Poco podía imaginar al conseller de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir el Homrani (Barcelona, 1979), tener que vivir una situación tan dura como la del coronavirus cuando juró el cargo. Superado el peor tramo de la emergencia sanitaria, que ha provocado la muerte de más de 12.300 personas en Catalunya, empieza una crisis económica y laboral de la que todavía no se puede determinar el alcance pero que no tiene precedentes. Es en este marco, donde el conseller el Homrani atiende las preguntas de El Nacional en una entrevista por videoconferencia. Hablamos de la situación de los ERTE, del Ingreso Mínimo Vital, de la situación vivida en las residencias de personas mayores y de cómo se tiene que enfocar la marcha de Nissan de Catalunya.
El 30 de junio acaban los ERTE por causa de fuerza mayor, pero desde varios sectores se ha pedido alargarlos. ¿Desde su conselleria también apuestan por prolongar el plazo?
Se tienen que alargar y se tienen que adaptar. La realidad es muy clara: a 31 de mayo sólo se han desafectado 59.904 trabajadores de los más de 700.000 que han sido afectados por ERTE en Catalunya. Eso demuestra que se necesita una continuidad. Si no, después nos encontraremos con ERE de extinción de contrato. El 30 de junio todavía no tendremos reactivados uno de los sectores más afectados, como es el turístico. Se tienen que alargar y poner más medidas para asegurar que lo que querían los ERTE, que era hacer una paréntesis que permitiera que la parada de la actividad económica no significara una destrucción elevada de puestos de trabajo, acabe funcionando.
¿Han hablado con el gobierno español? ¿Qué les dice?
Están esperando un poco para ver cómo está evolucionando. Pero estoy seguro de que acabarán tomando esta decisión, es la única que se puede tomar, sinó puede ser un desbarajuste absoluto. Y tenemos que ir adaptando estos ERTE a la situación actual, que es diferente de la de mediados de marzo. Se tendrá que apartar, pero no puedes finalizar esta política de repente porque entonces significará la conversión de muchos ERTE en ERE.
Si no se alargan los ERTE más allá del 30 de junio, después nos encontraremos con los ERE
Hay trabajadores que todavía no han cobrado. ¿Cuál es la razón?
Es muy complicado de explicar. Creo que todos éramos conscientes de que la situación sería muy compleja de gestionar por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Yo soy el primero en tener un punto de empatía, pero estamos en una situación de un desbarajuste muy y muy grande. Hay gente que no ha cobrado del SEPE y que nos llama al SOC aquí en Catalunya y nos dicen que han recibido una llamada que les dice que es del SEPE y que les pide la cuenta corriente. Eso te demuestra hasta qué punto hay desbarajuste. Es normal que una persona no dé su cuenta corriente a una llamada que no sabe de dónde viene. Llevamos meses reclamando una solución. En el Servicio de Ocupación de Catalunya hemos atendido más de 400.000 llamadas desde el inicio de la crisis, la gran mayoría por impagos de los ERTE. Hasta hace dos semanas el Gobierno no decidió montar una número de atención en Barcelona, que no en toda Catalunya. Eso no se puede alargar más. No haber cobrado nada desde la parte proporcional de la nómina del mes de marzo es un drama social y económico, por eso creamos la ayuda de los 200 euros y destinamos 20 millones. En tres semanas se agotó. Eso demuestra que ha habido una mala gestión. Hay unas dificultades que las puedo entender, pero hemos ido muy tarde. Desde la tercera semana del mes de marzo que ofrecimos ayuda al SEPE. Lo hemos comunicado por todas las vías y no hemos tenido respuesta. Aquí hay un problema.
La situación en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) es un desbarajuste. Hemos ofrecido ayuda por todas las vías y no hemos obtenido respuesta
Desde el Govern han pedido la gestión del Ingreso Mínimo Vital, pero desde el Ejecutivo español ya dijeron este fin de semana que sólo el País Vasco y Navarra cumplían, por ahora, las condiciones para gestionarlo. ¿Cree que Catalunya también puede gestionarlo?
¡Claro! Ahora mismo ya gestionamos las prestaciones no contributivas que son del gobierno del Estado. Y no es que lo pida el Govern, que lo pide, sino que también lo hace la comisión de gobierno de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC). Todo el mundo comparte esta mirada, la mesa de tercer sector, los sindicatos, las patronales, las entidades municipalistas, etc.
¿Por qué es tan importante que se gestione desde Catalunya el IMV?
No sólo es necesario por una cuestión competencia, sino para que sea útil y trabajemos bien desde el inicio. Es un desbarajuste para los ciudadanos tener puertas de accesos diferentes a la Renta Garantizada y al Ingreso Mínimo Vital. Este ingreso es una buena noticia, y no tengo ningún problema en decirlo. Es bueno que finalmente el Estado español no sea uno de los pocos estados que no tiene una política de rentas de este tipo. Es una buena noticia, pero hace falta que esté bien hecho y que esté integrado en los sistema de servicios sociales de Catalunya.
¿Y a qué atribuyen el hecho de que el Estado no permita la gestión a las autonomías, al menos en un primer momento? Se ha hablado de traspasarlo de cara a 2021...
En el País Vasco y Navarra, al tener concierto económico, el gobierno del Estado no tiene acceso a los datos básicos sobre los cuales quieren trabajar el acceso al lMV, que es a través de la Agencia Tributaria española. Allí no tienen acceso y por eso necesitaban poder hacerlo de otra manera. Pero creo que es un error esta voluntad de cerrarlo de una manera tan fuerte como están expresando algunos de los ministros y creo que no lo conseguirán. Es necesario que haya buena coordinación y que haya una mirada integral. No tiene ningún sentido el Ingreso Mínimo Vital si no está bien relacionado con la Renta Garantizada de Ciudadanía. Ya llegamos a un acuerdo para que esta ayuda fuera subsidiaria, complementaria y compatible, para que no nos encontráramos en Catalunya con personas que cobran una cosa, unas cuantías por el IMV con unos requisitos diferentes de los que cobran la RDG, con otras cuantías que son superiores al IMV y con otros requisitos. Pero al final, por una cuestión de voluntad de atención a los ciudadanos y de voluntad de trabajo contra las situaciones de pobreza extrema, o se hace de esta manera o no saldremos adelante. Eso es lo que intentaremos hacer las próximas semanas porque eso será clave para que el inicio del ingreso mínimo vital sea positivo para la ciudadanía. Estamos seguros de que acabaremos encontrando la salida y pudiendo gestionarlo nosotros porque no habrá otra manera de hacerlo.
Es un error que el Ingreso Mínimo Vital no se gestione desde Catalunya. No tiene ningún sentido si no está bien relacionado con la Renta Garantizada de Ciudadanía
¿Qué valoració hace de la gestión de la pandemia de covid-19 por parte del gobierno español?
La gestión de todos los gobiernos, del español, del de la Generalitat, y de todos, ha sido complicada y muy dura. Eso se tiene que reconocer así. Ahora bien, a nosotros nos ha preocupado lo que ha sido una mirada muy centralista y de 'ordeno y mando'. Al inicio, las explicaciones públicas a la ciudadanía eran por parte de personas vinculadas al ejército y la Guardia Civil. No era la mirada de una crisis sanitaria y después ha habido esa voluntad de centralización, que no ha tenido ningún sentido y que ha provocado muchas dificultades. El ministerio de Sanidad no gestiona la salud, la gestionan las conselleries de cada territorio. El primer decreto centralizaba las compras y nos hizo perder 10 días en determinados ámbitos. La centralización de competencias fue errónea. Ahora bien: nos tenemos que situar en las dificultad que hemos vivido todos los gobiernos en relación a una pandemia que es mundial y en la que se han perdido muchas vidas. Este es el gran drama. En muchos casos nos ha dejado sin estar preparados para hacerle frente, a todos los países. Hubo un momento de colapso con la compra de Equipos de Protección Individual (EPI), incluso Alemania acusó de piratería por la requisa de mascarillas y una compra de respiradores quedó atascada en Turquía. Hubo momentos de mucha dificultad. Eso lo entendemos, nosotros también lo hemos sufrido y creo que todas las administraciones. Ahora bien: la mirada centralista y militarizadora ha sido errónea. Se han tomado decisiones que nos han puesto dificultades y lo tenemos que decir.
La mirada centralista y militarizadora del gobierno español [frente a la pandemia] ha sido errónea
¿Y en el caso de Catalunya? ¿Hay que hacer autocrítica?
No se trata de decir la culpa es tuya o... Eso ha pasado en todas partes. La autocrítica la tenemos que hacer todos los gobiernos, porque las dificultades han sido presentes en todas partes. Ha sido una situación inesperada. Si en el mes de diciembre nos hubieran dicho que viviríamos lo que vivimos, hubiéramos hablado todos de película de ciencia-ficción. A partir de aquí, autocríticas, todas las que hagan falta. La pandemia también ha demostrado las fortalezas y debilidades de las políticas públicas de hace muchos años y de las decisiones que se han tomado en torno a éstas. La crisis sanitaria está llevando ahora a una crisis social laboral y económica importantísima. Tenemos que ser capaces que la mirada sea diferente de la del 2008, que esté centrada en las personas y tenemos que aprender de los errores. Hay elementos que no teníamos controlados porque no teníamos controladas todas las variables, pero ahora si nos enfrentáramos a una situación similar, hay elementos que tendríamos que poder corregir. Recuerdo que la última pandemia de este nivel pasó hace 100 años.
Una de las problemáticas más importantes de esta crisis ha sido la gestión de las residencias de personas mayores, que dependía inicialmente de su conselleria y luego se traspasó a la de Salut. Se han intervenido 11 por parte de la Generalitat. ¿Qué criterios se han utilizado?
Hubo intervenciones de residencias antes del traspaso de competencias a Salut. La mitad de las intervenciones se realizaron antes. Pero tenemos que tener en cuenta que ha sido un tema generalizado, la cuestión de las residencias ha pasado en toda Europa. El estudio de la OMS sitúa que más del 50% de las muertes que habido en Europa han sido en el ámbito residencial [de los mayores]. En Catalunya está en torno al 32%. La realidad es muy clara y es muy dura. Las intervenciones se iniciaron desde un buen principio. Hasta el 4 de abril no hubo un real decreto que permitiera la intervención de carácter mucho más directa por parte del Ministerio de Sanidad. Teníamos dificultades en algunas de las intervenciones que hacíamos, especialmente cuando eran espacios privados. El 4 de abril el Ministerio de Sanidad emite una orden que permite la intervención mucho más exhaustiva, intervención que sitúa, básicamente, en el ámbito sanitario, en la medicalización. Y entonces es cuando acabamos tomando la decisión y el 8 de abril se hace pública, de pasar todo el ámbito competencial a Salut porque, como estamos ante una crisis sanitaria, la experticia está en el departamento y el incremento se tenía que hacer desde el ámbito de la salud. Quien tiene los recursos y la experticia en este ámbito es el departamento de Salut.
Hasta el 4 de abril no hubo un real decreto que permitiera por parte del Ministerio de Sanidad la intervención de las residencias de mayores de forma más directa
Los criterios de intervención han sido diferentes dependiendo de cada situación. Ha habido intervenciones que se han llevado a cabo porque había dificultades en la gestión, que no estaban vinculadas a mala praxis, pero había dificultades en la gestión y se ha tomado la decisión de intervenir. Ha habido algunas otras que podían estar vinculadas a elementos de mala praxis. Ha habido intervenciones por motivos diferentes, pero siempre que se ha tomado la decisión de la intervención, la decisión de situar a un funcionario público en la gestión de la residencia y, en algunos casos, hacer un cambio de titularidad del gestor de la residencia, ha sido porque con los informes de la inspección de Servicios Sociales y con los informes de la inspección sanitaria se consideraba que se tenía que hacer. Por cuestiones sanitarias, por cuestiones de dificultades de personal, por cuestiones de dificultad de gestión o en los momentos en que se han visto malas praxis porque no se estaban situando todos los protocolos que se habían generado o no se estaba haciendo la sectorización como se había situado desde la autoridad de la salud pública que era quien gestionaba toda la sectorización de las residencias.
Se tomó la decisión de prohibir las visitas a las residencias antes que cualquier otro gobierno autonómico del Estado español
¿Lo que había pasado en Italia era un precedente para plantearse medidas?
Recuerdo que íbamos una semana detrás de Italia y, en aquel momento, los datos sobre mortalidad en las residencias no eran conocidos allí. Tenemos que hablar de los momentos concretos. Fuimos el primer territorio en tomar ciertas decisiones en el Estado español. Con todas las dificultades, porque ha pasado en Italia, ha pasado en Catalunya, ha pasado en el Estado español pero ha pasado en Francia, ha pasado en Suecia y con modelos residenciales muy diferentes. Y si eso no lo explicamos así no somos conscientes de la realidad de lo que ha sucedido. Se tomó la decisión de prohibir las visitas antes que cualquier otro gobierno autonómico del Estado español. Se hizo la primera reunión preparatoria a principios de marzo cuando todavía no se había dado ningún caso en el ámbito residencial y se trabajó con mucha más antelación. El 6 de marzo estábamos reunidos con patronales y sindicatos del ámbito residencial, trabajando el protocolo de actuaciones que haríamos ante lo que se acercaba con la Covid-19. Y eso no quita que nos hemos encontrado una realidad durísima. Una realidad durísima en el ámbito residencial y también en el ámbito sanitario y también en los domicilios.
El problema en las residencias ha pasado en Catalunya, pero también en el resto del Estado español, en Italia, en Francia, en Suecia y con modelos residenciales diferentes
Los datos no mienten: más del 60% de las muertes por coronavirus han sido de personas de más de 80 años; y más del 80%, personas de más de 60 años. ¿Por qué? Porque es una enfermedad que afecta especialmente a las personas más mayores y si sumas una edad media de 83 años como en las residencias con un 90% de patologías previas son situaciones muy y muy y muy complejas. Y ese en un ámbito donde la sectorización es mucho más compleja. Porque las residencias son los hogares de las personas que viven allí. Y son mucho más complicados los distanciamientos de personas que tienen grado 3, grado 2, en residencias como las que están en Barcelona, y en el Àrea Metropolitana, que es donde tuvimos más dificultades, porque son residencias pequeñas con habitaciones compartidas y donde los procesos de sectorización eran muy complejos y difíciles. Por eso tuvimos que tomar la decisiones de aperturas de nuevos espacios... . Ahora bien: estas aperturas no las podías hacer en un pabellón donde la persona tiene un grado de dependencia 3. Y eso también fue uno de los elementos más complejos.
Dado que era una población de riesgo, ¿la entrada y salida de los trabajadores no era también un foco de posible contagio? ¿No se plantearon confinarlos también en las residencias?
Se planteó pero no podemos obligar a los trabajadores a encerrarse. Lo hablamos con sindicatos y patronales pero no era una opción. Optamos por abrir espacios próximos, pero el tema clave que vivimos en torno a la transmisión comunitaria del coronavirus, que es con el que estuvimos las dos últimas semanas del mes de marzo, fue el de los EPI. Había dificultades para disponer de EPI en los centros sanitarios, dificultades de EPI en los centros residenciales... Recuerdo cuándo se aprueba el real decreto del estado de alarma y se centraliza la compra de EPI, era un sábado, el martes tengo consejo sectorial de políticas sociales, todos los consellers y conselleres competentes en este ámbito con la vicepresidencia y todos sacabamos el tema de las EPI. Al centralizar la compra hubo incautaciones de EPI, de compras que habíamos hecho para los centros residenciales. Y yo el sábado tomo la decisión de comprar EPI directamente desde el departamento cuando veo que no nos llegarán por esta vía, en el momento más complejo, y nos llegan el fin de semana siguiente. Pero hubo dos semanas donde la carencia de EPI dificultó toda esta situación. Y la realidad es esta en Catalunya y en otros países.
La centralización de las compras provocó dificultades para tener Equipos de Protección Individual en los centros sanitarios y en las residencias
La realidad se explica en un contexto global, pero eso no quita una reflexión sobre el modelo residencial. ¿Qué tenemos que hacer? Tenemos que hacer un debate de forma honesta porque otros modelos residenciales también han tenido estas dificultades y modelos residenciales que han entrado en esta situación a posteriori. China, Italia, una semana después Catalunya, Catalunya y Madrid entre una y dos semanas, y después se va dando en más países europeos y en los EEUU también tienen este problema, porque es el personal más vulnerable de la enfermedad. Y donde está el tema clave es en los EPI y eso en un momento en que se genera el pánico entre los trabajadores. Hubo momentos con más de 4.000 trabajadores y trabajadoras confinados por haber estado en contacto con la Covid-19. Activamos la bolsa de trabajo del SOC, incluso garantizamos el pago de toda la red del sistema y que ermite activar 3.600 trabajadores para reforzar al personal de estas residencias.
La situación fue muy compleja y muy frustrante. Pasaba en todo el mundo. El coronavirus no sale de la residencia, entra en la residencia
La situación fue muy compleja y muy frustrante. Pasaba en todo el mundo. El coronavirus no sale de la residencia, entra en la residencia. Pero una persona de grado 3 tiene que tener atención y esta atención con distanciamiento físico no se puede prestar. La otra reflexión es el modelo. Es un modelo muy atomizado. Tenemos 1.073 residencias de personas mayores en todo el país. Un modelo que le falta un eje público, más potente, como tienen el ámbito educativo o el ámbito sanitario. O incluso otros aspectos más vinculados a cómo prestamos la atención sanitaria en los centros residenciales. ¿Queremos hogar o queremos un hospital? Por eso también existen los sociosanitarios. Y esta reflexión la tenemos que hacer como país, pero también la tenemos que hacer de forma global. Poner los huevos en la cesta del sistema de servicios sociales catalán. La ley de dependencia nunca ha sido financiada como se necesita. En el 2019 acabamos con una inversión de 1.500 millones de euros de los cuales únicamente 170 vinieron del Estado, cuando la ley preveía 50-50. O se hace una reflexión global o diremos cosas que no se cumplirán porque si queremos cambiar todo el sistema lo que necesitamos es, también, apostar por este sistema también con inversión económica y también la corresponsabilidad.
¿En los protocolos, por lo tanto, no se decía que se pusieran las mascarillas porque uno de los problemas fuen la falta de EPI?
Los protocolos se trabajaron con Salud que es quien tiene el conocimiento en todos los ámbitos sanitarios porque nosotros conocimientos en salud no los tenemos y eso se trabajó conjuntamente. Hubo un momento de mucha dificultad de EPI. El reparto de EPI se podía hacer en los espacios donde había casos. A partir del último fin de semana de marzo, cuando nos llega la primera compra, ya podemos empezar a hacer llegar el material y la primera y segunda semana de abril van llegando y la situación es absolutamente diferente. Pero claro, con una enfermedad que ves los efectos dos semanas después, como nos han explicado las autoridades sanitarias y como ha explicado la OMS, fue muy complejo. Se trabajó codo con codo con Salud. Y este es el elemento clave.
¿Deberían haber sido hospitalizadas más personas?
Se triplicó las UCI. Las últimas semanas de marzo estábamos cada semana a punto del colapso del sistema. Todo el trabajo que hicimos, toda la ciudadanía, la responsabilidad que tuvo, fue para que no colapsara el sistema sanitario. A partir de aquí, yo plena confianza en el sistema sanitario y en sus profesionales porque yo aquí no discutiré sus decisiones técnicas. Sí que hubo un momento que estábamos trabajando todos y todas, y eso lo puede explicar mucho mejor el departamento de Salut que yo, para que no colapsara el sistema sanitario. Todo el trabajo conjunto, las decisiones tomadas por los profesionales de la salud... yo aquí no puedo entrar porque son decisiones que se toman para cada caso. Trabajamos conjuntamente para dar la mejor y máxima atención. Y es lo que nos correspondía hacer. Si no, parece que aquí en Catalunya hubiéramos podido hacer alguna cosa mucho mejor que en el resto del mundo para que no pasara. Pero en el resto del mundo también ha pasado. Y esta reflexión, creo que por honestidad, se tiene que poner sobre la mesa, y eso no quita todas las dificultades que hemos vivido. Con el sector trabajamos al máximo. Con discusiones, con voluntad de buscar las máximas soluciones con las limitaciones que teníamos y yo estoy seguro de que se dio la respuesta de Salud máxima que se podía dar en aquel momento. Tuvimos dificultades con los EPI, tuvimos dificultades con la sectorización y los procesos de aislamientos, especialmente con una tipología de residencias que existen en este país desde hace muchos años y en un momento de una tensión y de un estrés como aquel. Cuando se tomó la decisión de que médicos que habían acabado la carrera pero hacían el MIR se incorporaran fue porque había una situación de necesidad de máximo personal que estábamos afrontando al momento. Esta mirada, a posteriori, es muy fácil hacerla...
Se trabajó codo con codo con Salud. Y este es el elemento clave
¿Por lo tanto, era inevitable?
Yo no digo que sea inevitable, yo explico el contexto y las variables. En el contexto las dificultades fueron estas: EPI, sectorización, profesionales y tensión en todo los sistemas sanitarios. Esta es la realidad que tuvimos que gestionar. Una realidad muy dura. Con nombres y apellidos. Descubrimos que cada mes normalmente mueren por encima de mil personas en las residencias. La ciudadanía no lo sabía. No digo si era inevitable o no. Intento explicar el contexto, si no parece que ha sido una cuestión de voluntad.
La marcha de Nissan afecta el corazón del tejido industrial de nuestro país y al de la automoción. Tenemos que trabajar conjuntamente para buscar soluciones
Estos días también vemos marchas y manifestaciones de los trabajadores de la Nissan en contra del cierre de la planta. ¿Qué se puede hacer para evitar esta sangría de pérdidas de puestos de trabajo?
No podemos bajar los brazos, la afectación es muy grave y se tiene que seguir trabajando entre todos porque si ha sido viable durante 40 años, y la planta durante 97, lo tiene que seguir siendo. Defendemos esta viabilidad todas las administraciones. Ahora todas las miradas están puestas en la defensa de los puestos de trabajo, no es únicamente los trabajadores de Nissan. No son sólo 3.000, hablamos de 20.000 puestos de trabajo con los indirectos. Afecta al corazón del tejido industrial de nuestro país y al de la automoción. Por eso, ahora toca trabajar conjuntamente y buscar todas las soluciones. Primero para revertirlo pero también para mantener los puestos de trabajo industrial, en el ámbito de la automoción que también está en proceso de reconversión y que es clave.
Nissan no puede decir que la situación está provocada porque la producción está al 20% cuando son ellos los que han decidido que sea del 20%
Han defendido varias veces desde el Govern que los motivos de Nissan para marcharse no son económicos. ¿Qué creen que hay detrás de cierre?
El argumento que están en un 20% de carga de trabajo es una decisión que ha tomado la multinacional en los últimos años reduciendo producción. Lo que no pueden decir es que es una situación provocada porque la producción está al 20% cuando son ellos los que han decidido que sea del 20%. Es un ámbito que se ha demostrado que es viable, que todavía tiene viabilidad y que siempre han sido los trabajadores y trabajadoras que lo han hecho viable, pero también la comunidad y el país donde está. Nos preocupa que esta es una decisión sin mirada al territorio y con una lógica que es errónea. No sólo en Catalunya o en el Estado español sino también en la Unión Europea. Mientras deciden cerrar Nissan Barcelona, refuerzan la única Nissan europea que está fuera de la UE. Y la refuerzan a partir de entender que habrá un acuerdo que no está cerrado que es el del Brexit. Es importante recordarlo. Y también tenemos que aprender lecciones. Tenemos que ser más valientes. Nos tenemos que replantear que, cuando damos ayudas, tenemos que tener una participación, que es lo que hizo al gobierno francés con las ayudas a Renault. Eso no quiere decir que tú después acabes decidiendo, pero tienes incidencia en la toma de decisión. Nos lo tenemos que plantear.
Cuando das ayudas tienes que tener una participación, que es lo que hizo el gobierno francés con las ayudas a Renault
Para acabar, en los últimos días hemos visto un nuevos rifirrafe público entre ERC y JxCat. ¿Hasta cuándo puede aguantar el Govern en esta situación de reproches?
¿Por qué disputa me pregunta?
Bien, ha habido muchas. La última, la prórroga del estado de alarma, pero no es un hecho aislado, sino que viene de lejos. ¿No tendría que haber ya elecciones, viendo la situación y teniendo en cuenta que la emergencia sanitaria remite?
Lo hemos visto en varias ocasiones. Los escenarios electorales los tendríamos que trabajar conjuntamente las dos fuerzas políticas que forman parte del gobierno, porque es un gobierno de coalición, no es monocolor. Y forma parte de la cultura de los gobiernos de coalición aprender que representan partidos diferentes, por eso en las cámaras parlamentarias los partidos tienen autonomía a la hora de tomar decisiones y tienen proyectos diferentes. Somos gobierno de coalición porque compartimos muchos elementos, pero somos dos partidos diferentes con proyectos diferentes. Esta cultura no desaparecerá y se tendrá que profundizar en los próximos años todavía más. La decisión que ha tomado ERC sobre la prórroga del estado de alarma es una decisión que comparto y que le toca tomar a ERC. Pero los escenarios electorales se tienen que trabajar conjuntamente entre los socios de coalición. Si no lo hacemos nos debilita como gobierno. ¿Creo que no queremos ser un gobierno débil, no? Pues trabajemos conjuntamente.
Los escenarios electorales se tienen que trabajar conjuntamente entre los socios de coalición. Si no lo hacemos nos debilita como gobierno
¿Qué gobierno se tiene que formar después de las elecciones? ¿Después de estos dos años, son todavía compatibles los acuerdos ERC-JxCat?
Nos tenemos que entender y nos acabaremos entendiendo. Tenemos que ser capaces de abrir puentes hacia el máximo de lados posibles, pero ante una realidad muy y muy compleja que vive este país. Tenemos los miembros del anterior gobierno en la prisión o en el exilio. Esta es la realidad. Con un proyecto compartido que es el de ser una república independiente y creo que nos acabaremos entendiendo. A partir de aquí la mejor manera de hacerlo es no tanto por los medios sino generar confianzas en espacios sin ruido.
¿Le gustaría seguir como conseller en un nuevo ejecutivo?
Yo siempre estoy a disposición del proyecto colectivo. Yo formo parte de este proyecto, llevo dos años de conseller con una realidad muy compleja. A veces nos olvidamos de que formamos parte de un proyecto colectivo y de miradas colectivas. Tengo una carrera profesional y siempre he estado a disposición, pero con mirada temporal, porque creo que es con esta mirada que se tiene que hacer política. Y a partir de aquí, a disposición del partido y del proyecto colectivo, que va más allá del partido.