barrer el régimen". ¿Qué traducción tendrá esto?
Escuchar y trabajar la calle es lo que pasó la semana pasada con las huelgas del personal sanitario y educativo. Es participar de movilizaciones, pero también contribuir a que sean más fuertes y masivas. Es esto lo que hemos estado haciendo y nos comprometemos a hacer con más convencimiento todavía.

¿El objetivo es hacer caer el Govern?
El objetivo es hacer caer el régimen también de las instituciones catalanas, y por lo tanto avanzar en este proceso de autodeterminación e independencia del país. Era el objetivo hace dos años, lo era hace diez, lo era hace veinte y lo sigue siendo ahora.

¿Qué régimen?
El régimen del 78, el régimen que todo lo impregna. El régimen que viene marcado de las decisiones de las grandes patronales, que velan por sus intereses y no por los intereses de la mayoría. El régimen que niega derechos tan fundamentales como el derecho a la vivienda. Es este el régimen que queremos barrer.

¿Cree que Aragonès o Esquerra son régimen del 78?
Aragonès y Esquera han sucumbido al régimen del 78.

Desde el congreso de Lleida, Junqueras hizo un llamamiento al resto de formaciones independentistas a sumarse a la estrategia de ERC para hacer un referéndum. ¿Se sienten interpelados?
¿Cuál es su estrategia para hacer un referéndum?

Foto: Montse Giralt

El objetivo es hacer caer el régimen también de las instituciones catalanas, y por lo tanto avanzar en este proceso de autodeterminación e independencia

La vía Montenegro, la vía quebequesa.
La vía Montenegro es diferente a la vía quebequesa, es diferente a la vía escocesa... Nosotros lo que hemos dicho siempre es que, en el marco del Estado español, el derecho a la autodeterminación no tiene cabida. Lo han dicho por activa y por pasiva en diferentes ocasiones. Y la mejor vía --que no quiere decir que sea la más fácil-- es la de la movilización y el tensionamiento de las instituciones. Y es evidente que, ahora mismo, ERC no está por un tensionamiento ni por forzar al Estado a aceptar un referéndum.

Ellos dicen que quieren forzar el Estado a aceptarlo y, si no, con esta negativa, acudir a la comunidad internacional.
¿Cuántas negativas se necesitan del Estado para ser conscientes de que no aceptará nunca un referéndum? Hace falta actuar con soberanía, no calmar el conflicto y no depositar todas las esperanzas en un Estado que ya ha dicho, por activa y por pasiva, que la solución al conflicto no existirá. De hecho, lo que está haciendo el Estado, y está celebrando tranquilamente, es que para ellos, en la actualidad, hay un conflicto dormido. Y eso es lo que no podemos dejar que pase.

Es un poco lo que quisieron escenificar con la cumbre hispanofrancesa de Barcelona.
La cumbre se hace en Barcelona con un objetivo muy claro: escenificar que no hay conflicto. Y lo que demostró la gente movilizada es que existe todavía un conflicto con el Estado por el ejercicio del derecho a la autodeterminación.

¿La CUP está dispuesta a reformular el estado mayor del 2017, algún tipo de mesa para poner en común una estrategia?
Cada vez estamos más lejos de este escenario. Para empezar, porque también se ha mitificado lo que fue 2017. Había un hito compartido, que era un referéndum, pero esta unidad que ahora tanto se mitifica tampoco era real. Nosotros hemos puesto encima de la mesa una propuesta. En 2021 pusimos a debate aquí en el Parlament un referéndum de autodeterminación. Y ni ERC ni Junts la aceptaron.

Esta semana también ha llegado la sentencia del TJUE sobre las euroórdenes de los exiliados. ¿Cómo la leen?
La leemos positivamente. Entendemos que pone sobre la mesa varios elementos que facilitan cosas o que blindan derechos de los exiliados, que tenemos que acabar de ver en qué se traduce. Pone al Estado en una situación más difícil en la lógica de justicia internacional. Por lo tanto, es positivo.

 

Otra cuestión es la "desjudicialización"...
La única manera de frenar la represión es con la amnistía. Eso permite blindar las posibles euroórdenes. Sin embargo, si ellos no pueden pisar su casa, existe represión. Este mantra de la "desjudicialización" no existe.

Cae la sedición de las euroórdenes sin embargo...
Vimos como justo al día siguiente que entrara en vigor esta reforma, la Fiscalía y la Abogacía del Estado apretaban un poco más. No ha servido.

¿Cómo se hace algo que sirva? ¿Cómo se llega a la amnistía? También puede parecer una posición maximalista.
No es maximalista. Es la única vía que existe. Nosotros nos alegramos de que haya personas individuales que hayan podido salir beneficiadas de esta reforma. Pero en una lógica de derechos colectivos, que es el problema que tenemos, esto no lo soluciona. Lo que hace falta es una amnistía, partiendo también de que la amnistía presupone que el Estado acepte que el derecho a la autodeterminación existe. Y volvemos al inicio: el Estado no acepta esto. Por lo tanto, la única vía pasa por la movilización, el tensionamiento de las instituciones y no interpelar más al Estado para que nos conceda un referéndum.

¿A qué atribuye la satisfacción de ERC?
Supongo que en su necesidad de explicar cosas positivas necesitan vender esta como positiva. Creo que el tiempo pondrá sus cosas en su lugar.

¿Mr. Wonderful?
Un poco, sí.

Esta semana La Directa también ha destapado un segundo policial español infiltrado a movimientos sociales e independentistas... Y aquí no pasa nada.
Venimos del caso Pegasus, un infiltrado en la izquierda independentista hace unos meses, un infiltrado ahora en el movimiento libertario de Barcelona... Y Grande-Marlaska sigue siendo ministro de Interior. Aquí también, tanto Podemos como los aliados del PSOE en el Estado se tendrían que plantear cuál es su capacidad de hacer cambiar las cosas.

¿Cuántas negativas se necesitan del Estado para ser conscientes de que no aceptará nunca un referéndum?

Que no lo están haciendo.
Está muy bien pedir comparecencias, pero hace falta algo más. Marlaska no tendría que formar parte de este gobierno. Ya tendría que haber dimitido o haber sido cesado. Venimos también de las muertes en la valla de Melilla. Lleva unas cuantas y sigue allí tan tranquilo.

¿Después de todo lo que hemos hablado, en qué punto queda la legislatura? ¿Está tocada de muerte?
Esta legislatura depende de que el president Aragonès pulse el botón o no. Es evidente que ha ganado tiempo con este acuerdo con el PSC, que ya veremos en qué se traduce próximos meses. Para nosotros es una legislatura que, en sus objetivos iniciales, está agotada. Se ha demostrado que no se avanza ni se avanzará en las transformaciones necesarias ni en el ejercicio del derecho a la autodeterminación.

¿Entonces la única alternativa son unas elecciones?
Eso depende del president Aragonès. Desde la CUP vemos que esta legislatura está agotada, pero no depende de la CUP. Nosotros nos ponemos a trabajar para construir una alternativa que va mucho más allá de si hay elecciones o no. Hace falta una alternativa clara y nítida a estas políticas.

 

Lo que sí que habrá seguro son elecciones municipales. ¿Cómo las encara la CUP?
Las encaramos con el convencimiento de que somos necesarios en los ayuntamientos, que nuestro papel se ha demostrado útil allí donde lo hemos podido desplegar. Por lo tanto, los meses que viene estarán centrados en las elecciones pero sobre todo pensando en el día siguiente de las elecciones. Las elecciones son una herramienta, no un hito por si mismo.

Uno de los grandes objetivos es volver a Barcelona. ¿Lo complica el contexto de polarización que se está produciendo?
Yo creo que es necesario que estemos. Se ha demostrado estos cuatro años, que ha habido un viraje a la derecha por parte del consistorio con un PSC a quienes los comunes le han cedido todas las políticas económicas. Han seguido profundizando en el modelo de una Barcelona que no responde a las necesidades de la gente. Se sigue expulsando a vecinas de sus barrios y de la ciudad. A Trias y Colau les es útil esta polarización y la juegan en una clave electoral. Nosotros creemos que la alternativa a las políticas de Trias, de Collboni, de Colau, de Maragall es la que puede construir la candidatura de la CUP.

Esta semana decía que Aragonès había lanzado "todos los principios y la ética en la papelera" para mantenerse en el poder. ¿Ada Colau también?
Pues bastante. Cediendo que Jaume Collboni hiciera las políticas al dictado del lobby de la restauración, cediéndole a Albert Batlle, el sheriff de la ciudad, las políticas de seguridad, sí.